"MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

ha traido pruebas de que la vocalización más popular y más frecuente del nombre de Dios es Jehova.
Qué bueno que lo admitió, señor. Felicidades.


Una cosa es que yo afirme que a dios popularmente se le llama Jehova, otra que afirme que me guste llamar a dios Jehova y una muy diferente es decir que el nombre de dios es Jehova.
Y tiene usted toda la razón. Para allá vamos. No te me desesperes pérez.
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

Qué bueno que lo admitió, señor. Felicidades.



Y tiene usted toda la razón. Para allá vamos. No te me desesperes pérez.

pregunta a ver si tu respondes, Jesucristo uso el nombre de Jehova en su vida diaria ,en su predica ,en sus oraciones o solo lo uso cuando leia el AT?
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

pregunta a ver si tu respondes, Jesucristo uso el nombre de Jehova en su vida diaria ,en su predica ,en sus oraciones o solo lo uso cuando leia el AT?
Lo más seguro es que lo pronunció en todo momento. No estoy seguro. (Juan 21:25)
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

Lo más seguro es que lo pronunció en todo momento. No estoy seguro. (Juan 21:25)

Pues en los evagelios esta escrita gran parte de la vida de jesus , sus sermones , sus oraciones ,su vida y no hay nada, solo cita el nombre caundo lee el AT asi que no se por que dice usted que es lo mas seguro,
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

Entonces ahórrese sus palabras. Espero que haya entendido.


David Romero dijo:
Su argumento es que JEHOVA debe ser el nombre de Dios bajo el sustento de su popularidad. Ahí no hay nada que discutir. Es por eso que coca-cola es la bebida que más debemos tomar, Google el buscador de internet que debemos usar, facebook la red social que debemos usar, y Macdonalds la comida que debemos comer.




Manuel Barrón dijo:
Señor, me imagino que usted tiene un documento escrito antes del Siglo II que diga Google, facebook, coca-cola y McDonalds, ¿verdad?

Respuesta a la pregunta relevante

David Romero dijo:
No lo tengo, porque a diferencia de usted yo no soy quien afirma que la "popularidad" de algo es prueba de la veracidad de un argumento. En cambio usted afirma categóricamente que el nombre de Dios es Jehova y eso es usted quien debe probarlo.

Prueba irrefutable

Manuel Barrón dijo:
Entonces ahórrese sus palabras. Espero que haya entendido.

Espero que haya entendido.
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

Que no acepten las pruebas es otra cosa, es pertinacia.

¿Pruebas? ¿Repetir una misma cosa no es una prueba, es un mantra.

Eso aquí es lo de menos.

Como la cerrazón de mente es lo de menos; se han presentado pruebas sólidas y bien fundamentadas -incluso CON LAS ESCRITURAS- que demuestran que el nombre del Eterno NO ES "geobá".

A las almas sinceras de buen corazón sin duda les servirá mucho lo que se ha expuesto hasta ahora ¡¡y lo que viene en camino!!

Sí, más repetideras y mantras...

Tú no estás para el debate, sino para la no respuesta.
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

Esta es una de las pruebas que fueron presentadas:

...te muestro un recorte de una conocida revistita de farándula religiosa. Mira:


Adivina de qué organización es...

Como era de esperarse, manolín no estimó lo que el EFD ha emitido acerca de lo impreciso que resulta el nombre "geobá".
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

¿Sabes por qué lo digo? Porque aún no me has demostrado en qué parte de todo ésto está el nombre "geobá":

...Al que nos ama y nos ha liberado con su muerte de nuestros pecados, al que ha hecho de nosotros un reino y nos ha constituido sacerdotes para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder por siempre. Amén.

¡Miren cómo viene entre las nubes!
Todos lo verán,
incluso quienes lo traspasaron,
y todas las naciones de la tierra
prorrumpirán en llanto por su causa.
Sí. Amén.

“Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es, el que era y el que está a punto de llegar, el dueño de todo”.
Yo soy Juan, hermano de ustedes; unido a Jesús, participo con ustedes en el sufrimiento y en la espera paciente del Reino. Me hallaba desterrado en la isla de Patmos por haber proclamado la palabra de Dios y por haber dado testimonio de Jesús, cuando el día del Señor caí en éxtasis y oí a mi espalda una voz poderosa, como de trompeta, que ordenaba:

— Escribe en un libro todo lo que veas y envíalo a estas siete iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea.

