-Sí cambia, porque el Señor Jesús en la cruz no llevó sobre su cuerpo los pecados del Iscariote, y su sangre no fue derramada por su redención.
¿Y dónde está la Escritura que apoye tal excepción??
LA PERFECCIÓN DE LA OBRA DE LA REDENCIÓN NO ADMITE ACEPCIÓN DE PERSONAS
El triste arrepentimiento del traidor fue según el mundo, y no según Dios, el mismo se fue para el infierno de su propia voluntad, en ese sentido, se le llama el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese, no que la Obra de la Redención haya fallado.
Elena de White es otra que enseña imperfección en esta Obra Magna y para tal fin se inventó un "Juicio investigador", igualmente el catolicismo romano con su "Purgatorio", ahora resulta que el forista Ricardo está apoyando semejante bodrio.
Isa 35:4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago;
Dios mismo vendrá, y os salvará.
Mat 1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Aquí no leemos que diga "a excepción de Judas", pues no llevará sobre su cuerpo los pecados de Iscariote y mucho menos su sangre será derramada por él.
1Ti 1:15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
LA OBRA DE LA REDENCIÓN FUE PREPARADA DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO
1Pe 1:18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
1Pe 1:19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
1Pe 1:20
ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,
DOS CLASES DE TRISTEZA
2Co_7:10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.
(BTX3) Porque la tristeza que es según Dios, causa arrepentimiento para salvación sin remordimiento, pero la tristeza del mundo produce muerte.
EL REY DAVID ES UN CLARO EJEMPLO DE LA TRISTEZA SEGÚN DIOS
¡Qué cambios tan profundos obra el pecado en una conciencia sensible a Dios!
David es un claro ejemplo del arrepentimiento según Dios
Natán, el profeta, había sido enviado en días anteriores a David con palabras de aprobación y aliento, y todo fue un honor para David, leemos:
2Sa 7:12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino.
Pero cuando David pecó, se le envía al mismo Natán con palabras de terrible reprimenda y convicción, leemos:
2Sa 12:9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón.
El Salmo 51 es un testimonio de su tristeza según Dios, leemos:
Sal 51:3 Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.
Sal 51:4 Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.
JUDAS ISCARIOTE ES UN CLARO EJEMPLO DE LA TRISTEZA SEGÚN EL MUNDO
Pero en una conciencia cauterizada, que solo persigue sus propios intereses, la tristeza no es según Dios, sino según la frustración de sus propósitos. Leemos:
Mat 27:3 Entonces Judas, el que le había entregado,
viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,
"VIENDO QUE ERA CONDENADO"
Judas, en su planificada traición, había calculado la posible reacción del Señor, pensando:
"Vuelve y se les va como ya lo ha hecho antes, y yo me quedó con mi plata"
Pero ahora, al verlo condenado, atado y rumbo a la muerte, se llenó de remordimiento y horror por lo que había hecho.
Su sueño de verse en su función de Primer Ministro de Finanzas en el Reino del Señor, había quedado frustrado (porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. Jua_12:6)
El suyo no era el genuino "arrepentimiento para salvación del que no hay que arrepentirse", porque eso va de la mano con la fe.
Y Judas no tenía fe en el Señor, pues el Señor solo representaba un medio para su enriquecimiento ilícito, tal como hacen hoy en día los del evangelio de la prosperidad, o aquellos que prefieren ser evangelistas porque el trabajo secular, propio de personas sin educación profesional, les resulta muy duro.
Conozco el caso de uno, acostumbrado al duro trabajo de albañilería, que después que lo encontré, me dijo que ya era pastor, porque era un trabajo más suave.
Judas no tenía ninguna fe en el Señor.
Si la hubiese tenido se habría vuelto a su Maestro, tal como hizo Pedro, la vez que lo negó tres veces, lo cual era una falla sumamente grave.
Mat 27:4 diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? !!Allá tú!
El mismo hombre que jugó un papel decisivo en la entrega del Salvador a Sus enemigos tuvo que confesar Su inocencia. Dios así lo ordenó; y esto es muy llamativo.
Sus ojos se abrieron a su pecado y lo confesó, al mismo tiempo que confesó la inocencia de Jesús, pero su orgullo lo condujo a la tumba del suicida.
Mat 27:5 Y arrojando las piezas de plata en el templo,
salió, y fue y se ahorcó.
LA TRISTEZA QUE ES SEGÚN EL MUNDO PRODUCE MUERTE
CONCLUSIÓN
La Obra de la Redención es perfecta y sin distinción de personas (Jn3:16), pero no es de todos la fe (2Ts_3:2)