Leamos la BIBLIA

Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


El Señor habló a Moisés:
- «Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles:
“Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis a ninguno de vuestro pueblo.
No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de Dios. Yo soy el Señor.
No explotarás a tu prójimo ni lo expropiarás. No dormirá contigo hasta el día siguiente el jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu conciudadano. No andarás con cuentos de aquí para allá, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo.
Yo soy el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor.”»



a>


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
El separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.” Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”
Y el rey les dirá:
“Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.”
Y entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.”
Entonces también éstos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”
Y él replicará:
“Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo, “
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Así dice el Señor:
«Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mi vacía, sino que hará mí voluntad y cumplirá mi encargo.»



a>


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seas como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros rezad así:
“Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno.” Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.»

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Vino la palabra del Señor sobre Jonás:
- «Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo.»
Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando:
« ¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!»
Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños.
Llegó el mensaje al rey de Nínive; se levantó del trono, dejó el manto, se cubrió de saco, se sentó en el polvo y mandó al heraldo a proclamar en su nombre a Nínive:
«Hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, no pasten ni beban; vístanse de saco hombres y animales; invoquen fervientemente a Dios, que se convierta cada cual de su mala vida y de la violencia de sus manos; quizá se arrepienta, se compadezca Dios, quizá cese el incendio de su ira, y no pereceremos.» Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.



a>


En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
- «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.»

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


En aquellos días, la reina Ester, temiendo el peligro inminente, acudió al Señor y rezó así al Señor, Dios de Israel:
«Señor mío, único rey nuestro. Protégeme, que estoy sola y no tengo otro defensor fuera de ti, pues yo misma me he expuesto al peligro. Desde mi infancia oí, en el seno de mi familia, cómo tú, Señor, escogiste a Israel entre las naciones, a nuestros padres entre todos sus antepasados, para ser tu heredad perpetua; y les cumpliste lo que habías prometido.
Atiende, Señor, muéstrate a nosotros en la tribulación y dame valor, Señor, rey de los dioses y señor de poderosos.
Pon en mi boca un discurso acertado cuando tenga que hablar al león; haz que cambie y aborrezca a nuestro enemigo, para que perezca con todos sus cómplices.
A nosotros, líbranos con tu mano; y a mí, que no tengo otro auxilio fuera de ti, protégeme tú, Señor, que lo sabes todo.»



a>


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden!
En resumen: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas.»

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Así dice el Señor Dios:
“Si el malvado se convierte de los pecados cometidos y guarda mis preceptos, practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá.
No se le tendrán en cuenta los delitos que cometió, por la justicia que hizo, vivirá.
¿Acaso quiero yo la muerte del malvado -oráculo del Señor-,y no que se convierta de su conducta y que viva?
Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, imitando las abominaciones del malvado, ¿vivirá acaso?; no se tendrá en cuenta la justicia que hizo: por la iniquidad que perpetró y por el pecado que cometió, morirá.
Comentáis: “No es justo el proceder del Señor. “Escuchad, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder?, ¿o no es vuestro proceder el que es injusto?
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió.
Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida.
Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.»



a>


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “renegado”, merece la condena del fuego.
Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.»

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Moisés habló al pueblo, diciendo:
- «Hoy te manda el Señor, tu Dios, que cumplas estos mandatos y decretos.
Guárdalos y cúmplelos con todo el corazón y con toda el alma.
Hoy te has comprometido a aceptar lo que el Señor te propone: Que él será tu Dios, que tú irás por sus caminos, guardarás sus mandatos, preceptos y decretos, y escucharás su voz.
Hoy se compromete el Señor a aceptar lo que tú le propones. Que serás su propio pueblo, como te prometió, que guardarás todos sus preceptos, que él te elevará en gloria, nombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho, y que serás el pueblo santo del Señor, como ha dicho.»



a>


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo.
Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.»

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


En aquellos días, Dios puso a prueba a Abrahán, llamándole:
- « ¡Abrahán!»
Él respondió:
- «Aquí me tienes.»
Dios le dijo:
-«Torna a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo allí en sacrificio, en uno de los montes que yo te indicaré.»
Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahán tomó el cuchillo para degollar a su hijo; pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo:
- « ¡Abrahán, Abrahán!»
Él contestó:
- «Aquí me tienes.»
El ángel le ordenó:
- «No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo.»
Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo.
El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo: -«Juro por mí mismo -oráculo del Señor-: Por haber hecho esto, por no haberle reservado tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de las ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has obedecido.»



a>


Hermanos:
Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica? ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo, que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros?



a>


En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.
Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús:
- «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Estaban asustados, y no sabía lo que decía.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube:
- «Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:
- «No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».

Palabra del Señor.


Más abajo encontrareis la HOMILÍA correspondiente a estas lecturas.
 
Re: Leamos la BIBLIA

a>


a>

La expresión: “Aquí me tienes” (Gen.22,1), repetida dos veces por Abraham, es la respuesta del hombre creyente y fiel a la llamada de Dios. No duda en subir al monte Moria para sacrificar a la persona que más quiere, a su hijo Isaac.

Jesús, igual que Abraham, para mantener su fidelidad al Padre, propone a sus discípulos dejar Galilea y subir a Jerusalén.
En el contexto de este camino hacia el sacrificio, que tendrá lugar en la Ciudad Santa, tiene lugar el acontecimiento de la transfiguración.

a>
La revelación del Tabor- la transfiguración del Señor- es relatada por los tres sinópticos.

