Muy bonita toda su explicación, que la mayor parte sobra, pero no responde a la pregunta, la cual dependiendo la respuesta trae un interrogante mayor y más profundo y delicado.Aunque Dios había promulgado leyes específicas en contra del espiritismo, los médium espiritistas aparecían de vez en cuando en la tierra de Israel.
Tal vez eran extranjeros que habían ido al país o personas a quienes los israelitas no habían dado muerte.
El rey Saúl los eliminó del país durante su reinado, pero más tarde, para finales de su gobernación, volvieron a aparecer algunos médium espiritistas.
Saúl demostró cuánto se había alejado de Dios al consultar ‘en En-dor a una mujer que era perita en mediación espiritista’.1Sa 28:3, 7-10.
Para cuando Saúl fue a la médium, hacía algún tiempo que Jehová le había retirado Su espíritu, y ya no respondía sus preguntas ni mediante sueños ni mediante el Urim (utilizado por el sumo sacerdote) ni mediante los profetas. 1Sa 28:6.
Dios ya no quería tener nada que ver con él, y el profeta Samuel no le había visto por un largo período de tiempo, desde antes de ungir a David como rey.
Por lo tanto, no sería razonable pensar que Samuel, aun si estuviera vivo, volviera entonces para dar consejo a Saúl.
Y seguro que Dios no haría que Samuel, a quien no había enviado en vida para hablar con Saúl, volviese entonces de los muertos para hablar con él. 1Sa 15:35.
La posterior declaración de Jehová mediante Isaías muestra que no aprobaba la acción de Saúl ni cooperaría de ninguna manera con ella:
“Y en caso de que les digan: ‘Recurran a los médium espiritistas o a los que tienen espíritu de predicción, que están chirriando y profiriendo expresiones en voz baja’, ¿no es a su Dios a quien debe recurrir cualquier pueblo? ¿Debe recurrirse a personas muertas en pro de personas vivas? ¡A la ley y a la atestación!”. Isa 8:19, 20.
Gracia y paz