La hipótesis más conocida sobre el origen de la palabra Jehová, indica que estaría al calcar erróneamente la grafía alemana en que la “J” representa el mismo fonema (la consonante aproximante palatal), indefinida) que la “i” española, lo mismo que ocurre con el nombre “Jesús” (en hebreo Yeshua' o Yehosh'ua), o Jeremías (en hebreo Yirmeyahu) y otros, que usamos frecuentemente sin problemas a pesar del cambio de Y a J. La elección de una forma escrita u otra se debe por lo general a motivos históricos. En español, las ediciones católicas del texto bíblico que no usan sustitutivos como “Señor” o “Dios”, optan por Yahveh. En cambio las ediciones protestantes que muestran el Tetragrámaton emplean Jehová.
Luego citando del libro “De l'harmonie entre l'église et la synagogue” (De la armonía entre la iglesia y la sinagoga) por el rabino Paul Drach editado en 1842, explica que la pronunciación Yehovah era lógica porque "estaba en el acuerdo con el principio de todos los nombres teofóricos”, en contraposición con Yahvé que era la forma samaritana. Referente a la terminación "ah" por lo general representa el femenino en hebreo, como Sarah o Deborah, sin embargo esto no es definitivo pues palabras como Yehudah (Judá), y Yonah (Jonás) tienen la misma terminación siendo claramente masculinas.
Aun así no todos los expertos están de acuerdo con esta última declaración. Con respecto a ello, el profesor Gérard Gertoux indica que el término jahu (Yahu) significa Yah mismo y ja (Yah) es una abreviatura del nombre, con lo cual la forma Jehová aún podría ser posible.
En el texto hebreo hoy, en su mayor parte el Nombre Divino se ha conservado en su forma original en los antiguos manuscritos hebreos, por ejemplo el Códice de Leningrado (texto conservado en Rusia), utilizado para la Biblia Hebraica (o “BHS”), el Tetragrámaton aparece 6.828 veces y está marcado con puntos equivalentes a vocales de modo que lea Yehwáh, Yehwíh y varias veces Yehowáh, como por ejemplo en Génesis 3:14.
Y, para aclaración de algunos foristas “anti-testigos” del foro (jeje), me permito indicar que la pronunciación “oficial” de la WT sobre el Nombre “JEHOVA”, indicando que no se conoce a “ciencia cierta” si es o no la pronunciación correcta, no descalifica, del todo, que lo sea. Es decir, que no se conozca con la exactitud la pronunciación del Nombre de Dios no significa que entonces no hay que usarlo del todo y tampoco que “JEHOVA” esté totalmente equivocado, sólo porque existe una gran mayoría de eruditos que así lo afirmen.
Interesante tema del epígrafe y desde ya estoy “ansioso” por conocer esas pruebas que tiene el forista Manuel a lo que le animo, a la mayor brevedad posible, las exponga para “alabanza” de unos y “desilusión” de otros.
Adelante mi estimado Manuel, que yo también estoy ansioso por conocer tus conclusiones finales.
Mis respetos.