Re: Letanías de la Virgen
Los Santos no son omnipresentes por si solos, Monseñor José Luis Villac explica:
ellos viven en la presencia de Dios altísimo, y en Él ven todas las cosas que Dios quiere que ellos vean. Para ello, sus almas fueron dotadas, por el poder de Dios, de una potencia superior, llamada visión beatífica, que las almas humanas aquí en la tierra no disfrutan. Y, en la luz de la visión beatífica, toman conocimiento de todas las oraciones que los hombres hacen en la tierra, pidiendo su intercesión junto a Dios.
Es lo que san Juan explica en Apocalipsis, a todos esos Santos frente al Trono de Dios, llevando oraciones y adoracion a Dios.
Moseñor José Luis Villac se equivoca.
En esta definición se dice:
ellos viven en la presencia de Dios altísimo, y
en Él ven todas las cosas que Dios quiere que ellos vean.
Este uso gratuito de la prepoisiciones en un contexto espiritualista o místico, o en una parábola puede tener cierto sentido, pero en una definición teológica es una grave herejía.
¿Qué es eso de que EN Él ven? ¿Dentro de Él? ¿Compartiendo algo de su substancia? ¿Mezclados o perdidos dentro de Dios?
Esta idea panteísta, herética de arriba abajo, presupone que los santos una vez muertos van a compartir algo de la esencia divina, deificándose. Es contraria a la fe cristiana tal y como se entendía ya en la Iglesia Antigua; la cual definió la naturaleza humana y divina como cosas distintas e incompatibles en una misma naturaleza.
Los santos puede que POR Dios sean capaces de ver cosas que no verían por su condición natural, pero no EN Dios. La única forma en la cual la visión beatífica puede ser admitida es como una gracia de Dios otorgada al hombre para posibilitarle una potencia nueva, pero no como una mezcla o comunicación de los idiómatas (propiedades de su naturaleza) divinos al hombre; tal comunicación sólo posible desde la perspectiva de la economía salvífica en Cristo es imposible para el resto de los humanos.
Resumiendo: El hombres es alma y cuerpo humano, si en su naturaleza retuviese atributos divinos no sería ya humano, sino una semi-dios; una quimera imposible de compatibilizar con el monoteísmo que predican las Escrituras. Si el hombre se mezclase en Dios sería ésto una quimera aún mayor.
La única forma por la cual el hombre puede obtener la comentada "visión beatífica" consiste en que Dios le otorgue esta potencia, mediante la Gracia, obrando de este modo un milagro circunstancial en el hombre, más no natural a su esencia.
Por otro lado, aunque el hombre pudiese ver a Dios sin morir, por disposición de Dios; no podría entenderlo plenamente a no ser que fuese el hombre también Dios. ¿Como entra en la concepción de lo creado y finito, lo increado e infinito?