Volví la cabeza para ver quién me hablaba; al volverme vi siete candeleros de oro, y en medio de ellos vi una especie de figura humana, vestida con larga túnica y una banda de oro ciñéndole el pecho. Los cabellos de su cabeza eran blancos como la lana blanca y como nieve; su mirada, como llama de fuego; sus pies, semejantes al bronce que se está fundiendo en el horno; y su voz, como fragor de aguas caudalosas. En su mano derecha tenía siete estrellas y de su boca salía una cortante espada de dos filos y su rostro era como el sol cuando brilla con todo su resplandor.

Apenas lo vi, caí fulminado a sus pies; pero él me tocó con su mano derecha y me dijo:

— No temas; yo soy el primero y el último. Yo soy el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre y tengo en mi poder las llaves de la muerte y del abismo...

...Después de todo esto tuve una visión. Vi una puerta abierta en el cielo, y aquella voz como de trompeta que me había hablado primero, me dijo:

— Sube aquí, que voy a mostrarte lo que tiene que suceder en adelante.

Al instante caí en éxtasis, y vi un trono colocado en medio del cielo y alguien sentado en él. El que estaba sentado resplandecía como el jaspe y el sardonio, mientras un halo de color esmeralda rodeaba el trono alrededor. Rodeando también el trono había otros veinticuatro tronos y, sentados en ellos, veinticuatro ancianos vestidos de blanco y ceñidas sus cabezas con coronas de oro. Relámpagos y truenos fragorosos salían del trono ante el que ardían siete lámparas, que eran los siete espíritus de Dios; y un mar transparente, como de cristal, se extendía también delante del trono. En medio del trono y a su alrededor había cuatro seres vivientes, todo ojos por delante y por detrás. El primero era semejante a un león; el segundo, como un toro; con rostro como de hombre el tercero; y el cuarto, semejante a un águila en pleno vuelo. Cada uno de los cuatro vivientes tenía seis alas y eran todo ojos por fuera y por dentro. Día y noche proclaman sin descanso:

Santo, santo, santo,
Señor Dios, dueño de todo,
el que era, el que es,
el que está a punto de llegar.

Y cada vez que los cuatro vivientes tributan gloria y honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por siempre, los veinticuatro ancianos caen de rodillas ante el que está sentado en el trono, adoran al que vive por siempre y arrojan sus coronas a los pies del trono, diciendo:

Señor y Dios nuestro:
¡Nadie como tú merece recibir
la gloria, el honor y el poder!
Porque tú has creado todas las cosas;
en tu designio existían,
y conforme a él fueron creadas.

En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un libro escrito por dentro y por fuera y sellado con siete sellos. Y vi también un ángel poderoso que clamaba con voz resonante:

— ¿Quién es digno de abrir el libro y romper sus sellos?

Y nadie, ni en el cielo, ni en la tierra, ni en los abismos, podía desenrollar el libro y ni siquiera mirarlo. Entonces rompí a llorar a lágrima viva porque nadie fue considerado digno de abrir el libro y ni siquiera de mirarlo. Pero uno de los ancianos me dijo:

— No llores. ¿No ves que ha salido victorioso el león de la tribu de Judá, el retoño de David? Él desenrollará el libro y romperá sus siete sellos.

Vi entonces, en medio, un Cordero que estaba entre el trono, los cuatro seres vivientes y los ancianos. Estaba en pie y mostraba señales de haber sido degollado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Se acercó el Cordero y recibió el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Apenas recibió el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero; todos tenían cítaras y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los santos. Y cantaban a coro este cántico nuevo:

Digno eres de recibir el libro
y romper sus sellos,
porque has sido degollado
y con tu sangre has adquirido para Dios
gentes de toda raza,
lengua, pueblo y nación,
y has constituido con ellas
un reino de sacerdotes
que servirán a nuestro Dios
y reinarán sobre la tierra.

Y escuché en la visión la voz de innumerables ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. Eran miles y miles, millones y millones, y proclamaban en un inmenso coro:

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza,
la sabiduría, la fuerza, el honor,
la gloria y la alabanza.

Y oí también que las criaturas todas del cielo y de la tierra, las que estaban debajo de la tierra y en el mar decían:

Alabanza, honor, gloria y poder
por los siglos sin fin
al que está sentado en el trono y al Cordero.

Los cuatro seres vivientes respondieron: “Amén”; y los ancianos se postraron en profunda adoración.

...Vi luego una muchedumbre inmensa, incontable. Gentes de toda nación, raza, pueblo y lengua; todos de pie delante del trono y del Cordero; todos vestidos con túnica blanca, llevando palmas en la mano y proclamando con voz poderosa:

— La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.

Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante del trono y adoraron a Dios, diciendo:

— Amén. A nuestro Dios la alabanza,
la gloria, la sabiduría,
la acción de gracias, el honor,
el poder y la fuerza por siempre. Amén.

