NO CONFUNDIR LA CENA PASCUAL CON LA CENA DEL SEÑOR
La Cena Pascual, como ya se ha explicado, está relacionada con la redención de los primogénitos en Egipto, la noche anterior al Éxodo, donde hubo la necesidad del sacrificio de un cordero, sin tacha, cuya sangre pue puesta en los postes y dinteles de las puertas de las casas de los hebreos, como la señal que los preservaría del Juicio de Dios sobre Egipto.
Se podría afirmar confiadamente, que la Cena del Señor marca la diferencia de la genuina Iglesia de Cristo con el mundo denominacional, o la "cristiandad profesante".
La Escritura señala este memorial de adoración al Señor Jesucristo, como "lo mejor", leemos:
1Co 11:17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.
En los evangelios tenemos el relato histórico de la Institución de la Cena y en libro de los Hechos, tenemos la práctica de los primeros creyentes que perseveraban en el partimiento del Pan.
Y en primera de Corintios 11:17-34 tenemos la Doctrina de la Cena del Señor.
La Cena del Señor no es algo personal, individual, algo que yo puedo hacer de mi propia cuenta; ni es algo familiar que pueda yo hacer con mi familia, ni es algo ocasional que pueda hacer cuando estoy de viaje, y en alguna parte, sino, exclusivamente una práctica congregacional.
Lo entendemos así por varias escrituras, después que el Señor instituyó la Cena en el aposento alto, antes de ser crucificado y no leemos que se haya celebrado antes de que se formó la Iglesia en Hechos capítulo 2, cuando se comenzó a celebrar el partimiento del Pan, leemos:
Hch 2:41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.
Hch 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Y en Hechos 20:7 en la asamblea que había en Troas, el apóstol Pablo de viaje, esperó, a propósito, siete días para poder estar con ellos el primer día de la semana en esa asamblea para celebrar la Cena del Señor.
No lo hizo en el barco, o en alguna otra parte del viaje, sino asociado con una asamblea.
Y por supuesto, en la 1 de Corintios, en la constitución de la iglesia local, es en esta carta donde tenemos mayormente la enseñanza de la Cena del Señor.
En el capítulo 10 y 11, tenemos 5 párrafos donde se hace mención del Pan y la Copa, o de "comer y beber" en relación a la Cena del Señor.
Vamos a considerar estos 5 párrafos, primeramente capítulo 11:20-22, leemos:
1Co 11:20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.
1Co 11:21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
1Co 11:22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.
Aquí tenemos los excesos en la Cena.
Excesos que estaban ocurriendo en la asamblea de Corinto en relación a la Cena del Señor; luego, en el próximo párrafo, del 23 al 26, leemos:
1Co 11:23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;
1Co 11:24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
1Co 11:25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto(D) en mi sangre;(E) haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
1Co 11:26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
Aquí tenemos la enseñanza que el apóstol Pablo había dado, recordando a los Corintios en relación a la Cena del Señor.
Luego, siguiendo con el versículo 27 hasta el 34 tenemos otro párrafo donde se nos habla del ejercicio necesario para celebrar la Cena del Señor, el examen de corazón para estar en condiciones de participar del Pan y de la Copa con su contenido de vino.
Ahora, en el capítulo 10 del 15-17, leemos:
1Co 10:15 Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.
1Co 10:16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?(K)
1Co 10:17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
Aquí vemos que la Cena del Señor es una expresión de comunión y finalmente otro párrafo del 18 al 22, leemos:
1Co 10:18 Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?
1Co 10:19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?
1Co 10:20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios;(M) y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
1Co 10:21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
1Co 10:22 ¿O provocaremos a celos al Señor?(N) ¿Somos más fuertes que él?
Donde se nos enseña de la exclusividad de la Cena del Señor.
Con la ayuda del Señor, vamos a decir algunas cosas en relación con estos 5 párrafos.
Comenzando entonces con la porción del capítulo 11, es muy triste, que en la historia de la Iglesia, se estaba presentando en la asamblea de Corinto, estas graves fallas en cuanto a la Cena del Señor.
De tal manera, que el apóstol se ve obligado a decirles, que lo que ellos estaban haciendo, no se puede llamar la Cena del Señor:
1Co 11:20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.
La Cena del Señor esta revestida con toda la dignidad de nuestro Señor Jesucristo, al contemplar, por medio de los símbolos del Pan y la Copa con contenido de vino, su pasión, angustia y muerte como el precio pagado por nuestra Justificación, leemos:
2Co 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Allí en Corinto no habían entendido la solemnidad y seriedad de este culto de adoración al Señor, por lo tanto, Dios hizo juicio sobre los hermanos que estaban participando de la Cena indignamente, leemos:
1Co 11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
1Co 11:30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
Ya es madrugada aquí en Venezuela.
Luego proseguimos.
(Continuará)