No veo en ese sentimiento de jocosidad más que un intento de desvalorizar y evadir algo que ya se mencionó anteriormente. ¿Cuántos acudirán a corroborar objetivamente el texto escrito (CIC) con el citado (DV)? Y peor aún, ante la sutil diferencia de terminología, ¿cuántos se permitiran evaluar la posibilida de que efectivamente su Santa Madre Iglesia haya acomodado convenientemente el último texto?
El hecho de que tus argumento me haya causado un poquito de gracia no es ni mucho menos un intento de desvalorizar nada, es simplemente lo que realmente ha ocurrido. Así como en otras ocasiones hablando con cristianos de otras confesiones, y me hacen afirmaciones similares, también me da gracia.
Hace algún tiempo por ejemplo, un cristiano no Trinitario me decía que en los concilios de Nicea y Constantinopla no se había definido ninguna doctrina Trinitaria porque no se había utilizado dicho término, afirmó que era un invento de la Iglesia posterior y habìa "ajustado la terminología".
Lo mismo sucede en este caso, tu tratas de acusar al catecismo de un texto espurio por no utilizar las mismas palabras de una referencia a sí mismo católica que el mismo catecismo suministra.
¿Como no ha de parecerme gracioso? y màs jocoso teniendote a ti como interprete del magisterio tratando de hacerle afirmar más de lo que nosotros por más ue querramos no podemos ver.
Como te habìa dicho, yo no veo en lo absoluto contradicción entre el catecismo y el texto del concilio Vaticano II, incluso para mi el concilio Vaticano segundo a pesar de no utilizar para ti la tan preciada palabra "discernir" para mi está más que implicita para quien se anima a leerlo un poco.
Me permito copiar yo un extracto del texto del concilio:
Concilio Vaticano II. Dei Verbum
CAPITULO II
TRANSMISION DE LA RELEVACION DIVINA
Los Apóstoles y sus sucesores, heraldo del Evangelio
7. Dispuso Dios benignamente que todo lo que había revelado para la salvación de los hombres permaneciera íntegro para siempre y se fuera transmitiendo a todas las generaciones. Por ello Cristo Señor, en quien se consuma la revelación total del Dios sumo, mandó a los Apóstoles que predicaran a todos los hombres el Evangelio, comunicándoles los dones divinos. Este Evangelio, prometido antes por los Profetas, lo completó El y lo promulgó con su propia boca, como fuente de toda la verdad salvadora y de la ordenación de las costumbres. Lo cual fue realizado fielmente, tanto por los Apóstoles, que en la predicación oral comunicaron con ejemplos e instituciones lo que habían recibido por la palabra, por la convivencia y por las obras de Cristo, o habían aprendido por la inspiración del Espíritu Santo, como por aquellos Apóstoles y varones apostólicos que, bajo la inspiración del mismo Espíritu, escribieron el mensaje de la salvación.
Mas para que el Evangelio se conservara constantemente íntegro y vivo en la Iglesia, los Apóstoles dejaron como sucesores suyos a los Obispos, "entregándoles su propio cargo del magisterio". Por consiguiente, esta sagrada tradición y la Sagrada Escritura de ambos Testamentos son como un espejo en que la Iglesia peregrina en la tierra contempla a Dios, de quien todo lo recibe, hasta que le sea concedido el verbo cara a cara, tal como es (cf. 1 Jn., 3,2).
La Sagrada Tradición
8. Así, pues, la predicación apostólica, que está expuesta de un modo especial en los libros inspirados, debía conservarse hasta el fin de los tiempos por una sucesión continua. De ahí que los Apóstoles, comunicando lo que de ellos mismos han recibido, amonestan a los fieles que conserven las tradiciones que han aprendido o de palabra o por escrito, y que sigan combatiendo por la fe que se les ha dado una vez para siempre. Ahora bien, lo que enseñaron los Apóstoles encierra todo lo necesario para que el Pueblo de Dios viva santamente y aumente su fe, y de esta forma la Iglesia, en su doctrina, en su vida y en su culto perpetúa y transmite a todas las generaciones todo lo que ella es, todo lo que cree.
