Re: Letanías de la Virgen
EN OTRAS PALABRAS: TRECE SIGLOS SIN QUE NADIE CREYESE EN SEMEJANTE ABERRACIÓN DOCTRINAL.
Esto es falso.
Los Padres se referían a la Virgen María como la Segunda Eva (cf. I Cor. 15:22), pues ella desató el nudo causado por la primera Eva.
Justín (Dialog. cum Tryphone, 100),
Ireneo (Contra Haereses, III, xxii, 4),
Tertuliano (De carne Christi, xvii),
Julius Firm cus Maternus (De errore profan. relig xxvi),
Cyrilo of Jerusalem (Catecheses, xii, 29),
Epiphanius (Hæres., lxxviii, 18),
Theodotus of Ancyra (Or. in S. Deip n. 11), and
Sedulius (Carmen paschale, II, 28).
También se refieren a la Virgen Santísima como la absolutamente pura San Agustín y otros. La iglesia Oriental ha llamado a María Santísima la "toda santa"
También se refieren a la Virgen Santísima como la
absolutamente pura San Agustín y otros. La iglesia Oriental ha llamado a María Santísima la
"toda santa"
En el siglo IX se introdujo en Occidente la fiesta de la Concepción de María, primero en Nápoles y luego en Inglaterra.
Hacia el año 1128, un monje de Canterbury llamado Eadmero escribe el primer tratado sobre la Inmaculada Concepción donde rechaza la objeción de San Agustín contra el privilegio de la Inmaculada Concepción, fundada en la doctrina de la transmisión del pecado original en la generación humana.
La castaña, escribe Eadmero, «es concebida, alimentada y formada bajo las espinas, pero que a pesar de eso queda al resguardo de sus pinchazos». Incluso bajo las espinas de una generación que de por sí debería transmitir el pecado original, María permaneció libre de toda mancha, por voluntad explícita de Dios que «lo pudo, evidentemente, y lo quiso. Así pues, si lo quiso, lo hizo».
LO MALO ES QUE EL PECADO NO SE TRANSMITE DE PADRES A HIJOS, CUAL QUIERA SABE QUE UN FETO NO TOMA NI CARNE, NI SANGRE NI DE SU MADRE, NI DE SU PADRE. Y LA ESCRITURA NO ENSEÑA QUE EL PECADO SE TRANSMITA DE ESTE MODO.
Esto también es falso.
La Biblia enseña claramente que el pecado se transmite de padres a hijos.
Si la virgen María hubiese sido concebida en pecado, con el cual todos nacemos, habría contaminado a su Hijo y ésto habría impedido que fuese el Salvador del mundo... y ésto, además, habría contravenido lo que declara la Biblia en el sentido de que el Señor no conoció pecado (2 de Co. 5.21)