Re: Palabras de san Agustin a los que se separan de la Iglesia Católica
Por que dices "propiedad de los papístas" nunca lo exprese de esa forma, dije simplemente que la Iglesia es Una asi como Jesus es Uno, y ello lo expresa el Credo de Nicea que nos habla en forma resumida del misterio de la Encarnacion y la Naturaleza de Nuestro Señor, que la voluntad de Dios no es que la Iglesia este diseminada, que el hecho de que la Iglesia este fragmentada es un accidente y no su naturaleza, como lo queria expresar Mapzero, hay una doctrina, hay una fe que es la de los Apostoles, esa es la que se ha transmitido y esa es la que hay que seguir, no pretendo hacer aspavientos de Ortodoxia, ni venir con un martillo, simplemente de decir hay Una Verdad, que puede ser diferente a Mi verdad, por muy sincero que yo sea, yo quizas estoy equivocado en todo lo que he dicho, pero lo unico que se es que hay Una Verdad que no es mia y viene de Dios, y esa Verdad es la que yo busco.
Cuando me equivoco me gozo en reconocerlo. Usé un tono inapropiado, muy fuerte y me desvié del tema (me pasa en estos debates...)
Es una lástima que no dejases una línea de puntos debajo de este mensaje para que así pudiese firmarlo, pues estoy totalmente de acuerdo con lo que expones. Vuelve a escribirlo y lo firmo, jejeje. Me gusta lo de considerar la división de la Iglesia como un accidente y no como parte de su sustancia; es un uso muy elegante de conceptos aristotélicos que encajan a la perfección con la Verdad revelada en la Sagrada Escritura y con los santos concilios universales de Nicea y Constantinópolis (con los que me identifico incondicionalmente como ya sabréis los que me conocéis).
Es así. La unicidad de la Iglesia está garantizada en el sólo rebaño del solo pastor que es Cristo Jesús, en el cual místicamente participan - de su carne y sangre, en la misma viña - todos los que en Él creen, están bautizados o tienen deseo de hacerlo y son sus amigos (discípulos). La situación de separación la hemos establecido nosotros, con culpa nuestra (jamás de Dios) y sin que sea momento de buscar culpables, deberíamos orar incesantemente por resolver cualquier amargura, disputa, recelo o falta de entendimiento (esto último es el 90%) con amor a la Verdad que es Cristo (no amor a "iglesias" o "costumbres"). El Espíritu santo hace todas las cosas nuevas, las regenera, las limpia, las sostiene, las encamina, etc... Será el Espíritu Santo el que nos lleve a la unidad, de eso estoy seguro, plenamente seguro.
Como un pequeño detalle que ilustra ésto (y con ello no digo que sea el camino que hay que seguir) yo admiro a la Renovación Carismática, que debe ser de las pocas cosas, que ha acontecido entre evangélicos, protestantes históricos y católicos, de una forma espontánea, sin políticas, etc... Pero sólo es una idea peregrina.
También es digno de mención que la mayoría de las Iglesias evangélicas y también las protestantes históricas ya no nos acantonamos tanto en los slogans protestantes del siglo XVI, sino que lo que se respira es más bien una auténtica preocupación por hacer discípulos de Cristo, vivir en la santidad, adorar y alabar a Dios, conocerle, la vida interior, etc... Y me consta que muchos católicos también van superando poco a poco los anatemas tridentinos y el inmovilismo doctrinal (que la mayoría de las veces, no es más que inmovilismo "lingüístico" cuando quieren decir lo mismo) y se preocupan por temas similares. Yo veo un reto en el siglo XXI que va ser simplemente sobrevivir como Hijos de Dios en un mundo que se distancia cada vez más de Dios, un volver espiritual a las catacumbas, que nos vendría genial.
Un abrazo.