Como no ivan a saber los ingleses que Iraq tenía armas de destrucción masiva...
Como no ivan a saber los ingleses que Iraq tenía armas de destrucción masiva...
.... si ellos mismos las construyeron!!
Londres construyó en secreto una fábrica química en Irak  En 1985, con  Thatcher en el Gobierno, Gran Bretaña financió una planta que sirvió para  producir gas mostaza y nervioso y que ahora figura en el informe de armas  ocultas que EEUU presentó en la ONU
Una fábrica de productos químicos que Estados Unidos sostiene que es uno de  los componentes fundamentales del arsenal de armas químicas de Irak fue  construido en secreto por Gran Bretaña en 1985 a espaldas de los  norteamericanos.
Existen documentos que demuestran que los ministros británicos tuvieron  noticia en su momento de que era probable que esta factoría de 14 millones  de libras (más de 20 millones de euros al cambio actual), conocida como  Falluja 2, se empleara en la producción de gas mostaza y gas nervioso.
Altos funcionarios [de la Administración británica] dejaron constancia por  escrito de que Sadam Husein estaba gaseando sin descanso a sus opositores y  que existían «grandes posibilidades» de que la intención de los iraquíes  fuera utilizar la planta de clorina para fabricar gas mostaza. En aquellos  tiempos, se sabía que Sadam estaba utilizando gas de manera masiva contra  miles y miles de soldados en la guerra entre Irán e Irak.
Sin embargo, los entonces ministros del Gobierno de Thatcher ofrecieron  secretamente apoyo financiero a la empresa británica implicada en este  asunto, la Uhde Ltd, mediante la prestación de avales.
Paul Channon, que era entonces ministro de Comercio, ocultó la existencia  del contrato de la fábrica de clorina a la Administración Bush, que a su  vez presionaba para que se controlara ese tipo de exportaciones. Además,  dio instrucciones al ECGD (Departamento de Garantías de Crédito a la  Exportación) en el sentido de que no se informara a la opinión pública de  los detalles de este acuerdo secreto.
Los documentos revelan que Channon rechazó una enérgica objeción del  subsecretario de Exteriores, Richard Luce, en el sentido de que dicho  acuerdo arruinaría la imagen de Gran Bretaña en el mundo si se difundía la  noticia: «Es esencial que se haga todo lo posible para oponerse a la venta  propuesta y que se deniegue a la empresa la correspondiente cobertura del  ECGD».
El Ministerio de Defensa también intervino, con la advertencia de que la   factoría podía ser utilizada para fabricar armas químicas.
Sin embargo, Channon, en línea con la política de Thatcher de apoyar al  dictador, argumentó que «una prohibición influiría para que nuestros  restantes proyectos en Irak no llegaran a buen término».
Algo que merece la pena destacar todavía más es que, cuando en 1990, al  inicio de la Guerra del Golfo, se interrumpieron las pruebas finales de  funcionamiento de la fábrica, la empresa propietaria reclamó y obtuvo una  compensación de 300.000 libras esterlinas (unos 450.000 euros al cambio  actual) del ECGD, un organismo del Ministerio de Comercio británico.
La factoría de clorina Falluja 2, a unos 80 kilómetros de Bagdad, cerca de  la base aérea de Habbaniya, ha sido señalada por Estados Unidos como  ejemplo de fábrica reconstruida por Sadam para recuperar su capacidad  química bélica.
Las razones de Powell
El mes pasado apareció en la documentación que Colin Powell presentó al  Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre las razones por las que el  mundo debería entrar en guerra contra Irak.
Anteriormente, la CIA ya había dado a conocer públicamente fotografías de  Falluja 2, tomadas desde satélites espías, que identificaban la fábrica  como un lugar de armas químicas, mientras que un informe del Comité  Conjunto de Información británico, publicado el pasado mes de septiembre  con autorización de Tony Blair, centraba asimismo su atención en Falluja 2  al describirla como una factoría reconstruida «que en tiempos estuvo  relacionada con el programa de guerra química».
