Otros mandamientos dados a los no judíos bajo el sacerdocio de Melquisedec:
Hch 15:28 Al Espíritu Santo y a nosotros nos ha parecido bien no imponerles ninguna otra carga, sino sólo esto que necesitan saber:
Hch 15:29 que deben abstenerse de comer lo que se ha sacrificado a los ídolos, de comer sangre, o la carne de animales ahogados, y del libertinaje sexual. Harán bien en evitar estas cosas. Que estén muy bien.»
Lo que se ha sacrificado a los ídolos, significa: animales inmundos:
Gén 8:20 Noé edificó un altar al Señor y, tomando de todo animal limpio y de toda ave limpia, ofreció en el altar un holocausto.
Gén 8:21 Al percibir el Señor ese grato olor, dijo en su corazón: «No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque desde su juventud las intenciones del corazón del hombre son malas. Y tampoco volveré a destruir a todo ser vivo, como lo he hecho.
Gén 8:22 Mientras la tierra permanezca, no faltarán la sementera y la siega, ni el frío y el calor, ni el verano y el invierno, ni el día y la noche.»
Isa_66:17 «Voy a acabar con todos los que en fila se santifican y se purifican en los huertos, y también con los que comen carne de cerdo y de rata, y de otros animales repugnantes. —Palabra del Señor.
No comer sangre, ni animales ahogados (sin derramar su sangre en tierra):
Gén 9:4 Pero la carne con su vida, que es su sangre, no la comerán.
Abstenerse de libertinaje sexual:
Gén 18:20 Entonces el Señor le dijo: «Puesto que el clamor contra Sodoma y Gomorra va en aumento, y su pecado se ha agravado demasiado,
Gén 19:4 Pero antes de que se acostaran, los hombres de la ciudad rodearon la casa. Allí estaba todo el pueblo junto, todos los hombres de Sodoma, desde el más joven hasta el más viejo.
Gén 19:5 Llamaron a Lot, y le dijeron: «¿Dónde están los varones que vinieron a tu casa esta noche? Sácalos, pues queremos tener relaciones con ellos.»
Gén 19:6 Lot salió hasta la puerta para hablar con ellos, pero cerró la puerta tras de sí.
Gén 19:7 Y les dijo: «Hermanos míos, yo les ruego no cometer tal maldad.
Gén 20:6 Y en sueños Dios le dijo: «También yo sé que has actuado con sinceridad de corazón. Y fui yo quien te impidió pecar contra mí; por eso no te permití que la tocaras.
Gén 20:7 Ahora devuélvele a ese hombre su mujer, porque él es profeta y orará por ti. Así vivirás. Pero si no se la devuelves, quiero que sepas que sin falta morirás, tú y todos los tuyos.»
Gén 20:8 A la mañana siguiente Abimelec se levantó y llamó a todos sus siervos, y claramente les repitió todas estas palabras. Esto les provocó mucho miedo.
Gén 20:9 Después, Abimelec llamó a Abrahán y le dijo: «¿Cómo pudiste hacernos esto? ¿Qué pecado cometí contra ti, que has traído sobre mí y sobre mi reino un pecado tan grande? ¡Lo que has hecho conmigo es algo que no se hace!»
Gén 26:10 Pero Abimelec le dijo: «¿Por qué nos has hecho esto? Un poco más y alguno del pueblo hubiera dormido con tu mujer, ¡y nos habrías hecho pecar!»
Gén 34:7 Cuando los hijos de Jacob lo supieron, volvieron del campo. Y se entristecieron y enojaron mucho, porque Siquén había cometido una vileza en Israel al acostarse con la hija de Jacob. Era algo que no se debía haber hecho.
Gén 38:24 Como tres meses después, le llegó esta noticia a Judá: «Tamar, tu nuera, se ha prostituido. Y el resultado es que ha quedado embarazada.» Entonces Judá dijo: «¡Sáquenla y quémenla!»
Gén 39:6 El egipcio dejó en manos de José todo lo que tenía, y ya no se ocupaba más que de lo que tenía que comer. Y José era bien parecido y de bella presencia.
Gén 39:7 Después de esto, resultó que la mujer de su amo puso sus ojos en él y le dijo: «¡Acuéstate conmigo!»
Gén 39:8 Pero él se negó a hacerlo, y le dijo a la mujer de su amo: «Como puedes ver, estando yo aquí, mi señor no sabe ni lo que hay en esta casa. Ha puesto en mis manos todo lo que tiene.
Gén 39:9 En esta casa no hay nadie mayor que yo, ni hay nada que él me haya reservado, excepto a ti, puesto que tú eres su mujer. ¿Cómo podría yo cometer algo tan malo y pecar contra Dios?»