Entonces, uno de los ancianos me preguntó:

— ¿Quiénes son y de dónde han venido estos de las túnicas blancas?
— Mi Señor -respondí-, tú eres quien lo sabe.
— Estos son -dijo él a su vez- los que han pasado por la gran persecución, los que han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, rindiéndole culto día y noche en su Templo; y el que está sentado en el trono los protege. Ya no volverán a sentir hambre ni sed ni el ardor agobiante del sol. El Cordero que está en medio del trono será su pastor, los conducirá a manantiales de aguas vivas, y Dios mismo enjugará toda lágrima de sus ojos.

Si no fueras un novato, entonces hallarías la respuesta pero fácil...
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

-Ay sí, yo no estoy tratando con tarugos...
-Pero yo sí... Si no, no estaría hablando contigo.

A ver, queremos ver tus obras de erudito... Sí, pero de las repetideras; como si usar el search fuese de escribir la primera bobería que uno tenga en la cabeza, y luego dices: Ah, qué chirindongo soy...

Pues fíjate que no. Con lo que te puse, te demuestro que eres un rústico más que de puro milagro sabe encender y apagar la computadora.
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

-Ay sí, yo no estoy tratando con tarugos...
-Pero yo sí... Si no, no estaría hablando contigo.
A ver, queremos ver tus obras de erudito... Sí, pero de las repetideras; como si usar el search fuese de escribir la primera bobería que uno tenga en la cabeza, y luego dices: Ah, qué chirindongo soy...
Pues fíjate que no. Con lo que te puse, te demuestro que eres un rústico más que de puro milagro sabe encender y apagar la computadora.

Horizonte,¿por qué llegar a este extremo tan incordial,siempre que se objeta algo en el cuál no estás de acuerdo?.
Yo muchas veces reflexiono y me pregunto,¿tengo yo falta de insultar,denigrar,descalificar a alguien porque tenga una creencia diferente a la mía?
Es verdad que tendo que luchar contra el falso conocimiento atrincherado durante muchos siglos,pero tengo que hacerlo con profundo respeto,si no de nada vale.
Sería como dos trozos de hierro sonando estruendosamente sin amor.
Si no tengo amor,nada soy.Y si doy todos mis bienes para alimentar a otros, y si entrego mi cuerpo, para jactarme, pero no tengo amor,de nada absolutamente me aprovecha.
He parafraseado las palabras de Pablo a los corintios.
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

EN la antigüedad los hebreos tenían en alta estima el nombre de Dios y lo usaban. Recibió prominencia en la Biblia, tanto que apareció casi 7.000 veces. El nombre de Dios estaba constantemente ante los adoradores verdaderos mientras ellos leían la “palabra” de Dios u oían su lectura. (Jos. 1:8; 8:34, 35) Por ejemplo, Moisés mandó al pueblo que se reuniera con regularidad para escuchar la lectura de la ley en Deuteronomio, y eso quería decir oír el nombre de Dios más de 500 veces. (Deu. 31:10-12) Además, parece que cada familia cantaba los Salmos 113 a 118 en cada Pascua. En tan solo los 29 versículos del Salmo 118, el nombre personal de Dios se cantaba 22 veces.
La Biblia los exhortaba a ‘invocar su nombre,’ y ‘amar su nombre.’ (Isa. 12:4; Sal. 69:36) A pesar de eso, en algún tiempo bastante posterior, supersticiosamente los judíos empezaron a evitar la pronunciación de ese nombre sagrado. Cuando leían la Biblia, al llegar a él, decían Adonay (Señor) o Elohim (Dios). Pero ¿por qué?
Algunos dicen que esto se debió a que temían usar mal el nombre sagrado de Dios. Es verdad que los Diez Mandamientos decían que su nombre no había de tomarse de manera indigna o vana. (Éxo. 20:7) Esto claramente excluía todo uso irrespetuoso o fraudulento del nombre. Y Levítico 24:16 mandaba que se diera muerte a todo el que abusara del nombre de Dios, fuera hebreo nativo o residente forastero. Pero eso significaba evitar el
abuso de él, no evitar el uso de él. Así, pues, la evidencia indica que durante gran parte del período bíblico los hebreos ordinarios sí usaron el nombre de Dios, tanto en las actividades religiosas como, respetuosamente, en los aspectos cotidianos de la vida.
Por ejemplo, en 1961 se descubrió una antigua cueva para entierros a 32 kilómetros al sudoeste de Jerusalén. Parece que la cueva es del tiempo del rey Ezequías (745-716 a. de la E.C.) En sus paredes había inscripciones hebreas en las cuales se usaba el Tetragrámaton, como “Jehová es el Dios de toda la tierra.” Y, en 1966, se publicó un informe acerca de tiestos o fragmentos de vasijas de barro con escritura que se encontraron en Arad, en la parte sur de Israel. Uno de ellos, que usted puede ver en la imagen más abajo era una carta privada, en hebreo, de un subordinado a Eliasib. La carta empieza así: “A mi señor Eliasib, pregunte Yavé por tu paz. Y ahora...”
Israel Exploration Journal, vol. 13, núm. 2, págs. 74-92; vol. 16, núm. 1, págs. 1-7.

