Re: María, ¿Madre de Dios?
Qué, me da la razón. Es más, esto ya lo decía yo en ese post tan famoso que trae de vez en cuando, ya digo en ese post QUE CRISTO ES DIOS. Lo que no logrará es hallar donde dice nadie que se precie: Jesús es Dios. Y a la vez, me da la razón en otro aspecto: MARÍA ES LA MADRE DE JESUCRISTO. Tomás no está diciendo, ni dice, que es madre de Dios, sino que claramente dice: "Jesucristo es el Hijo de María de Nazaret", "Es el Mesías", "Es el Hijo de Dios hecho hombre por nuestro amor"
Todo está a mi favor.
Es que es ¡ncreible, Tomás me está dando la razón se mire por donde se mire. Leamos otro detalle:
En vez de Cristo, como ustedes les gusta de utilizar Jesús, lo cual es y como he dicho una aberración, vamos a utilizarlo pues y leeriamos:
¿Qué es Jesús?
hay dos respuestas "Jesús es Dios" y "Jesús es Hombre". Pero si preguntamos "¿Quién es Cristo"
no hay más que una: "Cristo es el Hijo de Dios"
1.- Si preguntamos qué es, HAY DOS RESPUESTAS, es Dios y es Hombre
2.- Pero si preguntamos quién es, NO HAY MÁS QUE UNA: Jesús es el Hijo de Dios.
Muy bien, de ¿quién es Madre María de un "qué es" o de un "quién es"?
1.- SI ES MADRE DE UN QUÉ ES, BIEN SE PODRÍA ACEPTAR MADRE DE DIOS, AUNQUE NO ESTARÍAN EXPRESANDO LA PLENITUD DE QUIÉN ES, AL FALTAR DECIR QUE TAMBIÉN ES HOMBRE.
2.- SI ES MADRE DE QUIÉN ES, ENTONCES SOLO HAY UNA ACEPCIÓN POSIBLE, MADRE DEL HIJO DE DIOS.
Ustedes deciden.
Oración de Santo Tomás de Aquino
19
Doctor de la Iglesia. 1225-1274
7 de marzo
Oh bienaventurada y dulcísima Virgen María,
Madre de Dios, toda llena de misericordia, hija del Rey supremo, Señora de los Angeles, Madre de todos los creyentes: hoy y todos los días de mi vida, deposito en el seno de tu misericordia mi cuerpo y mi alma, todas mis acciones, pensamientos, intenciones, deseos, palabras, obras; en una palabra, mi vida entera y el fin de mi vida; para que por tu intercesión todo vaya enderezado a mi bien, según la voluntad
de tu amado Hijo y Señor nuestro
Jesucristo, y tú seas para mi, oh Santísima Señora mía, consuelo y ayuda contra las asechanzas y lazos del dragón y de todos mis enemigos.
Dígnate alcanzarme de tu amable Hijo y Señor nuestro Jesucristo, gracias para resistir con vigor a las tentaciones del mundo, demonio y carne, y mantener el firme propósito de nunca más pecar, y de perseverar constante en tu servicio
y en el de tu Hijo. También te ruego, oh Santísima Señora mía, que me alcances verdadera obediencia y verdadera humildad de corazón, para que me reconozca sinceramente por miserable y frágil pecador, impotente no sólo para practicar una obra buena, sino aun para rechazar los continuos ataques del enemigo, sin la gracia y auxilio de mi Creador y sin el socorro de tus santas preces. Consígueme también, oh dulcísima Señora mía, castidad perpetua de alma y cuerpo, para que con puro corazón y cuerpo casto, pueda servirte a ti y a tu Hijo en tu Religión. Concédeme pobreza voluntaria, unida a la paciencia y tranquilidad de espíritu para sobrellevar los trabajos de mi Religión y ocuparme en la salvación propia y de mis prójimos. Alcánzame, oh dulcísima Señora, caridad verdadera con la cual ame de todo corazón a tu Hijo Sacratísimo y Señor nuestro Jesucristo, y después de él a ti sobre todas las cosas, y al prójimo en Dios y para Dios: para que así me alegre con su bien y me contriste con su mal, a ninguno desprecie ni juzgue temerariamente, ni me anteponga a nadie en mi estima propia. Haz, oh Reina del cielo, que junte en mi corazón el temor y el amor de tu Hijo dulcísimo, que le dé continuas gracias por los grandes beneficios que me ha concedido no por mis méritos, sino movido por su propia voluntad, y que haga pura y sincera confesión y verdadera penitencia por mis pecados, hasta alcanzar perdón y misericordia.
Finalmente te ruego que en el último momento de mi vida, tú, única madre mía, puerta del cielo y abogada de los pecadores, no consientas que yo, indigno siervo tuyo, me desvíe de la santa fe católica, antes usando de tu gran piedad y misericordia me socorras y me defiendas de los malos espíritus, para que, lleno de esperanza en la bendita y gloriosa pasión de tu Hijo y en el valimiento de tu intercesión, consiga de él por tu medio el perdón de mis pecados, y al morir en tu amor y en el amor de tu Hijo, me encamines por el sendero de la salvación y salud eterna. Amén
http://www.aciprensa.com/Maria/oraciones/tomas.htm
jejejej....
Vamos a ver con que zoquetada se sale ahora