Esta misma semana, la empresa matriz de Uhde Ltd. hizo pública una  declaración desde su sede de Dortmund, en Alemania, en la que confirmó que  su filial del Reino Unido en aquella época fue la encargada de la  construcción de Falluja 2 para el organismo responsable de  aprovisionamiento de armas químicas de Irak, la Empresa Pública de  Producción de Pesticidas.
«Se trataba de una fábrica como cualquier otra de producción de clorina y  sosa cáustica. No podía producir otros productos», manifestó un portavoz de  la compañía, que ahora es propiedad de ThyssenKrupp.
La información confidencial de que disponía el Gobierno británico en aquel  momento consistía en que Irak, que cada vez encontraba mayores dificultades  a la hora de obtener determinados componentes químicos en el mercado legal,  pretendía recurrir a la clorina como base para la fabricación de productos  químicos tales como la epiclorohidrina y el triclórido de fósforo. A su  vez, estos compuestos se utilizarían para fabricar gas mostaza y agentes  nerviosos.
Colin Powell, el secretario de Estado norteamericano, volcó sus más  acérrimas críticas en esta fábrica el mes pasado. «Irak ha incorporado  secciones esenciales de su infraestructura ilegal de armas químicas en el  conjunto de su industria civil legal», según la información que facilitó al  Consejo de Seguridad como parte de la documentación que justificaba la  guerra.
Por su parte, la CIA aseguraba en octubre pasado que «los mejores ejemplos  son las factorías de clorina y fenol de Falluja 2. Falluja 2 ha albergado una de las principales instalaciones de Irak para la producción de AQ  [armas químicas]». El Comité Conjunto de Información británico añadió que  «se han reconstruido instalaciones relacionadas tiempo atrás con el  programa de guerra química.Entre dichas instalaciones figura la factoría de  clorina y fenol de Falluja 2».
Los inspectores de armamento de la ONU se dejaron caer oportunamente por  Falluja 2 en diciembre pasado. Hans Blix informó el 27 de enero al Consejo  de Seguridad de que «Irak ha reparado la maquinaria de elaboración de  productos químicos y la ha instalado en Falluja para producir clorina y  fenoles».
De lo que todavía no se ha informado, sin embargo, es de la identidad de  los que construyeron Falluja 2. Se trata de una información que se ha  mantenido en secreto durante 18 años y que, para mucha gente, tanto en Gran  Bretaña como en el mundo entero, es sencillamente vergonzoso.
Un producto de la I Guerra Mundial
Desde 1982 y en adelante, Sadam Husein se ha dedicado a acumular todo un  arsenal de proyectiles y bombas con gas mostaza y agentes nerviosos en su  principal complejo industrial de munición química, Muthanna, en el  desierto, a 80 kilómetros al noroeste de Bagdad. Sin embargo, en 1984 las compras de los elementos químicos esenciales se le  iban volviendo cada vez más difíciles en el mercado mundial, sobre todo,  por la presión de un sector del Gobierno de Estados Unidos sobre las  empresas alemanas, que eran sus principales suministradores.
El organismo encargado por el presidente Sadam del aprovisionamiento del  material bélico químico, la llamada Empresa Nacional de Producción de  Pesticidas (ENPP), se embarcó en una nueva estrategia con el fin de poder  fabricar dentro del propio país todo lo que necesitara.Contrató para ello  el suministro de una planta industrial de clorina, que habría de  construirse en Falluja.
La clorina, utilizada por los alemanes con fines bélicos en la I Guerra  Mundial, es un producto que se emplea como desinfectante y como componente  básico de otros productos químicos. Se obtienen en su fabricación grandes  cantidades mediante el paso de una corriente eléctrica por agua salada.
Este fue el procedimiento encargado por la ENPP a Uhde, con la  especificación de que iba a destinarse al tratamiento de aguas.
Uhde Ltd se hizo con el contrato en diciembre de 1984, en asociación con  otra empresa alemana que era la suministradora principal de ENPP. Uhde se  avino a pagar a esta intermediaria una comisión de un millón de libras  esterlinas (alrededor de millón y medio de euros).
DAVID LEIGH / JOHN HOOPER. The Guardian / EL MUNDO
Hermes
 
Si quereis que siga, algo le salpicará tambien al ejecutivo que gobernaba en España alla en los años 80... así como a algunas empresas españolas...