Si en el tiempo de Jesús se esparcía la costumbre supersticiosa de evitar el nombre, eso no quiere decir que el nombre personal de Dios nunca se usaba. El el Dr. M. Reisel escribió al respecto: “El sumo sacerdote debe haber pronunciado el Tetragrámaton hasta la destrucción del Segundo Templo en 70 E.C.”
En cuanto a Jesús y sus apóstoles, ¿usaron ellos el nombre de Dios al escribir, hablar o al leer las Escrituras? Por ejemplo, ¿qué hay de la ocasión en la cual Jesús se puso de pie en la sinagoga de Nazaret y leyó Isaías 61:1? El Tetragrámaton aparece en el texto hebreo, que empieza así: “El espíritu del Señor Yahvéh está sobre mí” (Biblia de Jerusalén) ¿Cree usted que, hasta si algunos judíos supersticiosos optaban por no pronunciar el nombre divino, Jesús lo evitaría intencionalmente? Recuerde que él dijo: “He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo.”—Juan 17:6.
El relato de lo que Jesús dijo cuando leyó Isaías 61:1 se encuentra en Lucas 4:18, 19. Si usted busca estos versículos en cualquier versión española de extensa distribución que no sea la Traducción del Nuevo Mundo, no verá en ellos el nombre personal de Dios. En vez de eso, hallará que se presenta a Jesús dando esta lectura: “El Espíritu del Señor está sobre mí”—Versión Moderna.
¿Cree usted que eso fue lo que Jesús dijo?
A principios de 1961, un equipo de peritos salió a explorar cavernas en el prohibitivo Nahal Hever. Llevaban detectores de minas, máscaras contra el polvo, sogas y aparejos de paracaidista. Era una bajada peligrosa de 80 metros la que llevaba a la boca de la caverna número 8, a la cual se le dio el nuevo nombre de Caverna de los Horrores. Un paso en falso pudiera significar una caída de centenares de metros hasta las rocas abajo.
El horripilante nombre de Caverna de los Horrores vino de lo que los investigadores hallaron dentro... los esqueletos de unos 40 hombres, mujeres y niños. Habían sido seguidores del combatiente judío Bar Kokba, quien condujo una guerra contra Roma en 132 E.C. Se sugiere que posiblemente fueron atrapados allí por los romanos acampados en la parte superior del acantilado y que murieron de sed o hambre.
Pero usted quizás se pregunte qué tiene que ver todo esto con el asunto de si Jesús y los apóstoles usaron el nombre personal de Dios y, por extensión, si ese nombre debería estar en su Biblia o en sus labios. El eslabón que conecta estas cosas se halla en nueve pequeños fragmentos de pergamino, con escritura griega, que fueron desenterrados en la Caverna de los Horrores.
Cuando unos doctos estudiaron estos fragmentos, reconocieron que venían de un antiguo rollo de piel de los Doce Profetas (Oseas hasta Malaquías inclusive). Era un texto griego de entre 50 a. de la E.C. y 50 E.C. Ahora se conocía la fuente del rollo, la Caverna de los Horrores en el desierto de Judea. Aunque al principio usted quizás no vea la importancia de esto, es una clave de gran importancia en cuanto a si el nombre divino debería aparecer en su Biblia.
Para que esta clave tenga verdadero significado para usted, tenemos que considerar qué rollos les estaban disponibles a Jesús y sus apóstoles en el primer siglo E.C.
Los libros bíblicos desde Génesis hasta Malaquías inclusive se escribieron originalmente en hebreo, con porciones pequeñas en arameo. Sin embargo, cuando los judíos fueron dispersados por todo el mundo antiguo empezaron a usar el idioma internacional, el griego. Por eso, para aproximadamente 280 a. de la E.C., se empezó la traducción de las Escrituras Hebreas al griego, y se produjo lo que se conoce como la Versión de los Setenta (LXX) griega, también conocida como la Septuaginta.
Cuando Jesús empezó su ministerio, los judíos de habla griega daban uso extenso a esta versión. De la fraseología de los escritos de los apóstoles podemos percibir que estaban familiarizados con la Versión de los Setenta, y de seguro Jesús también lo estaba.
Pero ¿contenía aquella traducción griega el nombre de Dios? Los manuscritos más completos de la Versión de los Setenta que han sobrevivido, que son del siglo cuarto E.C., revelan una situación sorprendente. En cada caso en que la Biblia hebrea tenía el Tetragrámaton, la Versión de los Setenta griega puso las palabras “Dios” (Theos) y “Señor” (Kyrios). Por eso, el punto de vista del mundo de los doctos ha sido que Jesús y sus apóstoles no usaron el nombre personal de Dios. Se ha alegado que, cuando ellos leían o citaban de las Escrituras en hebreo, seguían la costumbre de pronunciar en vez del nombre de Dios las palabras para “Señor” o “Dios.” Y en cuanto al ejemplar de la Versión de los Setenta que usaron, ni siquiera contenía el Nombre.
Muchos teólogos se han apegado con confianza a este punto de vista. Pero ¿qué hay de la clave de Judea que vino de la Caverna de los Horrores?
Recuerde que la Caverna de los Horrores, en el desierto de Judea, había contenido algunos fragmentos en piel de la colección de los Doce Profetas de un rollo que había sido escrito para aproximadamente el tiempo del nacimiento de Jesús. Este rollo estaba en griego, en la forma de la Versión de los Setenta. Pero ¿qué hay del nombre de Dios? Note la reproducción que se muestra aquí.
¡Estos fragmentos provenientes del desierto de Judea contenían el nombre divino en un estilo antiguo de hebreo! Aunque el texto principal estaba en griego, se retuvo el nombre de Dios en letras hebreas. El título griego Kyrios NO había sido puesto en el lugar del Tetragrámaton, como se hizo en manuscritos de la Versión de los Setenta en siglos posteriores.
Entonces, más recientemente aún, otra clave importante ha recibido atención. Esta, también, tiene mucho que ver con el hecho de si el nombre de Dios debe estar en su Biblia o no, y, por eso, con el hecho de si usted debe estar usando ese nombre o no.
Esta clave salió a la luz en el Cairo.
Por otro lado, la clave egipcia consiste en muchos fragmentos de un antiguo rollo de papiro de Deuteronomio, que está alistado para reconocimiento en museos como el Número 266 de los Papiros Fuad. Aunque estos fragmentos se habían encontrado en los años cuarenta de este siglo, no estaban accesibles a la comunidad de los doctos para estudio.
En 1950 la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas publicó por primera vez, en su versión en inglés, fotografías de algunos de estos raros fragmentos. Todavía, durante los años cincuenta y sesenta la mayoría de los peritos no tuvieron acceso efectivo a los fragmentos, y ninguna otra publicación docta había reproducido fotografías o hecho un análisis de todos ellos. Finalmente, el volumen de 1971 de Études de Papyrologie hizo eso. Pero ¿qué había de extraordinario con relación a esos fragmentos? ¿Y qué tienen que ver con el uso del nombre de Dios?
Los papiros Fuad 266 fueron preparados en el segundo o primer siglo a. de la E.C. No están en hebreo, sino en griego. Examine los escritos que hay en las muestras de Fuad 266 que se reproducen abajo.
¿Ve usted que, aunque el texto principal está en griego, se usa el Tetragrámaton en letras hebreas cuadradas?

