Te refieres al “gusano” del hombre, ese es su nombre. Este no muere, aún esté en tormento en El Lago de Fuego.
Pero de eso a decir que “los muertos vivirán eternamente”, o “tienen la vida”, y términos relacionados a “La Vida”, cuando están en La Muerte Segunda, no es correcto.
En tu afán por pretender que La Muerte Segunda es desaparecer, has querido llamar a este estado “vida” adjudicando a quienes creemos en el tormento eterno que los impios “no morirán”
Pero eso no es lo decimos ninguno de nosotros, pues sabemos bien que, para Dios ellos están muertos y ese es su nombre y su estado. Así se les llama, independientemente de que, como en la historia del rico y de Lázaro, sientan, recuerden o sufran.
Así, es falso el argumento de que, quienes creemos en el tormento eterno digamos o “creamos el argumento del diablo”. Argumento y contrargumento que ha sido mal usado por ti y por Loayza en repetidas ocasiones, pero que por ningún motivo esgrimimos quienes creemos en el tormento eterno en el Lago de Fuego.
Dices de mi:
“si tú crees que está muerte no matará a los impíos”
Aclaro, para evitar re-interpretaciones que, yo no he dicho eso, tu si.
Te explico,
La muerte segunda no es un misil que reduce a la inexistencia y desaparece al gusano del hombre, ni su espíritu, sino La Muerte Segunda es un estado de eterna confusión, lloro y crujir de dientes, apartados de Dios, en un tormento cuyo humo sube por los siglos de los siglos.
A este estado la Biblia le llama por su nombre: “El Lago de Fuego” o “La Muerte Segunda”, no “vida”, ni “deben estar vivos”, ni “deben tener signos vitales”, ni “quieres decir que vivirán eternamente”, ni “le das la razón al diablo pues no morirán”, ni cualquiera otra cosa que se te ocurra poner en boca de otros.
Espero ser claro.
