A mi, hay doctrinas que me parecen terriblemente dañinas, mucho mas de lo que puedan pareceros escandalosas a vosotros algunas interpretaciones mías sobre lo que es o no es pecado de fornicación.
Yo, como puedo, señalo las malas y falsas doctrinas, pero no me pongo a ofender, a insultar, a difamar a ningún hermano.
El Señor nos dice "No juzgueis"... Yo, que se que soy pecadora, que no soy perfecta, que aunque persigo la perfección se que solo Dios me la dará en la Resurrección, procuro no hacer a mis semejantes lo que no deseo que hagan ellos conmigo.
"A unos que confiaban en sí mismos como justos y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: "Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, diezmo de todo lo que gano". Pero el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "Dios, sé propicio a mí, pecador". Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro, porque cualquiera que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido". Lucas 18, 9-14.