Estimados foristas
Habiendo pasado dos meses y sin que haya respuesta alguna de parte de los testigos, me parece justo presentar un resumen-conclusión, de éste tema, de modo que no queden dudas ni confusiones.
Concluimos en que los señores testigos no pudieron presentar algún tipo de argumento válido coherente o digno de tomarlo en cuenta. Solo superficiales argumentos sin fundamento congruente con una correcta exégesis de las Escrituras.
De modo que resumiré la postura de la mayoría de los cristianos que participamos de éste tema.
Primero, Dios a través de su Palabra nunca se ha referido a una prohibición de comer o beber sangre humana; argumentar lo contrario, luego de darse varias vueltas de "carnero" para llegar a un argumento que carece de toda lógica y raciocinio, es solo un débil intento por ocultar uno de los errores más graves (de entre los miles) de los testigos de ná, como es prohibir las transfusiones de sangre en favor de personas con riesgo de muerte.
Si es cierto que Dios prohíbe comer o beber sangre, no es menos cierto que solo se refiere a la sangre de animales: "Empero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis" (Gen. 9:4) Esta prohibición está en el contexto de los animales:
" Y vuestro temor y vuestro pavor será sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se moverá en la tierra, y en todos los peces del mar: en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y hierbas, os lo he dado todo. Empero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis" (Gen. 9:2-4)
Queda clarísimo que se refiere a la sangre de los animales...
Igualmente el texto que dice: "Solamente que te esfuerces á no comer sangre: porque la sangre es el alma; y no has de comer el alma juntamente con su carne" (Deut. 12:23)
Éste texto también se encuentra en el contexto de los animales: leamos.. "Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu término, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseó tu alma comerla, conforme a todo el deseo de tu alma comerás carne. Cuando estuviere lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios habrá escogido, para poner allí su nombre, matarás de tus vacas y de tus ovejas, que Jehová te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseare tu alma. Lo mismo que se come el corzo y el ciervo, así las comerás: el inmundo y el limpio comerán también de ellas. Solamente que te esfuerces a no comer sangre: porque la sangre es el alma; y no has de comer el alma juntamente con su carne. No la comerás: en tierra la derramarás como agua" (Deut. 12:20-24)
Y así, sucesivamente, cada prohibición a comer o beber carne con su sangre, se refiere ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE a la sangre de los animales,...
Veamos ahora, la otra prohibición de Dios en relación a la sangre, y que se refiere ahora, a los seres humanos... leamos:
"Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre" (Gen. 9:5)
Note usted estimado lector, que cuando se refiere al hombre, no habla de su sangre, sino, dice que demandará la vida de mano del varón su hermano.
Esto, simplemente quiere decir que si alguno matare a otro hombre, Dios demandará su vida (su sangre) de quien le mató. El versículo siguiente al citado, nos aclara perfectamente el sentido de la amonestación divina:
"El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre" (Gen. 9:6)
Éste último versículo, nos enseña claramente a que se refiere Dios, cuando lo que nos habla se trata de la sangre del hombre y no de animales. Derramar la sangre de otro hombre hasta quitarle la vida..queda absolutamente claro... Ni siquiera enseña a no derramar la sangre del hombre, sino a que se le derrame con consecuencia de muerte.
Por tanto, en cuanto a las transfusiones de sangre se refiere, entendemos que no existe ninguna prohibición de su práctica, pues NADIE absolutamente NADIE se ha muerto por dar un poco de su sangre VOLUNTARIAMENTE (no derramada por otro).... Es decir, dar un poco de sangre (creo que son 300 o 350 miligramos de sangre) nunca jamás a entrañado peligro alguno de muerte del dador o donante de sangre... por lo que jamás podríamos emparentar la prohibición de derramar (no donar) sangre del hombre, con las transfusiones.
Nadie dona de su sangre hasta morir. De modo que sobre él, no existe prohibición alguna.
Asimismo, en relación al "abstenerse de sangre" del libro de los Hechos 15: "Que os abstengáis de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de ahogado, y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien" (Hechos 15:29)
Esta abstención se refiere exclusivamente en el contexto de la Ley de no comer o beber sangre de animales... ya que el asunto a tratar por el concilio de Jerusalem se refería exclusivamente a que cosas de la ley debían no tanto "guardar", sino "abstenerse" los gentiles, por razón, no de Dios, sino de los judíos celosos de la Ley, que mandaban a que los gentiles se circuncidaran y guardaran la Ley.
Y en cuanto a lo que la Ley señalaba sobre la sangre, ya se ha tratado más arriba.
En resumen entonces, debemos concluir que las transfusiones de sangre no tienen prohibición alguna en la palabra de Dios, y que los cristianos VOLUNTARIAMENTE pueden decidir donar o no de su sangre en beneficio de conservar la vida de sus semejantes. Si Cristo Jesús dio su sangre por nosotros.. ¿porque no podemos dar nuestra sangre (una pequeña parte) en beneficio de quien lo necesite?
Las transfusiones de sangre, de ninguna manera se ajustan o se acercan siquiera al "derramar sangre del hombre por el hombre" registrado en la Ley; pues el donante da parte de su sangre voluntariamente y el receptor no se la derrama sino que la recibe como un acto absolutamente voluntario del donante. Por tanto, no es sangre derramada ni de parte del receptor ni de parte del donante.
Dios les bendiga