Al decir que EL GUSANO DE ELLOS NUNCA MUERE no se esta refiriendo la palabra a los gusanos que devoran la carne putrefacta, sino a este tipo de gusano:
"No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor."
El gusano al que hace referencia aquel pasaje es al gusano del que salen todas las generaciones de los malos y trasmiten su pecado de generación en generación.
"Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación."
Isa 41:14 No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor.
Tal vez, la primera inquietud que pudiera generar este versículo es:
¿Por qué Dios llama a su pueblo terrenal, a la nación de Israel: “gusano de Jacob”?
Permítanme decir que esta palabra “gusano” que inicialmente pudiese tener un sentido despectivo en este texto y en este contexto, esa es la misma palabra usada para referirse al Señor cuando él dice en uno de los Salmos:
Sal_22:6 Más yo soy gusano, y no hombre;
Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
Hemos oído que ese “gusano” no es un gusano de la putrefacción, sino el gusano carmesí repleto de una sustancia roja que se usaba como tinta para colorear de ese color las ropas de los reyes.
Este gusano, hembra, escarlata, adhería su cuerpo al tallo del árbol y allí quedaba fija tan fuertemente para nunca más salir.
Ella moriría allí, pero protegería sus embriones que nacerían bajo su cuerpo carmesí. Los huevos eran allí depositados mientras el cuerpo del gusano se secaba.
Así, ¡de la muerte de un gusano, nacería otros!
Pero, lo increíble es que, al sacarla de la madera del árbol, se veía la marca roja del gusano que dejaba en el tallo. Su muerte dejaba una mancha carmesí imprimida en el tronco del árbol.
¡Su pintura serviría de un recuerdo de la vida que nace de la muerte!
Esto nos indica que el Señor, aún en su humillación, mantuvo su dignidad, por cuanto la referencia no es al gusano propio de la putrefacción, sino a un gusano carmesí que da vida a sus hijos con su muerte, porque después de que muere, las crías se alimentan con su cuerpo.
El Señor mismo se humilló al humanarse, el Creador en manos de la criatura, sufriendo de parte de la soberbia humana, sufriendo la humillación y él se sujetó a esa humillación.
De manera que cuando leemos “No temas, gusano de Jacob” es para referirse a la debilidad, a la pequeñez, a la fragilidad de aquel pueblo, humanamente hablando, en medio del contexto de las naciones enemigas que han querido a través de los siglos, y que quieren, en el día de hoy, borrar del mapa a esa pequeña nación.
El mundo ignora, que Dios se ha comprometido, de tal manera, en asegurar la existencia de esta nación, que primero ocurre un caos cósmico, donde los astros se salen de sus órbitas, antes que Israel deje de ser nación eternamente y para siempre, leemos:
Jer 31:35 Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre:
Jer 31:36
SI FALTAREN ESTAS LEYES DELANTE DE MÍ, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente.
Recordemos que el nombre de Jacob tiene que ver con la primera etapa de la vida de este varón de Dios que vivió en la debilidad de la carne y cuyo nombre significa “engañador”, uno que en su debilidad estaba preso y sujeto a sus humanas pasiones, pero llegó un momento cuando hubo una restauración y entonces Dios le cambia el nombre a Israel, porque este nombre significa “el soldado de Dios” o “el que lucha con Dios”, con la fuerza que Dios da.
De modo que el nombre “Jacob” también es un nombre que alude a la debilidad.
También dice Isaías:
“oh vosotros los pocos de Israel”
Débiles y pocos, expuestos al daño de otros como un pequeño “gusano”.
¿Pero qué es lo que está diciendo Dios a ese gusano de Jacob, inferior en fuerza, en poder y en cantidad en referencia a las naciones?
… Dios les está diciendo, no temas:
“yo soy tu socorro, dice Jehová”
“El Santo de Israel es tu Redentor”.
Dios se está presentando como el protector, no de Jacob, sino como El santo de Israel, su Redentor.
Aquí vemos un aspecto profético, porque:
¿En qué sentido Dios es el Redentor de la nación de Israel?
Sin temor a equivocarnos, tenemos que decir que es en el mismo sentido que es nuestro Redentor, en lo que se refiere a la Iglesia que él amó y que él compró al precio de su sangre, más adelante se ve la restauración de Israel y uno sabe que la nación redimida, la nación restaurada, la nación que va a ser cabeza de naciones, en un futuro, después que la Iglesia sea levantada al cielo, esta nación va a ser salva y va a ser redimida por el mismo precio que hemos sido redimidos nosotros.
El profeta Zacarías dice que “mirarán al que traspasaron”, leemos:
Zac_12:10 Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí,
a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
Cada familia, cada hombre, cada mujer, va a tener que decir como si estuviésemos al pie de la cruz, mirando al que traspasaron:
“Fue por mí, sí fue por mí, que agonizó él allí en el altar de la cruz”
De manera que el Santo de Israel, como nuestro Redentor, tiene un contenido profético desde Isaías 41:14, en un futuro, a la cruz, desde allí, estaba mostrando que la redención de ese pueblo iba a ser el precio de la sangre de la cruz.
Entonces, aunque Dios está llamando a su pueblo “gusano” y está diciendo “los pocos de Israel”, llegará el momento cuando:
Isa 41:15 He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes, y los molerás, y collados reducirás a tamo
Isa 41:16 Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino; pero tú te regocijarás en Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel.
Este gusano, débil, afligido, estos pocos de Israel, llegará el momento cuando ellos tendrán la victoria completa contra sus enemigos.
Prevalecerán sobre sus enemigos.
Uno pudiera relacionar aquella expresión que dijo el Señor acerca de su Iglesia, que las “puertas del Hades no prevalecerán contra ella”; uno pudiera también decir sobre Israel, que los enemigos no prevalecerán. Pues, así como la iglesia es indestructible, porque está basada en su fundamento, que es Cristo (1Cor. 3:11), así también Israel es indestructible, está fundado sobre las promesas firmes de Dios que no miente al pasar por el fuego de la prueba, pero qué a su pueblo en debilidad el Señor lo va a convertir en “trillo de las naciones”, leemos:
Isa 41:20 para que vean y conozcan, y adviertan y entiendan todos, que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo creó.
De manera que Dios va a poner a este pueblo “gusano de Jacob” “los pocos de Israel” los va a llevar a prevalecer sobre sus enemigos, los va a trillar y serán un canal de Dios para mostrar el poder y la majestad de él a todas las naciones.
La lección sobre lo que significa "gusano de Jacob", es tan evidente y tan sencilla, pero tan gloriosa, donde contemplamos, al Santo de Israel, como el Dios que hace de lo débil, fuerte; es el Dios que puede hacer de lo pequeño, grandezas, para su propia gloria, para manifestar su poder y su grandeza y en tal manifestación la Iglesia ocupará un lugar especial, como la Esposa del Cordero.
Queda, pues, esclarecido este burdo significado, que no se ajusta, en ningún momento, al sentido espiritual que la misma Escritura le adjudica:
El gusano al que hace referencia aquel pasaje es al gusano del que salen todas las generaciones de los malos y trasmiten su pecado de generación en generación.