Falso. Debes analizar todo lo que ella y los demás pioneros dijeron sobre la "puerta cerrada" antes de tragarte la excusa barata que EGW dio años después.
Veamos: (todo esto está sacado de fuentes ASD)
Noviembre 1844: Elena Harmon también creía en la puerta cerrada:
"Por un tiempo después del chasco de 1844, sostuve junto con el conjunto de adventistas que la puerta de la gracia quedó entonces cerrada por siempre para el mundo. -Elena G. de White, Manuscrito 4, 1863; Mensajes selectos, vol. 1, p. 71."
Un tiempo después Elena Harmon abandona esta creencia:
"En el momento en que tuve la visión del clamor de medianoche descarté que fuera en el pasado y pensé que era para el futuro, como la mayoría del grupo lo hizo." -Elena G. de White, Carta 3, 1847, escrito el 13 de julio de 1847 a José Bates.
Diciembre de 1844: Pirmera supuesta visión de EGW:
"En la primera visión de Elena Harmon, se le mostró que la puerta de la misericordia estaba cerrada a causa de (a) aquellos mileritas que negaron que Dios los había guiado en el Movimiento del “Clamor de Medianoche” de 1844, y (b) “todo el mundo malvado” que Dios había rechazado. También se le mostró “los santos vivos, que eran 144.000” que esperaban el regreso de Cristo."
Diciembre 1844: Elena Harmon vuelve a creer en la puerta cerrada:
"Con fecha 30 de mayo de 1847, Jaime White escribió:
Cuando ella recibió su primera visión, en diciembre de 1844, ella y todo el grupo en Pórtland, Maine, (donde residían en ese entonces sus padres) habían abandonado el clamor de medianoche, el error en el cual ella y el grupo de Pórtland había caído. Entonces ella relató su visión al grupo, y unos sesenta confesaron su error y reconocieron que su experiencia con el séptimo mes era la obra de Dios". –Jaime White, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño], p. 22.
8 de enero de 1845 –Jaime White creía que la puerta estaba cerrada.
En una carta a Enoc Jacobs, de fecha 8 de enero de 1845 (y publicada en el "Day Star" en el 1846), Jaime White declaró:
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada á los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los cuales desde antes habían estado ordenados para esta condenación, hombres impíos, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución, y negando á Dios que solo es el que tiene dominio, y á nuestro Señor Jesucristo” (Judas 3-4). Concluyo que ningún creyente inteligente en la puerta cerrada tiene dudas de la directa aplicación del pasaje de Judas a nosotros, puesto que el clamor de medianoche ha terminado. Así que la exhortación a luchar por la fe entregada a los santos, es sólo para nosotros. –The Day-Star [La estrella matinal], 24 de enero de 1846.
Febrero 1845: Más evidencia que Elena Harmon creía nuevamente en la puerta cerrada:
"La visión sobre la venida del novio, la tuve a mitad de febrero de 1845.
Mientras estaba en Exeter, Maine, reunida con Israel Dammon, Jaime y muchos otros, varios de ellos no creían en la puerta cerrada. Sufrí mucho al comienzo de la reunión. La incredulidad parecía estar sobre todo el grupo. Había una hermana allí que se decía muy espiritual. Había viajado y actuado como una predicadora poderosa la mayoría del tiempo por unos veinte años. Había sido como una verdadera madre de Israel. Pero se produjo una división en el grupo sobre la puerta cerrada. Ella tenía gran simpatía y no podía creer que la puerta estaba cerrada. (Yo no sabía nada de su diferencia). La hermana Durben se levantó para hablar. Me sentí muy, muy triste.
Finalmente mi alma parecía estar en agonía, y mientras ella hablaba me caí de la silla al piso. Fue entonces que tuve una visión de Jesús elevándose de su trono mediatorio y entrando al santísimo como Novio para recibir su reino. Todos estaban profundamente interesados en la visión. Todos dijeron que era algo enteramente nuevo para ellos. El Señor obró con gran poder para establecer la verdad en forma familiar en nuestros corazones.