De modo que
tampoco el copista de este rollo de papiro puso las palabras griegas para “Señor” (Kyrios) o “Dios” en el lugar donde iba el nombre.Más bien, ¡más de 30 veces puso —en medio de lo escrito en griego— el Tetragrámaton en letras hebreas!
El Dr. Paul E. Kahle, de Oxford, explicó que estos fragmentos contienen “quizás el más perfecto texto de Deuteronomio según la Versión de los Setenta que nos ha llegado.” En Studia Patristica, añadió: “Tenemos aquí en un rollo de papiro un texto griego que representa el texto de la Versión de los Setenta en forma más confiable que el Códice del Vaticano, y uno que fue escrito más de 400 años antes.” Y
el texto retenía el nombre personal de Dios, como lo retenían los fragmentos griegos de los Doce Profetas que se encontraron en el desierto de Judea. Unos fragmentos concuerdan con los otros.
En el Journal of Biblical Literature (vol. 79, págs. 111-118), el Dr. Kahle examinó la evidencia que se acumula con referencia al uso del nombre divino entre los judíos y llegó a esta conclusión:
“Todas las traducciones griegas de la Biblia hechas por judíos para judíos en los tiempos precristianos tienen que haber usado, como el nombre de Dios, el Tetragrámaton en caracteres hebreos y no [Kyrios], o abreviaturas de ello, como hallamos en las [copias] cristianas” de la Versión de los Setenta.
Este singularizar del nombre divino para conservarlo cuidadosamente se manifestó hasta en textos en hebreo de alrededor del primer siglo. En algunos de los rollos hebreos de las cuevas cercanas al mar Muerto, el Tetragrámaton estaba escrito en tinta roja o en un tipo de hebreo más antiguo que se podía distinguir con facilidad. J. P. Siegel hace el siguiente comentario sobre esto:
“Uno de los rasgos más sorprendentes que se notaron en los manuscritos de Qumrán al descubrírseles originalmente hace más de veinte años fue
la ocurrencia, en un grupo limitado de textos, del Tetragrámaton escrito en caracteres paleohebreos. . . . Es casi un truismo el que esta práctica significa profunda reverencia al Nombre (o Nombres) Divino(s).”—Hebrew Union College Annual, 1971.
Además, se ha informado que en la Jerusalén del primer siglo había un rollo hebreo de los cinco libros de Moisés con el Tetragrámaton en letras de oro.—Israel Exploration Journal, vol. 22, 1972, págs. 39-43.
¿No le indica vigorosamente esta nueva evidencia que Jesús tendría que haber estado muy familiarizado con el nombre divino y lo habría usado, fuera que leyera las Escrituras en griego o en hebreo?
Considere las conclusiones de una famosa autoridad que estudió la evidencia de los manuscritos:
Hace poco más de un año, George Howard, profesor adjunto de religión en la Universidad de Georgia, E.U.A., consideró las cuestiones envueltas en esto en el Journal of Biblical Literature, una publicación sobre literatura bíblica. (Vol. 96, núm. 1, 1977, págs. 63-83) Su artículo comienza así:
“Descubrimientos recientes en Egipto y el desierto de Judea nos permiten ver directamente el uso del nombre de Dios en tiempos precristianos.”
Entonces consideró los textos griegos del período precristiano que se publicaron recientemente y que usted ha publicados arriba. En cuanto al punto de vista que anteriormente se aceptaba en el sentido de que en la Versión de los Setenta el título griego Kyrios había reemplazado siempre al nombre de Dios, leemos:
“De estos hallazgos podemos decir ahora con seguridad casi absoluta que el nombre divino, יהוה, no se vertía [Kyrios] en la Biblia griega precristiana, como con tanta frecuencia se ha creído.”
¿Qué hay acerca del conjunto general de los Rollos del Mar Muerto? El profesor Howard escribe:
