[Ahora bien, hubiera sido muy satisfactorio para Dios, si TODO ISRAEL (nacional) se hubiera arrepentido de sus pecados y hubieran mostrado la fe en su Hijo, pero muchos no lo aceptarían como el Mesías, ya estaba profetizado. Una de ellas señala cómo lo considerarían quienes cerraran los ojos a la evidencia: “Fue despreciado [...] como [si fuera] de ninguna importancia” (Isa. 53:3; Mar. 9:12). No obstante, el salmista había indicado por inspiración: “La piedra que los edificadores rechazaron ha llegado a ser cabeza del ángulo. Esto ha venido a ser de parte de Jehová” (Sal. 118:22, 23). Jesús se aplicó a sí mismo estas palabras cuando habló con sus enemigos, y Pedro también reconoció que se cumplían en Cristo al decir: “¿Nunca leyeron esta escritura: ‘La piedra que los edificadores rechazaron, esta ha llegado a ser la principal piedra angular. [SUP]11[/SUP] De parte de Jehová ha venido a ser esto, y es maravilloso a nuestros ojos’?” (Marcos: 12:10,11; y Pedro todavía disipó cualquier duda que alguien pudiese tener acerca de si Israel aceptaría o no al Mesías enviado específicamente a ellos y no solamente a sus gobernantes, algo que tú aún no aceptas al creer, que al hablar con los fariseos, Jesús se estaba dirigiendo únicamente a ellos. Veamos el relato claro y directo del apóstol Pedro:
[SUP]“[/SUP]Entonces, mientras el hombre tenía asidos a Pedro y a Juan,todo el pueblo, sorprendido casi fuera de sí, concurrió a ellos en lo que se llamaba la columnata de Salomón. [SUP]12[/SUP] Al ver esto Pedro, dijo al pueblo: “Varones de Israel, ¿por qué están admirados de esto, o por qué nos miran con fijeza como si fuera por poder personal o devoción piadosa que hubiéramos hecho que él anduviera? [SUP]13[/SUP] El Dios de Abrahán y de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su Siervo, Jesús, a quien ustedes, por su parte, entregaron y repudiaron ante el rostro de Pilato, cuando él había decidido ponerlo en libertad. [SUP]14[/SUP] Sí, ustedes repudiaron a aquel santo y justo, y pidieron que se les concediera de gracia un varón, un asesino, (¿QUIÉNES SEGÚN PEDRO ERAN LOS QUE REPUDIARON AL JUSTO, SÓLO LOS PRINCIPALES SACERDOTES O EL PUEBLO EN GENERAL?) mientras que mataron al Agente Principal de la vida. Pero Dios lo ha levantado de entre los muertos, del cual hecho nosotros somos testigos. [SUP]16[/SUP] Por consiguiente, su nombre, por [nuestra] fe en su nombre, ha hecho fuerte a este hombre a quien ustedes contemplan y conocen, y la fe que es mediante él ha dado al hombre esta completa sanidad a vista de todos ustedes. [SUP]17[/SUP] Y ahora, hermanos, yo sé que obraron por ignorancia, así como también lo hicieron sus gobernantes. (MÁS CLARO, IMPOSIBLE!!! Hech. 3:11-17).
Te pregunto David ¿Quiénes dice Pedro que “obraron en ignorancia”? ¿Quiénes “también” siguieron el ejemplo del “populacho”? De manera que Pedro aclara nuestra polémica acerca de a quién se refería Jesús cuando habló de que “el Reino de Dios les será quitado a ustedes”. ¿Captas la enseñanza?
Ciertamente, el Hijo de Dios se convirtió en la “piedra angular de fundamento y de tropiezo”, o sea, la base sobre la que se construiría la congregación de cristianos ungidos. Esta piedra fue “rechazada, es verdad, por los hombres [incrédulos], (TANTO JUDÍOS COMO GENTILES) pero [resultó] escogida, preciosa, para con Dios” (1 Ped. 2:4-6).
Pues es muy difícil imaginarse únicamente a unos cuantos fariseos y principales sacerdotes del pueblo frente a Pilato en un acontecimiento tan trascendental y no creo que “desapercibido” para que todo el pueblo no estuviese concentrado en el juicio “más importante de la historia”, aunque entonces quizás no lo veían así, pero sí se trataba de un acontecimiento como pocos; un caso bien “sonado” aún entre Israel, de un profeta que anduvo por toda la tierra “haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo”. Ni creo que eran “4 gatos” del pueblo que no pudieron imponerse contra 1000, 2000, 3000 o 5000???? fariseos dispuestos a empalar a Jesús. Allí estaba “todo el pueblo reunido” (entiéndase como todo el pueblo pues la mayoría, porque no podían, literalmente, estar presente millones de ellos que quizás ni siquiera habían podido oír hablar del Mesías prometido según su ley.
De manera que no somos nosotros los que, “contra todo pronóstico” como dices, nos apartamos del contexto de nada. Te he demostrado claramente con los textos citados arriba, si el rechazo era del pueblo o simplemente de sus guías. Aquellos sacerdotes que hablaban con Jesús, en realidad sí representaban al Pueblo desde la óptica del Señor, y los apóstoles lo entendieron también así.
Atentos saludos.
