Y por acá todos saben de tu carácter maledicente...
Hablaron mal del Señor, no van hacer con sus redimidos, más bien preocúpese, si algún día reconoce lo blasfemo de su conducta, procurando socavar la Altísima Dignidad, del Creador de todas las cosas, solo porque se hizo hombre, para llevar a cabo la Obra de la Redención.
¿Qué podrías entender lo que dicen las escrituras?
Depende de que lado te colocas.
Si lo haces dentro del Rabinismo moderno, entendido como la descendencia espiritual de aquellos, para quienes las Palabras del Señor, le eran un escándalo... y las torcían y les daban significados completamente distintos, para acusarle mediante la infame calumnia.
Pero si algún día te colocas dentro del nivel de la gente común, de los pecadores normales, que al mirar a la Cruz, lo que observan es un acto de Amor Sin Límites, por una raza caída en el pecado, reos al infierno.
Es, en esta última instancia, que jamás podremos cuestionar la Altísima Dignidad del Creador del Cosmos, y más bien, aparte de colocar la mano sobre la boca, como hizo Job, cuando se le hizo esta pregunta:
Job 40:2 ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente?
Job 40:4 He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé?
Mi mano pongo sobre mi boca.
Lo hizo después de no hallar respuesta a estos interrogantes:
Job 38:4 ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?
Házmelo saber, si tienes inteligencia.
Job 38:31 ¿Podrás tú atar los lazos de las Pléyades,
O desatarás las ligaduras de Orión?
Job 38:32 ¿Sacarás tú a su tiempo las constelaciones de los cielos,
O guiarás a la Osa Mayor con sus hijos?
NO TE PONGAS DEL LADO DEL RABINISMO
Ponte del lado de Job, que es el lado nuestro.
Es una insensatez pretender encasillar al Altísimo, dentro de la limitada y pervertida mente de la criatura, para hacer a un lado sus claras enseñanzas sobre la vida más allá de la muerte.
Sal 48:14 Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
El nos guiará aun más allá de la muerte.
Esta declaración involucra tanto al que ha sido Justificado en el altar de la cruz (2Cor.5:21), como al impío incrédulo que hizo su propia voluntad aquí en la tierra, sin ningún temor ni respeto por el Juicio venidero, ambas conductas, poseen el sello de la eternidad, como está escrito:
Mat 25:46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Lo invito a que deponga su aborrecimiento contra este servidor de Cristo, un odio cimentado en el rechazo frontal, directo, y franco, de toda enseñanza que pretenda invalidar a Jesús como Dios, y darle una interpretación torcida al carácter eterno de la vida más allá de la muerte.
Hace más volviéndose al Cristo de las Escrituras, que seguir pregonando ese cristo de plástico, que le vendieron en el mundo denominacional.