En este caso dice que ya Cristo había resucitado mucho antes de la llegada de Maria, esto concuerda con el relato de los otros evangelistas.
Es que no se trata de la interpretación privada de los que se acercan a Dios.
Para evitar ese bodrio, están escritas las demás Escrituras que dan Testimonio, de la exactitud del tiempo en cuanto a la permanencia de Cristo en la tierra, y su regreso al cielo.
EVIDENCIAS
1) Gál_4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, (Is.9:6)
2) Núm_24:17 Lo veré, mas no ahora;
Lo miraré, mas no de cerca;
Saldrá
ESTRELLA de Jacob,
Y se levantará
Cetro de Israel,
Y herirá las sienes de Moab,
Y destruirá a todos los hijos de Set.
ADORANDO AL REY
Mat 2:2 diciendo: ¿Dónde está
el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Mat 2:10
Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
Mat 2:11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose,
lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
LA PRECISIÓN DE LA PROFECÍA
Dan_9:25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén
hasta el Mesías Príncipe,
habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
Ni un día más, ni un día menos.
«Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí que tu rey viene a ti, justo y victorioso, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna»
Mat 21:5 Decid a la hija de Sion:
He aquí, tu Rey viene a ti,
Manso, y sentado sobre una asna,
Sobre un pollino, hijo de animal de carga.
Él miró hacia la Ciudad Santa y exclamó: «¡Si también tú conocieses, y de cierto
en este tu día, lo que es para tu paz! Más ahora está oculto a tus ojos» (Lc.19:42).
De todos los días del ministerio de Cristo sobre la tierra, ningún otro satisfará tan bien las palabras del ángel, «hasta el Mesías Príncipe». Y la fecha de aquel día se puede determinar. De acuerdo con las costumbres judías, el Señor fue a Jerusalén alrededor del 8 de Nisán, «seis días antes de la Pascua».
Pero como el 14, en el que se comía la Cena Pascual, caía aquel día en jueves, el 8 era el viernes anterior. Tiene que haber pasado el sábado en Betania, y en la noche del 9, después de que el sábado hubiera finalizado, tuvo lugar la cena en casa de Marta. El día siguiente, el 10 de Nisán,
Él entró en Jerusalén tal como está registrado en los Evangelios. En cumplimiento de la profecía de Zacarías
La fecha juliana de aquel 10 de Nisán era el domingo 6 de abril del año 32 d.C.
¿Cuál fue entonces el período entre la salida del decreto para reconstruir Jerusalén y el advenimiento público del «Mesías Príncipe» —entre el 14 de marzo de 445 a.C, y el 6 de abril de 32 d.C?
El 1° de Nisán en el año vigésimo de Artajerjes (el edicto para reconstruir Jerusalén) fue el 14 de marzo de 445 a.C. [En base de un trabajo posterior de Harold W. Hoehner, se reveló una discrepancia de 10 días en la Cronología con respecto al comienzo de las hebdómadas.
Ver esquema en Carballosa, E. L., Daniel y el Reino Mesiánico, Barcelona: Publicaciones Portavoz Evangélico, 1979, p. 284. (N. del T.)] El 10 de Nisán de la Semana de Pasión (la entrada de Cristo en Jerusalén) fue el 6 de abril de 32 d.C.
El período entre estas dos fechas fue de 476 años y 24 días (contándose los días de una manera inclusiva, tal como lo requiere la forma de hablar de la profecía, y conforme a la práctica judía).
Ahora bien:
476 X 365 = 173.740 días
Añádanse del 14 de marzo al 6 de abril (ambos inclusive) 24 días
Añádanse por años bisiestos 116 días
173.880 días
Y 69 semanas de años proféticos de 360 días (69 X 7 x 360) =
173.880 días.
FUENTE: "El Príncipe que ha de venir" Sir Robert Andersson (página 66)
Todo alrededor del Señor, tenía una hora precisa, ni antes ni después.
Incluso, cuando él fue destinado como el Cordero de Dios (Jn.1;29), antes de la fundación del mundo (1P.1:18-20), el reloj de Dios, acerca de su Sacrificio, comienza andar, con tal precisión, que cuando celebró la Cena Pascual, dijo con absoluta precisión:
Luc_22:15 Y les dijo:
¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!
1Co_5:7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura, como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.