jorgeraul53;n3303256 dijo:19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo,
26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
GÁLATAS 4
4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
No contestaste la pregunta.
¿Bajo cual régimen crees tú que vivió Cristo?
Los dos regímenes son de amor.
El viejo régimen de la letra se resume en dos grandes mandamientos:
22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
22:38 Este es el primero y grande mandamiento.
22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Este régimen resume que las obras de la ley son el resultado del esfuerzo propio en el amar, el amor tiene que nacer de todo tú ser, dice:
Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado. Deuteronomio 6:25.
Es tu propia justicia, con ella te salvas tú mismo.
Cristo, debido a su naturaleza (Dios con nosotros) no estaba bajo ese régimen.
“Él no amaba de esa manera”. Él amaba con el fruto del Espíritu.
Con la llegada de Cristo al mundo llegó un nuevo régimen, el nuevo régimen del Espíritu.
Bajo ese régimen vivió Cristo:
42:1 He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.
Él amaba de otra manera, amaba con el fruto del Espíritu.
Ese amor es un amor diferente al amor que exige el antiguo régimen de la letra.
Esto constituye una nueva ley, la ley de Cristo.
Y nos dio su ley, nos dio el Espíritu para que ameos como Él amó.
Ese es su mandamiento:
13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
¿Ahora dime, bajo cual régimen crees tú que vivió Cristo, bajo su propia ley o bajo la ley de Moisés?
¿Cristo obedeció la ley o obedeció a su Padre (el Espíritu Santo) que le dio mandamiento?
Este es el mandamiento que tú dices que no obedeció, porque según tú, Cristo obedeció la ley en lugar de obedecer a su Padre:
12:49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
12:50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
¿obedeció a Moisés en lugar de obedecer a su Padre?