Esta Tradición, que deriva de los Apóstoles, progresa en la Iglesia con la asistencia del Espíritu Santo: puesto que va creciendo en la comprensión de las cosas y de las palabras transmitidas, ya por la contemplación y el estudio de los creyentes, que las meditan en su corazón y, ya por la percepción íntima que experimentan de las cosas espirituales, ya por el anuncio de aquellos que con la sucesión del episcopado recibieron el carisma cierto de la verdad. Es decir, la Iglesia, en el decurso de los siglos, tiende constantemente a la plenitud de la verdad divina, hasta que en ella se cumplan las palabras de Dios.
Las enseñanzas de los Santos Padres testifican la presencia viva de esta tradición, cuyos tesoros se comunican a la práctica y a la vida de la Iglesia creyente y orante. Por esta Tradición conoce la Iglesia el Canon íntegro de los libros sagrados, y la misma Sagrada Escritura se va conociendo en ella más a fondo y se hace incesantemente operativa, y de esta forma, Dios, que habló en otro tiempo, habla sin intermisión con la Esposa de su amado Hijo; y el Espíritu Santo, por quien la voz del Evangelio resuena viva en la Iglesia, y por ella en el mundo, va induciendo a los creyentes en la verdad entera, y hace que la palabra de Cristo habite en ellos abundantemente (cf. Col., 3,16).
Ahora, independientemente de la interpretación que tu quieras obligarle a dar al texto, yo lo escrito en rojo no puedo menos que verlo como un proceso de discernimiento, donde al Iglesia a través de él va
"aumentando la comprensión de las cosas y las palabras recibidas"
Para mi está muy claro, ahora como dije, tu puedes seguir viendo contradicciones, más el tema ya ha sido consultado con un sacerdote, yo mismo he releído completo el texto, y cualquier duda ha quedado en lo que a mi respecta discipada. Por tanto, lo que pudo haber requerido verificación, que es la opinión de alguien autorizado para ver si efectivamente estaba contradiciendo al magisterio, ya la he recibido. Tu puedes seguir pensando que contradigo al magisterio, pero perdoname que te diga, viniendo de ti, también me da gracia. (No te enojes)
Juan 8:32 dijo:
Siempre hay tiempo de analizar lo que PUNTUALMENTE se expresa en ese numeral 492, con lo que en realidad dice la cita de Efesios 1 que mencionan. Lea Efesios y analice si allí efectivamente le están dando prerrogativas exclusivas a María, como quedaría sugiriendo la cita del 492.
Curioso como evoluciona tu argumentación. En un comienzo el catecismo y la Dei Verbum no se contradecían (De hecho lo dejaste bien claro), era yo quien los contradecía A AMBOS (me imagino que para descalificar mi conclusión). Más luego que mi conclusión ha sido mejorada resulta después de todo que la Dei Verbum si contradice al catecismo. Pero como esa argumentación tampoco demostró fuerza sino que por el contrario, los textos expuestos "aclararon el panorama" como bien dijo un hermano, resulta que ahora las contradicciones son entre el catecismo y la Biblia, me imagino que terminaremos hablando de las imágenes o quizá de la Sola Fides o ¿del primado petrino?. Más es bueno que esto ocurra, para que a medida que se despeja el panorama, Dios sea glorificado y se vea que tu argumento cambia más rápido que el viento de los tornados.
Ahora, fíjate que yo no veo ningùn problema en el numeral 492, el afirma lo siguiente:
CIC 492 Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción" (LG 56), le viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo" (LG 53). El Padre la ha "bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo" (Ef 1, 3) más que a ninguna otra persona creada. El la ha elegido en él antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor (cf. Ef 1, 4)
Y Efesios 1,3-4 dicen:
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo; por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; "
Efesios 1,3-4
Ahora, yo veo simplemente el texto del catecismo citando Efesios para dejar claro que asì como en todos hemos sido bendecidos con abundantes bendiciones espirituales, mucho más María en virtud de la misión que le sería encomendada. Y de que fué bendecida de ese modo no me queda la menor duda ya que Dios mismo la llamó: "Bendita entre las mujeres" por la boca inspirada por el Espíritu Santo de Isabel.
Ahora creo que con respecto a este correo todo ha sido suficientemente aclarado, no estimo necesario analizar el resto.
Dios te bendiga