“Quizás la observación más significativa que podemos sacar de este patrón de uso variado del nombre divino es que el Tetragrámaton se consideraba muy sagrado. El Tetragrámaton se protegía cuidadosamente cuando se copiaba el texto bíblico mismo. Esta protección del Tetragrámaton se extendió hasta a la traducción griega del texto bíblico.”
Pero ¿qué hay de Jesús y sus apóstoles?
Aunque todo lo anterior pueda ser de interés especial a los doctos y eruditos, ¿qué efecto tiene en su Biblia? ¿Qué punto de vista debe tener usted acerca del uso del nombre personal de Dios?
El profesor Howard saca algunas conclusiones importantes. Primero, señala esto:
“Es realidad conocida que los judíos de habla griega continuaron escribiendo יהוה en sus Escrituras en griego. Además, parece muy poco probable que los primeros cristianos de entre los judíos de habla griega, que serían conservadores, siguieran una práctica diferente. . . . Hubiera sido extremadamente raro el que ellos hubieran removido del texto bíblico mismo el Tetragrámaton.”
¿Qué hacían los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas cuando citaban de los libros de la Biblia Hebrea, fuera que se tratara del hebreo original o de una traducción griega? ¿Usaban el Tetragrámaton cuando aparecía en la fuente de la cual citaban? Fundándose en la evidencia que ahora está disponible, el profesor Howard explica:
“Puesto que el Tetragrámaton todavía se escribía en las copias de la Biblia Griega que componía las Escrituras de la iglesia primitiva, es razonable creer que los escritores del N[uevo] T[estamento], al citar de la Escritura, preservaron el Tetragrámaton en el texto bíblico. Fundándonos en la analogía de la práctica judía precristiana, podemos imaginarnos que el texto del NT incorporó el Tetragrámaton en sus citas del AT.”
Entonces, ¿a qué se debe que en todas las copias que quedan del “Nuevo Testamento” falte el Tetragrámaton? ¿Pudiera ser que el nombre de Dios haya sido removido después de la muerte de los apóstoles? Eso es lo que la evidencia señala. El profesor Howard continúa:
“Por supuesto, el Tetragrámaton en estas citas hubiera continuado mientras continuara usándosele en las copias cristianas de la LXX. Pero cuando fue removido del AT griego, fue removido también de las citas del AT en el NT.”
“Así, pues, para algún tiempo al principio del siglo segundo el uso de reemplazos [sustitutos para el nombre de Dios] tiene que haber desplazado al Tetragrámaton en ambos Testamentos. No pasó mucho tiempo antes de que el nombre divino desapareciera por completo con relación a la iglesia gentil excepto al reflejarse en los reemplazos abreviados o por ser recordado a veces por eruditos.”
(Cursivas añadidas)
A muchos eruditos que hayan leído el Journal of Biblical Literature quizás les haya sorprendido la conclusión a la cual se llegó, a saber, que el nombre divino, Jehová (Ya[h]vé[h]) aparecía en el “Nuevo Testamento” en el tiempo de su escritura original. Esto puede haber parecido nuevo, porque es una vuelta completa con relación a lo que ha sido el punto de vista por mucho tiempo aceptado de que los escritores cristianos evitaron usar el nombre divino. Pero ¿es nuevo esto?
Allá en 1796 Dominikus von Brentano usó el nombre divino en algunos lugares en su traducción alemana del “Nuevo Testamento.” Considere, por ejemplo, Marcos 12:29, que usted ve reproducido aquí. A Jesús le habían preguntado: “¿Cuál es el mandamiento principal?” La traducción de Brentano entonces presenta esta lectura: “El mandamiento principal, contestó Jesús, es éste: ¡Oye, Israel! Jehová, nuestro Dios, es el único Dios.”
29. Das allervornehmste Gebot, antwortete Jesus, ist dieß: Höre Israel! Jehovah, unser Gott, ist der einige Gott◊).

