Según la TEORÍA de la aniquilación el alma y el espíritu mueren, desaparecen entonces resulta imposible “resucitar”, al menos la misma persona.
De desaparecer el espíritu y el alma, habría resucitado OTRO Cristo. Pero Jesucristo es el mismo hoy y siempre.
Lo que no entienden los de las sectas russellita y adventista, es que el modelo de resurrección es Jesucristo mismo, Primogénito de los muertos:
El espíritu de Cristo fue encomendado al Padre, fue vivificado en el espíritu y luego resucitó en carne y huesos en un cuerpo glorificado.
Este es un muy buen punto y estoy de acuerdo contigo.
Les comparto el siguiente tip como ex-adventista por si el hermano
@-Marcelino- ofrece un argumento como el que voy a dar.
La doctrina adventista no afirma que cuando uno muere su espíritu desaparezca. Tan solo afirma que la persona está "inconsciente".
Es decir, que Dios puede hacer el
uploading de todo el contenido de tus recuerdos, emociones, pensamientos, etc. para luego, en la resurrección, hacer el
downloading de tal información a tu cuerpo glorificado.
El punto débil de tal argumento es que parece indicar que la conciencia es producto únicamente de la actividad cerebral, mientras que el resto de las funciones corticales sí podría ser codificada y almacenada por Dios sin cerebro físico de por medio.
Curiosamente, según todo lo que sabemos de neurociencias, la conciencia es la función que más ha esquivado el estudio científico.
Nadie sabe cómo se produce la conciencia (o de hecho, qué es la conciencia). Podemos describir dónde se almacenan los recuerdos, dónde diversas emociones, dónde hacemos un cálculo aritmético o articulamos el lenguaje... pero la conciencia, es aún un misterio.
Por eso yo encuentro más lógico pensar que la suma de todos mis estados y fenómenos mentales resulta en mi conciencia. Y que por lo tanto, si Dios rescata o hace el
uploading de mis estados mentales, vaya junto con ellos mi conciencia, y por lo tanto, que las almas estén conscientes aunque el cerebro ya haya muerto.