En cierta forma, si se ignorase que se puede hacer soluciones salinas caseras, es natural tener reservas para su empleo. Todo abuso o mal empleado en algún respecto, es por lo general la que causaría daño en lugar hacer un bien. Efectivamente, el tratamiento con la sal puede dañar las fosas nasales, siempre que sea una cantidad mayor. Una forma de comprobarlo, es cuando en alguna ocasión sin querer, hemos tragado agua por la boca y por la nariz, de tal manera que sentíamos cierto ardor en las fosas nasales. Es por ello que en las farmacias se expenden como soluciones salinas, en las que la proporción de la sal es mínimamente suficiente para su efectividad.
Una buena pregunta seria, ¿se mueven por sí mismos los virus como las bacterias? Al parecer no, pues, es por ello la efectividad de una cuarentena como una forma de evitar su propagación. Sin embargo, corrientes de aire pueden llevar o empujar el virus hasta mas lejos. También algunos insectos son portadores de virus que, con la picadura de estos, indefectiblemente inoculan el virus. Es por ello la importancia de la asepsia de todo tipo hasta donde sea posible, de los lugares a los que solemos frecuentar.
Una cosa a considerar es, ¿Qué tan efectivo es la mascarilla de protección? Cuando el virus está en el ambiente, ya sea por el estornudo o empujado por el aire, y chocase con la fina tela de la mascarilla ¿la penetraría? Sin lugar a duda dependerá de la calidad de la tela de la mascarilla de protección. Es por ello que encontramos en las farmacias, varios precios como indicando que se trataría de calidades o que tan garantía es su protección.
Uno de los problemas que surge de esta crisis de la pandemia, es la escases de las mascarillas de protección. Mientras tanto, otro inconveniente es que, aunque es desechable no podemos hacerlo, ya sea por la escases misma o porque estamos corto de dinero. Por lo que, sería bueno lavarlo y usarlo nuevamente hasta donde dure. Otra utilidad para su efectividad para las mascarillas baratas, es reforzarlo con otra pared, como por ejemplo gaza o algodón. Donde habría más paredes de protección, siempre que se permita respirar sin dificultad.
Punto aparte, cabe hacer la interrogante según se recoge de las noticias que ocurre en México. Es sobre las palabras que pronunció el presidente de ese país. Si fuésemos no creyentes, pensaríamos que el presidente fuese un fanático religioso, que puede prescindir de la ciencia médica y dejarlo todo a la de Dios. O por lo que parece, cuando recomendó que se encomiende a ciertos ‘amuletos’. Pero sucede que somos creyentes, entonces más de uno puede sacar la conclusión que se trataría de las palabras de un no creyente. Puesto que, si recordamos, al ser elegido como presidente no juro por la Biblia ni por Dios, incluso se dejó oír cierto descontento en dicha juramentación.
¿Existe alguna poderosa razón para que el presidente de México, no establezca la cuarentena nación de su país? ¿Sabe el gran riesgo de contagio que ocurrirá más adelante con los ciudadanos de su país? ¿No sabe que le puede ocurrir como a Italia o España? ¿Quién es Andrés M. López Obrador?
Una buena pregunta seria, ¿se mueven por sí mismos los virus como las bacterias? Al parecer no, pues, es por ello la efectividad de una cuarentena como una forma de evitar su propagación. Sin embargo, corrientes de aire pueden llevar o empujar el virus hasta mas lejos. También algunos insectos son portadores de virus que, con la picadura de estos, indefectiblemente inoculan el virus. Es por ello la importancia de la asepsia de todo tipo hasta donde sea posible, de los lugares a los que solemos frecuentar.
Una cosa a considerar es, ¿Qué tan efectivo es la mascarilla de protección? Cuando el virus está en el ambiente, ya sea por el estornudo o empujado por el aire, y chocase con la fina tela de la mascarilla ¿la penetraría? Sin lugar a duda dependerá de la calidad de la tela de la mascarilla de protección. Es por ello que encontramos en las farmacias, varios precios como indicando que se trataría de calidades o que tan garantía es su protección.
Uno de los problemas que surge de esta crisis de la pandemia, es la escases de las mascarillas de protección. Mientras tanto, otro inconveniente es que, aunque es desechable no podemos hacerlo, ya sea por la escases misma o porque estamos corto de dinero. Por lo que, sería bueno lavarlo y usarlo nuevamente hasta donde dure. Otra utilidad para su efectividad para las mascarillas baratas, es reforzarlo con otra pared, como por ejemplo gaza o algodón. Donde habría más paredes de protección, siempre que se permita respirar sin dificultad.
Punto aparte, cabe hacer la interrogante según se recoge de las noticias que ocurre en México. Es sobre las palabras que pronunció el presidente de ese país. Si fuésemos no creyentes, pensaríamos que el presidente fuese un fanático religioso, que puede prescindir de la ciencia médica y dejarlo todo a la de Dios. O por lo que parece, cuando recomendó que se encomiende a ciertos ‘amuletos’. Pero sucede que somos creyentes, entonces más de uno puede sacar la conclusión que se trataría de las palabras de un no creyente. Puesto que, si recordamos, al ser elegido como presidente no juro por la Biblia ni por Dios, incluso se dejó oír cierto descontento en dicha juramentación.
¿Existe alguna poderosa razón para que el presidente de México, no establezca la cuarentena nación de su país? ¿Sabe el gran riesgo de contagio que ocurrirá más adelante con los ciudadanos de su país? ¿No sabe que le puede ocurrir como a Italia o España? ¿Quién es Andrés M. López Obrador?