SMM:
Partes de una cómoda premisa. Primero tienes que comprobar la premisa. Porque ese tipo de premisas son fáciles. Partiendo de que en realidad somos dragones con forma humana, ¿por qué como dragones tomamos forma humana? Partiendo de que somos venusinos que colonizamos la tierra, ¿por qué tuvimos que colonizar la tierra? ¡No, nada de eso! Primero hay que demostrar que soy dragòn o que soy venusino para luego continuar hacia los análisis de las causas.
El materialismo no es fe, es una postura. Fe es creer en lo que no es pero será, creer en lo que no se tiene evidencia. El materialismo, en sí mismo, incluye creer sólo en lo demostrable. La fe es antónima al materialismo.
La realidad de la inexistencia es demasiado dolorosa (de eso hay mucha evidencia, párate en cualquier funeral para muestra de ello, funerales de cualquier religión). Crearse ilusiones falsas no cambia la realidad (más evidencia en los funerales) pero nos engaña respecto de ella. Como la mujer que se dice a sí misma que su esposo la ama aunque él la golpee diario, o la chica que ve a su novio con otra y dice: "deben ser sólo amigos". Claro, también ellos no cambian la realidad a través de esas fantasías, pero ah, como les evita momentáneamente el dolor, el miedo, la angustia...
Es posible, sin duda.
Mientras no haya evidencia tajante y clara de ello, no podemos pensar que la muerte es la ilusión, la muerte es bastante real. Pero, si hubiera evidencia de que el alma sobrevive a la muerte, uf, sería ridículo tenerle miedo a la muerte. Y el hecho de que los creyentes sufran la muerte de sus seres queridos es buena evidencia de que una parte de sí mismos, quizá muy en el fondo, no TIENE IDEA de qué hay después de la muerte, por más que crean en una cosa o la otra.
Una tía mía acaba de fallecer. Toda la vida creyó profundamente en la reencarnación. Daba cursos, era profesora de esos temas, tenía el corazón en ello. "Certeza", decía", ni la menor duda. En la cama de hospital en la que murió, cinco horas antes de fallecer, alcanzó a decirme, cuando platiqué con ella. "Caramba, no sabes el miedo que tengo". Claro. Porque, en el fondo, toda su fe en la estructura espiritual de la reencarnación no era sino eso, fe sin evidencias y, al final del día, nada certero (por más que de dientes para afuera se hable de certeza).
Gracias,
K.