Todo se desarrolla en un clima de oración lleno de simbología, marcado con la presencia constante de su Padre, Dios.
Moisés representa la LEY, la norma fundamental por la que se rige el pueblo de Israel, donde todo respira un aire teocrático.
Elías representa a los PROFETAS, que son los interlocutores, los portavoces de la voluntad de Dios, anunciando en su nombre la salvación o denunciando las injusticias y atropellos.

El relato destaca el protagonismo de Jesús, que es el sujeto principal de la escucha.
ESCUCHAR es la clave de la comunicación con Dios. Y el saber escuchar nos invita a menudo a olvidar nuestros esquemas férreos y falsas seguridades para hacer presente a quien me habla para mi bien.
Pedro, al entusiasmarse con la visión, fabrica un esquema idílico de contemplación y alegría sin fin, donde la vida queda resuelta con sus utopías y sueños. Ignora con buena intención el proyecto de Dios, porque se fija únicamente en él mismo y en la satisfacción de sus deseos más hondos. El camino hacia la cima- lo comprenderá más tarde cuando haya sentido sobre él el peso de su propia traición y el quebrantamiento de sus buenas promesas- pasa por la ascensión a la cima, el dolor de la marcha y la consumación en el sacrificio del Calvario.

a>
Saber escuchar sigue siendo el gran desafío de los hombres de hoy, tan influenciados de principios democráticos, pero empapados de personalismos y palabras huecas.
Estamos estos días saturados de palabras electorales y promesas, algunas imposibles de cumplir por parte de nuestros políticos, todos ellos esforzándose en ofrecernos soluciones para casi todo. Oyéndoles, cualquiera diría que van a acabar con el paro, las delincuencias, las bajas pensiones, el terrorismo, la escasez de vivienda. Desgraciadamente todos sabemos que son promesas electorales, que difícilmente se plasman en la realidad después de la elecciones, cuando quede constituido el nuevo gobierno. Es la eterna lucha por el poder, que algunos la convierten en servicio desinteresado y otros muchos en ocasión para incrementar sus cuentas personales y el abanico de sus influencias..

El mundo de la comunicación resulta a veces un diálogo de sordos, de rebates y descalificaciones, con miras interesadas y desgraciadamente, con frecuencia, mediatizadas por la voluntad del que paga. Basta enchufar la cadenas de televisión para caer en la cuenta de esta polarización. ¿Dónde está nuestra libertad, nuestro criterio independiente, nuestra mediación positiva para dar cabida en nuestro corazón al que intenta comunicarse con nosotros?

En una sociedad que despierte a valores consistentes que den sentido a nuestra vida, deberíamos poner la buena escucha como estandarte. Si no escuchamos al hombre difícilmente escucharemos a Dios, y al contrario.
Pedro en el Tabor no siente la necesidad de aprender de los demás. Por eso no dialoga, ni escucha, más bien propone y manda hasta que la decepción y el desengaño, tras una dura experiencia de desierto, le ayuden a buscar la verdad. Y la verdad está en Dios.

a>
Jesús- lo destaca el evangelio al comienzo del relato, sube con tres de sus discípulos a la montaña, para ORAR.

En la oración halla la motivación y el camino para afrontar las dificultades. Recurre siempre a ella, pero sobre todo en los momentos cruciales de su vida: el desierto, el Tabor, el Monte de los Olivos, cuando va experimentando el fracaso de su misión y presiente su muerte. En esos momentos no le preocupa ni el éxito ni el fracaso, sino su fidelidad a la voluntad de Dios, al proyecto que el Padre le ha confiado en un mundo complejo, ambiguo y lleno de contradicciones. Necesita el retiro del silencio para discernir en su oración.

ESCUCHAR A DIOS. No es una expresión vana, porque estamos convirtiendo nuestros pueblos y ciudades en una mezcla inacabada de voces y gritos que se entremezclan. Nos hallamos tan metidos en el ruido que hasta el silencio nos hiere. Y no podemos salir fuera, buscando paz y tranquilidad, sin llevarnos una radio, música o televisión.
Oímos ruidos, pero ¿ a quién prestamos nuestra atención?. Las sombras de la fama, el poder mediático de la palabra y la imagen condicionan de tal manera nuestra vida que nos creamos necesidades superfluas, porque no identificamos bien la bondad del producto. Hemos convertido la palabra en un gigantesco mercado de compra- venta, en un trágico desafuero a la misma inteligencia y a la credibilidad de la honradez.

Escuchar a Dios, que esta es la auténtica oración, nos ayudará a desenmascarar los ídolos de nuestro tiempo y a poner el énfasis en lo que merece realmente la pena: EL VALOR DE LA VIDA MISMA.

a>
Los Beatles compusieron sus más bellas canciones, que aún siguen dando la vuelta al mundo, desde la contemplación en un monasterio de la India; San Ignacio de Loyola escribió los Ejercicios Espirituales en el silencio de la cueva de Manresa. La enumeración sería muy larga..

El meditativo engrandece el espíritu y encauza nuestro destino hacia Dios.

Cada vez sentimos más apremiante la llamada de acudir a Él para envolvernos en la contemplación, en la presencia, en la acogida...
Así hasta el mismo aire se transforma en mensaje de esperanza y en llamada a transformar nuestra sociedad; un aire que limpia las nubes de nuestras confusiones para que oigamos la voz misteriosa de Dios que, como un eco, nos susurra al oído:”ESTE ES MI HIJO AMADO, ESCUCHADLO”