Estimado hermano YEHOSHUA
Ya que haces referencia a ese tema, te deseo, para el momento en que el Señor lo disponga, una venturosa resurrección, pero te diré que tal vez —sólo tal vez— sería conveniente que pienses en lo que te mencioné en el mensaje # 134, que se encuentra en la página 7.
Y te diré que considero conveniente refrescarte eso, ya que el “silencio”, por más pretendida ocupación que puedas tener, y que te insuma “tanto tiempo”, significa incumplir con un elemental deber de caridad cristiana.
Y, para evitarte que malgastes tu “valioso tiempo”, volviendo a la mencionada página 7 para releer mi mensaje, me permito transcribirte la parte más importante del mismo.
«… todos los que podrían expresarse de esa forma despectiva sobre mis ideas, pretendiendo “explicar” la razón por la que no responden a la propuesta que efectúo, no pueden desconocer su OBLIGACIÓN (obvio, desde un punto de vista moral) de señalarme, en forma clara y concreta, en qué consisten los “errores” que, según ellos tendrían mis pensamientos, ya que así colaborarían conmigo para ayudarme a salir de mi “equivocación”.
Y deberían hacerlo cumpliendo con un elemental deber de caridad cristiana dado que, cuando uno ve que alguien comete un pecado, una falta, un error, DEBE (no “puede”, DEBE, es un mandato imperativo de la caridad cristiana) procurar que modifique su actitud, por cuanto así está expresamente indicado, no sólo en lo que solemos llamar “corrección fraterna” (Mt.18,15 Lc.17,3) —pasaje que podrían alegar que se refiere únicamente al “pecado”— sino por cuanto, la necesidad de señalar hasta los “simples errores” surge también, y como mínimo, de dos Epístolas de Pablo ya que éste afirma "Hermanos, aun cuando alguno incurra en una falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre" (Gal.6,1) y también cuando expresa "La palabra de Cristo habite en vosotros con toda su riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría" (Col.3,16).
Por lo menos, así figura —palabra más, palabra menos—en todas las traducciones de la Biblia que yo tengo (y que son unas cuantas) por lo cual supongo que también debe constar en las que utilizan ellos.
Pero además les adelanté que existe otra razón para que yo —o cualquier otro— pueda “reclamar” legítimamente esa “corrección”, ya que esa es una doctrina muy vieja, que podemos encontrar en el Antiguo Testamento, pues el Profeta Ezequiel —y obviamente, como disposición de Dios— señala "Cuando yo diga al malvado: «vas a morir», si tú no le adviertes, si no hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, a fin de que viva, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti. Si por el contrario adviertes al malvado y él no se aparta de su maldad y de su mala conducta, morirá él por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida" (3,17-18) instrucción que, por otra parte, se limita a “repetir” lo que consta en el Levítico al decir "no odies en tu corazón a tu hermano, pero corrige a tu prójimo, para que no te cargues con pecado por su causa" (19,11) lo cual me exime de dar mayores argumentos, con respecto a cuáles son las razones que me llevan a tener esa idea, referida a que ALGUIEN DEBERÍA haberse tomado la molestia de “intentar sacarme” de mi error.»
Cordiales saludos
MARANA-THA
Mario