Algunos judíos, por no decir, la mayoría, antes de Cristo y después de Cristo, tenían la falsa idea de que la ley los podía salvar.
Pensaban que, haciendo algunas buenas obras, eran merecedores del favor de Dios.
En el antiguo Egipto, usaban la figura de una balanza para representar el peso de las obras buenas como superando el peso de las obras malas, así por un mínimo margen de peso, una persona obtenía el favor de la deidad.
Pablo lo explica así:
Rom 3:19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley,
para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
¿PARA QUE TODA BOCA SE CIERRE?
¿Incluida la boca de
Gwagir?
Porque este forista afirma esto:
"La ley no ha terminado, ese pasaje hace referencia al que el propósito de la ley es Cristo, la Tora los profetas toda la escritura y todo su simbolismo indicaba a Cristo ese era su propósito. Pero no hay que confundir esto con decir que la ley termino porque los estatutos de Dios siguen presentes (mandamientos)."
Respuesta, su boca tiene que cerrarse en cuanto a la Salvación, pero no en cuanto a la vida práctica.
Existe otra ley que ha dejado atrás la mosaica.
¿Cuál es esa ley?
La ley de Cristo, Pablo afirma lo siguiente:
1Co 9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios,
sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
La ley solo muestra nuestra condición de pecador, pero en ella no hay perdón ni misericordia, por lo tanto, es un sistema jurídico, carente de vida propia, que de una o de otra manera te condena, es implacable, sin sentimientos.
La mujer sorprendida en adulterio de Juan 8, tuvo que marcharse esa misma noche a su pueblo natal, si al otro día los acusadores la hubiesen hallado, hubiesen glorificado a Moisés.
Pues Jesús no vino a condenar a nadie, sino a que nosotros fuésemos salvos por medio de su sacrificio expiatorio.
Dios no puede pasar por el alto el pecado de sus criaturas, tiene que juzgarlo, y bajo la ley, nadie fue salvo.
Porque aquellos santos del AT quedaron presos en el Hades, por una razón judicial, que contemplamos en Hebreos, leemos:
Heb 10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos
no puede quitar los pecados.
AQUI ESTÁ LA SOLUCIÓN DEL PECADO SOBRE LA TIERRA
Rom 3:21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
Rom 3:22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
Rom 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Rom 3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Rom 3:25 a quien Dios puso como propiciación
por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
Rom 3:26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
La sangre es el elemento purificador dado por Dios, para la expiación del pecado sobre toda la tierra (Zac 3:9 al final).
Antes de la fundación del mundo (1P.1:18-20).
Enseñada en Edén (Gén.3:21)
Establecida bajo la ley (Lev 17:11)
Aquella frase pronuncia al último salvo del AT:
"HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO"
Se cumple en el mismo en el cual Jesús es:
"JUSTIFICADO EN ESPÍRITU"
Entendido como el reverso de su "Kenosis" que luego manifiesta en Mat 28:18
Jesús descendió al Hades, rescató lo que le pertenecía, por derecho propio, la expresión "CONSUMADO ES" satisfizo plenamente las demandas de la Justicia Divina (2Cor.5:21), y traslado las almas cautivas en el Hades (Efe 4:8) al Paraíso en el tercer cielo, donde estuvo Pablo 2Co 12:2.
Allí en esa compañía de liberados, que llevaban varios siglos esperando (Jua 8:56), contemplamos al último salvado en su traslado al Paraíso.
LA FE EN SU SANGRE
1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
1Jn 2:4 El que dice: Yo le conozco,
y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
La ley de Cristo es el amor, y bajo esta ley, los mandamientos están asociados a la conducta de Cristo aquí en la tierra, si uno ama a Cristo y al prójimo, no está pensando en hacerle ningún mal.
1Jn 2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
CRISTO ES NUESTRA LEY.