La hermana Durben sabía lo que era el poder del Señor porque lo había sentido muchas veces; y poco tiempo después sentí que ella fue golpeada y cayó al suelo clamando a Dios que tuviera misericordia de ella. Cuando salí de la visión, mis oídos recibieron el saludo de la hermana Durben que cantaba y gritaba con voz fuerte.
La mayoría de ellos recibieron la visión y fueron establecidos en la puerta cerrada. Previamente a esto, no había tenido luz sobre la venida del Novio, sino que había esperado que él regresara a esta tierra para librar a su pueblo en el día décimo del séptimo mes. No escuché ningún discurso o palabra en ningún sentido relacionado con el ingreso del Novio al santísimo". –Carta 3, 1847 (a José Bates, 13 de julio de 1847).
Febrero 1845: Elena Harmon comienza a relatar su visión (que incluye la puerta cerrada) a la pequeña manada.
Diciembre 1845: Elena Harmon describe su primera visión al editor del "Day Star" (Enoc Jacobs)
"Era tan imposible que ellos [los que abandonaron su fe en el movimiento de 1844] recobraran el camino y fueran a la ciudad, como todo el mundo impío que Dios había rechazado. Cayeron a todo lo largo del sendero, uno tras otro".
Diciembre 1845: Al igual que Elena Harmon, Eli Curtis cree en la puerta cerrada.
"Frecuentemente escucho de los adventistas populares expresiones de profundo pesar por causa de las divisiones que han roto los grupos de adventistas. Por lo general ellos expresan un fuerte deseo de que regresemos y nos unamos nuevamente con ellos, y que revivamos el primer estado de sentimientos que existía entre nosotros. No dudo ahora de su sinceridad en este punto, porque parece haber gran regocijo entre ellos cuando uno de nosotros regresa con ellos. Pero ¿puede la parte que avanza retroceder, excepto que se vuelvan traidores al Rey Jesús? (Siento que no puedo). Debido a que la cuestión de “la puerta cerrada” dividió a los valientes 10.000, lo pocos 300 han avanzado incluso para realizar el último mandato del Señor. ¿Han avanzado los simbólicos una pulgada desde el 23 de octubre de 1844?
Aunque el hermano Himes predica una puerta abierta, la misma que antes del día décimo del séptimo mes de 1844, sus obras no parecen estar en armonía con su predicación. Poco después de que pasó el día décimo del séptimo mes de 1844, vi al hermano Himes en la oficina en la calle Spruce. Estaba revisando sus antiguas matrices que se habían usado con el propósito de hacer que la visión fuera más clara en tablas, para que pudiera entender el que la leyera (Hab 2:2). Le dije al hermano H., ¿está por trasladarlas a algún otro lugar? Oh no, dijo el hermano H., voy a venderlas, tienen al menos el valor de 11 centavos por el metal antiguo. Yo le dije, pero ¿no las quiere de nuevo? Oh no, dijo el hermano H., no las usaré más." –Eli Curtis, The Day-Star, 6 de diciembre de 1845, p. 38.
El 20 de abril de 1846, Otis Nichols le escribió a Guillermo Miller y trató de persuadirlo de que Elena Harmon era una profetiza:
"Su mensaje fue siempre asistido con el Espíritu Santo, y dondequiera se recibía como proveniente del Señor, quebrantaba y derretía los corazones como si fueran niños pequeños, alimentó, confortó, fortaleció al débil y los alentó a permanecer en la fe y en el movimiento del séptimo mes; y que nuestra obra en la iglesia nominal y el mundo estaba hecha y lo que quedaba por hacer era para los de la fe. Quienes rechazaron su mensaje pronto volvían al mundo y a la fe nominal, y quienes no recibían su testimonio como proveniente del Señor y posteriormente lo negaban, llamándolo mesmerismo o una cosa impura, son aquellos que son abandonados a los fuertes engaños y obras de Satanás –un barco sin un timón o ancla y llevados por todo viento, haciendo que se hable mal del camino de la verdad…"
Más claro no puede estar.