BASE BÍBLICA:
"Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado" (Gálatas 2:16).
Rom 2:12 Todos los que sin la Ley han pecado, sin la Ley también perecerán; y todos los que bajo la Ley han pecado, por la Ley serán juzgados,
Rom 2:13 pues no son los oidores de la Ley los justos ante Dios, sino que los que obedecen la Ley serán justificados.
DIVISIÓN DE LA RAZA HUMANA HECHA POR LA BIBLIA
1Co_10:32 No seáis tropiezo ni a judíos ni a gentiles ni a la iglesia de Dios.
1. Judíos
2. Gentiles
3. La Iglesia de Dios
En el primer capítulo de romanos, Pablo habla a los gentiles demostrando su culpabilidad ante un Dios Santo y Justo, que no dará por inocente al que hace lo malo, así no tenga ley.
LOS GENTILES SIN LEY SERÁN JUZGADOS POR SU CONCIENCIA ASOCIADA A LAS OBRAS SEAN BUENAS O MALAS.
Rom 2:14 Cuando los gentiles que no tienen la Ley hacen por naturaleza lo que es de la Ley, estos, aunque no tengan la Ley, son ley para sí mismos,
Rom 2:15 mostrando la obra de la Ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia y acusándolos o defendiéndolos sus razonamientos
En el segundo capítulo Pablo sienta a los judíos en el banquillo y les demuestra, igualmente su culpabilidad, aún con mayor responsabilidad, por cuanto ellos tenían la ley.
Y se las estrega en su propia cara, aquí tiene:
Rom 2:23 Tú que te jactas de la Ley, ¿con infracción de la Ley deshonras a Dios?,
Rom 2:24 pues, como está escrito: "El nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros".
¿QUÉ OCURRE CON EL JUDÍO Y EL GENTIL DENTRO DE LA IGLESIA DE CRISTO?
21 Pero ahora, aparte de la ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, atestiguada por la ley y los profetas;
Que importante es comprender que la Justicia de Dios, anunciada por los profetas:
"El justo por la fé vivirá" no está sujeta a ninguna ley humana ni divina.
Hay que mirar al Calvario, no a Moisés, y así como Nicodemo aprendió que por la mera fe todos aquellos desobedientes y rebeldes, en el desierto, a segundos antes de morir por el veneno de las serpientes ardientes, hallaron vida, mirando la serpiente de bronce, metal que se usa en el altar de sacrificio, lo que significa juicio al pecado, así también su Iglesia, sin ley, sin nacionalidad, sin razas, solo mirando a la Cruz:
¿Qué contemplamos allí?
En primer lugar el que debiese estar crucificado allí soy yo, un miserable pecador, reo al infierno, como lo entendió el publicano doblado de rodillas, con su mente puesta en el propiciatorio, mientras el fariseo se le jactaba con sus obras meritorias: " Yo esto, yo lo otro, y no soy como ese publicano"
En segundo lugar, el cumplimiento del propósito de la gracia de Dios, en Cristo Jesús, desde la eternidad, porque ese es el sentido de la expresión:
"Antes del comienzo de los siglos" que hallamos en 1Tim.2:9, donde los contemplamos a los tres planeando la obra de la Redenciom, antes de la Creación.
Aquí está el texto:
2Ti 1:9 Él nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.
2. La gracia en Cristo Jesús antes de la creación
Estos dos ingredientes del amor de Dios (Jn.3:16) no están vinculados a ninguna ley, sino a Cristo.
Es Cristo quien tiene el control sobre nuestra casa:
Heb 3:5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
Heb 3:6 pero Cristo, como hijo, sobre su casa. Y esa casa somos nosotros, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.
En la casa del judaizante quien mora es un "espíritu" llamado Moisés, esta entidad pretende sujetar a su "cristo" bajo la ley.
El Señor les dice: "Estoy tocando a la puerta".
Ya es hora que él judaizante deje entrar al Cristo de las Escrituras para que tome el control de su propia casa y lo transforme en un redimido por su gracia infinita.