Qué parte no entiendes?
Ya te he dicho que todos los muertos resucitarán,
Esto lleva un orden:
Cristo, las primicias, el Primogénito de los muertos, luego los muertos en Cristo, esta es la primera resurrección, luego al final del milenio los impios.
Todo esto ya lo sabes.
Lo que no quieres entender es que unos ( los que tienen parte en la primera resurrección son los bienaventurados que iran al gozo eterno), pero los que no tuvieron parte en la primera resurrección resucitarán para juicio “volverán a vivir” e irán al tormento eterno.
Así que resucitarán unos y otros.
Los primeros irán ya resucitados a “la vida eterna”, los otros a “la muerte segunda”.
Ambos destinos, son estados para el resto de la eternidad.
Los primeros permanecerán en la presencia de Dios, no habrá más lágrimas, alabaran a Dios, estarán en el gozo del Señor, ya resucitados en un cuerpo glorificado preparado para la eternidad.Estarán en plenitud total, es correcto llamarles “vivos”, “vida eterna”, pues Dios es Dios de vivos.
Los segundos permanecerán separados de la presencia de Dios, en lloro y crujir de dientes, en un estado de confusión perpetua, ya resucitados en un cuerpo preparado para sufrir su castigo en el Lago de Fuego. Estarán en vergüenza total. De ellos es correcto llamarles “muertos”, “muerte eterna”.
Lamentablemente, al no entender ni aceptar lo segundo, prefieres creer que “la muerte segunda” es sinónimo de inexistencia, pero eso no es correcto.
La muerte segunda no es un desintegrador de cuerpos resucitados ni un eliminador de espíritus, ni un supresor de almas.
Nada, absolutamente nada de lo creado desaparece, solo se transforma: así el gusano del hombre pueda ser transformado (metanoia) en una bella mariposa, hasta la estatura de un Varón Perfecto o se quede como solo un gusano.
Las palabras “no morirán”, terminan siendo una falacia, pues al final, lamentablemente aunque muchos sean llamados, son pocos los escogidos y estrecho es el Camino que lleva a la Vida Eterna” y quien no está inscrito en El Libro de la Vida, aunque “tenga signos vitales”, está muerto.
Por esto es incorrecto referirse en términos de “vida” a lo que es “muerte”.
Y, una vez dicho esto, considero haber dicho todo cuanto tenía que decir.
