En su obra Essays and Sketches (Ensayos y trazos), el cardenal católico romano John Henry Newman, del siglo diecinueve, indica el origen de muchas enseñanzas de su Iglesia, cuando dice:
“El fenómeno, admitido por todos, es éste:—Que gran parte de lo que generalmente se recibe como verdad cristiana se halla, en sus rudimentos o en sus partes separadas, en filosofías y religiones paganas.
Entonces, en respuesta a un crítico que presenta el argumento: “Estas cosas están en el paganismo, por lo tanto no son cristianas,” el cardenal dice:
“Nosotros, por el contrario, preferimos decir que ‘estas cosas están en el cristianismo, por lo tanto no son paganas.’” (Job 14: 4)
Pero esas cosas tienen como fuente las enseñanzas babilónicas y griegas que existieron siglos antes del nacimiento del catolicismo romano.
Además, no se encuentran en la Palabra de Dios, la Biblia.
El hecho de que la gran apostasía regresó hacia la religión pagana para conseguir sus enseñanzas y ceremonias recibe más confirmación por los comentarios del cardenal Newman en su libro The Development of Christian Doctrine (El desarrollo de la doctrina cristiana), donde escribe:
“Constantino, para recomendar la nueva religión (católica romana) a los paganos, transfirió a ella los ornamentos exteriores a los cuales ellos habían estado acostumbrados en su propia religión.”
Entonces, después de alistar muchas prácticas de su iglesia, el cardenal confiesa que estos actos “todos son de origen pagano, y santificados por su adopción dentro de la Iglesia.”
El cardenal aquí se refiere a Constantino el Grande, emperador romano del siglo cuarto.
Con lo expuesto, no creo que haya que agregar nada más.
Solo que todo el catolicismo es de origen pagano.
“El fenómeno, admitido por todos, es éste:—Que gran parte de lo que generalmente se recibe como verdad cristiana se halla, en sus rudimentos o en sus partes separadas, en filosofías y religiones paganas.
Entonces, en respuesta a un crítico que presenta el argumento: “Estas cosas están en el paganismo, por lo tanto no son cristianas,” el cardenal dice:
“Nosotros, por el contrario, preferimos decir que ‘estas cosas están en el cristianismo, por lo tanto no son paganas.’” (Job 14: 4)
Pero esas cosas tienen como fuente las enseñanzas babilónicas y griegas que existieron siglos antes del nacimiento del catolicismo romano.
Además, no se encuentran en la Palabra de Dios, la Biblia.
El hecho de que la gran apostasía regresó hacia la religión pagana para conseguir sus enseñanzas y ceremonias recibe más confirmación por los comentarios del cardenal Newman en su libro The Development of Christian Doctrine (El desarrollo de la doctrina cristiana), donde escribe:
“Constantino, para recomendar la nueva religión (católica romana) a los paganos, transfirió a ella los ornamentos exteriores a los cuales ellos habían estado acostumbrados en su propia religión.”
Entonces, después de alistar muchas prácticas de su iglesia, el cardenal confiesa que estos actos “todos son de origen pagano, y santificados por su adopción dentro de la Iglesia.”
El cardenal aquí se refiere a Constantino el Grande, emperador romano del siglo cuarto.
Con lo expuesto, no creo que haya que agregar nada más.
Solo que todo el catolicismo es de origen pagano.
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