¿Tuvo buena razón Brentano para mostrar a Jesús pronunciando el nombre divino? Sí, pues Jesús estaba citando de Deuteronomio 6:4 que contiene el Tetragrámaton. Ciertamente Jesús no estaba atado por las tradiciones, como lo estaban la mayoría de los líderes religiosos judíos, pues Jesús ‘enseñaba como persona que tiene autoridad y no como los escribas.’ (Mat. 7:29) Cristo dijo públicamente que él deseaba glorificar el nombre de su Padre, tanto su nombre mismo como todos los propósitos y logros asociados con ese nombre. (Juan 12:28) Y hacia el fin de su vida terrestre dijo que había dado a conocer el nombre de su Padre. Por eso, el traductor Brentano tuvo una base lógica para presentar a Jesús usando el nombre de Dios al citar un texto que lo contenía.—Juan 17:6, 26.
De manera similar, tan solo el relato del Evangelio de Mateo contiene más de 100 citas de las Escrituras Hebreas. En 1950 la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas, en su edición en inglés, dijo acerca de Mateo: “En los lugares en que en estas citas estaba el nombre divino, él se vería obligado a incluir fielmente el tetragrámaton.”
Esta traducción de 1950 llegó a la misma conclusión fundamental que se dio más tarde en el Journal of Biblical Literature en 1977. En vista de la evidencia de que los escritores del “Nuevo Testamento” se encontraron con el Tetragrámaton, fuera que citaran los textos bíblicos del texto hebreo o de la Versión de los Setenta griega, el Prólogo de la Traducción del Nuevo Mundo en inglés declaró:
“El traductor moderno está justificado al usar el nombre divino como equivalente para [las palabras griegas correspondientes a “Señor” y “Dios”] en lugares donde Mateo, etc., citan versículos, pasajes y expresiones de las Escrituras Hebreas o de la LXX en los cuales aparece el nombre divino.”
Así, la posición que explicó el profesor Howard en 1977 no es enteramente nueva. Pero trae a luz excelente nueva evidencia que no estaba disponible cuando la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas usó “Jehová” 237 veces en el “Nuevo Testamento” en su edición en inglés de 1950.
Entonces, ciertamente el nombre de Dios tiene un lugar en las traducciones de la Biblia. Le corresponde estar allí, para ser usado y apreciado por todos los adoradores verdaderos que desean hacer lo que Jesús hizo —glorificar el nombre de su Padre— y que oran: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.”—Mat. 6:9, Versión Valera.
----------------------------------------------------------

Daré tiempo para que las personas analicen esta publcación.
Obviamente lo aquí presentado es simplemente IMPOSIBLE de refutar, pero aun así, traeré mucha más información para darle más peso lo que se ha presentado hasta el momento.











 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

¿Querían pruebas (imágenes)? Pues las tendrán.
Cabe destacar que lo anterior es solo un anticipo de lo que viene. Primero vamos por partes.
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

Sí, ya entendí. Usted es el mero fregón.
Con tal de que ya se calle.
Querido y estimado Manuel;

Comenzaste este epigrafe pegando una tanda de fragmentos de la literatura de la WT (cosa que luego DESCARADAMENTE negaste, a pesar de que incluso se te presentó la fuente exacta), argumentando que "Jehová" ES EL nombre del Eterno, sin presentar NINGUNA prueba de ello, y solo aludes a la "popularidad" del NOMBRE para sostener tu tesis, cuando la WT solo afirma que se usa "Jehova" por que es mas popular, PERO admite que ESTE no es el Nombre.
No haces apología de los argumentos que se te presentan, sino que por el contrario, te enfrascas en el silencio y en respuestas tontas e irrelevantes que de nada sirven para poder sostener la tesis que has presentado. En otras palabras; eres un fracaso.

Para mas remate, te dedicas a DESCALIFICAR a tus "contrincantes" y a ensalsarte a ti mismo, haciendo alusión a que no eres ningún neofito, y que tu si conoces el tema.

Y como si no fuera poco, ahora acusas a DavidRomero de ser un fregón... Le diré algo, querido manuel; DavidRomero es un entendido en la materia bíblica, una persona de MUCHO estudio y una capacidad poco vista de reflexión y análisis de las escrituras. !Y Cuidado, no estoy diciendo que haya que creerle todo lo que diga, yo mismo tengo decenas de puntos con los que no concuerdo con él! Pero aun discrepando de sus opiniones, tengo la total certeza de que NO es un "fregon", y que aquí quien si ha hecho tremendo "papelón" es usted, y es usted quien debería aplicarse el termino dicho a DavidRomero.

Le pongo un ejemplo para que me entienda; El forista Mevilton (tu hermano de fe y organizacion) tiene criterios que NO comparto en absoluto, pero aun no compartiendo en absoluto esos criterios, tengo que admitir que es un exelente expositor de sus creencias, y un analítico envidiable, (ademas de ser amable y respetuoso en el debate) aspectos por lo cuales le admiro y le respeto, aun cuando nuestros criterios no concuerden. ¿Tiene usted tan poco discernimiento, que ni siquiera es capaz de valorar cuando un forista tiene capacidad de análisis?

Por ultimo, y a manera de consejo; hueles a expulsión... ¿Y sabes por que? Por que tu actitud lleva a otros foristas a denunciar delante de ti tus fechorías y sucias actitudes como debatiente, y eso es algo para lo que USTED no tiene suficiente paciencia, y siempre terminas ofendiendo groseramente a los demás, aspecto que siempre te lleva a la expulsión, y por ende a la deshonra de la organización a la que perteneces. ¿Hay alguna necesidad de eso?

Te propongo un trato de caballero; Yo me olvido de las mentiras, las deshonestidades, las des-calificaciones y los falsos testimonios hasta aquí escritos por usted, y comenzamos un dialogo sobre el nombre, en base a la idiomatica y la etimologia hebrea, y también en base a lo que su propia organización expone sobre el asunto, y debatimos... ¿Le parece?

David

 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21

¿Querían pruebas (imágenes)? Pues las tendrán.
Cabe destacar que lo anterior es solo un anticipo de lo que viene. Primero vamos por partes.

¿Y esto prueba que el nombre es "Jehova"..? Por que yo puedo copiar lo mismo y decir que es YAVE, o YEHOVAH, o YAHWEH etc...

Por favor, aqui NADIE discute que el tetragramaton contiene cuatro caracteres, y que se encuentra en la septuaginta y otros.. ¿estas borracho, o te fumaste un porrito....? (Esto ultimo no te lo tomes en serio, es solo una expresión)

Pruebame que ese tetragramaton se pronuncie "Jehová".... si es que puees.... Ja ja ja)

Como te decía en el anterior; estas haciendo tremendo papelon... (ja ja)

David
 
Re: "MI NOMBRE ES JEHOVÁ"—Jeremías. 16:21


Daré tiempo para que las personas analicen esta publcación.
Obviamente lo aquí presentado es simplemente IMPOSIBLE de refutar, pero aun así, traeré mucha más información para darle más peso lo que se ha presentado hasta el momento

Primero;

Cuando pegues de publicaciones (cualquiera que sea) cita las fuentes, y asi se pueden coroborar. Esta está tomada de la Atalaya del 15 de Septiembre de 1978.

segundo;

¿Has visto a alguien refutando que el Nombre era usado? Por que es lo ÚNICO que este escrito prueba.

tercero;

¿Tienes opinión propia?
¿Podrias exponer aqui con TUS PALABRAS, tus argumentos...? O tus opiniones se basan en los que OTROS dicen y dictaminan?

David