Leamos la BIBLIA

Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus dispersas.
Hermanos míos, teneos por muy dichosos cuando os veáis asediados por toda clase de pruebas. Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia. Y si la constancia llega hasta el final, seréis perfectos e íntegros, sin falta alguna.
En caso de que alguno de vosotros se vea falto de sabiduría, que se la pida a Dios. Dios da generosamente y sin echar en cara, y él se la dará.
Pero tiene que pedir con fe, sin titubear lo más mínimo, porque quien titubea se parece al oleaje del mar sacudido y agitado por el viento.
Un individuo así no se piense que va a recibir nada del Señor; no sabe lo que quiere y no sigue rumbo fijo.
El hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad, y el rico, de su pobre condición, pues pasará como la flor del campo: sale el sol y con su ardor seca la hierba, cae la flor, y su bello aspecto perece; así se marchitará también el rico en sus empresas.



a>


En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo:
« ¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación.»
Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


En aquellos días, Pablo y Bernabé dijeron a los judíos: -«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra.”» Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región.



a>


En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:
-«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa.” Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario.
No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios.”»

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Tened esto presente, mis queridos hermanos: sed todos prontos para escuchar, lentos para hablar y lentos para la ira. Porque la ira del hombre no produce la justicia que Dios quiere.
Por lo tanto, eliminad toda suciedad y esa maldad que os sobra y aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros.
Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos, pues quien escucha la palabra y no la pone en práctica se parece a aquel que se miraba la cara en el espejo y, apenas se miraba, daba media vuelta y se olvidaba de cómo era. Pero el que se concentra en la ley perfecta, la de la libertad, y es constante, no para oír y olvidarse, sino para ponerla por obra, éste será dichoso al practicarla.
Hay quien se cree religioso y no tiene a raya su lengua; pero se engaña, su religión es vacía.
La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.



a>


En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida.
Le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase.
Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en lo ojos, le impuso las manos y le preguntó: -« ¿Ves algo?»
Empezó a distinguir y dijo:
-«Veo hombres; me parecen árboles, pero andan.»
Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía todo con claridad.
Jesús lo mandó a casa, diciéndole:
-«No entres siquiera en la aldea.»

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Hermanos míos, no juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo.
Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso.
Veis al bien vestido y le decís: «Por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado.» Al pobre, en cambio:
«Estate ahí de pie o siéntate en el suelo. »
Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos?
Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman?
Vosotros, en cambio, habéis afrentado al pobre.
Y, sin embargo, ¿no son los ricos los que os tratan con despotismo y los que os arrastran a los tribunales?
¿No son ellos los que denigran ese nombre tan hermoso que os impusieron?
¿Cumplís la ley soberana que enuncia la Escritura: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo?» Perfectamente.
Pero, si mostráis favoritismos, cometéis un pecado y la ley prueba vuestro delito.



a>


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos:
-«¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos le contestaron:
-«Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas. »
El les preguntó:
-«Y vosotros, ¿quién decís que soy?»
Pedro le contestó:
-«Tú eres el Mesías.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y empezó a instruirlos:
- «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días.»
Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro:
- «¡ Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios! »

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: «Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago», y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve?
Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por si sola está muerta.
Alguno dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe. »
Tú crees que hay un solo Dios; muy bien, pero eso lo creen también los demonios, y los hace temblar.
¿Quieres enterarte, tonto, de que la fe sin obras es inútil? ¿No quedó justificado Abrahán, nuestro padre, por sus obras, por ofrecer a su hijo Isaac en el altar? Ya ves que la fe actuaba en sus obras, y que por las obras la fe llegó a su madurez.
Así se cumplió lo que dice aquel pasaje de la Escritura: «Abrahán creyó a Dios, y esto le valió la justificación.» Y en otro pasaje se le llama «amigo de Dios.»
Veis que el hombre queda justificado por las obras, y no por la fe sólo.
Por lo tanto, lo mismo que un cuerpo sin espíritu es un cadáver, también la fe sin obras es un cadáver.



a>


En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo:
-«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a si mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.
Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla?
Quien se avergüence de mi y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.»
Y añadió:
-«Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.»

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Hermanos míos, sois demasiados los que pretendéis ser maestros, y tened por cierto que nuestra sentencia será más severa.
Todos faltamos a menudo, y si hay uno que no falta en el hablar es un hombre perfecto, capaz de tener a raya a su persona entera.
A los caballos les ponemos el bocado para que nos obedezcan, y así dirigimos a todo el animal; fijaos también en los barcos: por grandes que sean y por recio que sople el viento, se gobiernan con un timón pequeñísimo y siguen el rumbo que quiere el piloto.
Eso pasa con la lengua: como miembro es pequeño, pero puede alardear de muchas hazañas.
Mirad cómo una chispa de nada prende fuego a tanta madera. También la lengua es una chispa; entre los miembros del cuerpo, la lengua representa un mundo de iniquidad, contamina a la persona entera, pone al rojo el curso de la existencia, y sus llamas vienen del infierno.
Toda especie de fieras y pájaros, de reptiles y bestias marinas, se pueden domar y han sido domadas por el hombre; la lengua, en cambio, ningún hombre es capaz de domarla: es dañina e inquieta, cargada de veneno mortal; con ella bendecimos al que es Señor y Padre; con ella maldecimos a los hombres, creados a semejanza de Dios; de la misma boca salen bendiciones y maldiciones. Eso no puede ser, hermanos míos.



a>


En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús:
«Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Estaban asustados, y no sabia lo que decía.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube:
«Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:
«No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».
Le preguntaron:
« ¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?»
Les contestó él:
«Elías vendrá primero y lo restablecerá todo. Ahora, ¿por qué está escrito que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Os digo que Elías ya ha venido, y han hecho con él lo que han querido, como estaba escrito.

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Así dice el Señor:
«No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed del pueblo que yo formé, para que proclamara mi alabanza. Pero tú no me invocabas, Jacob, ni te esforzabas por mí, Israel; me avasallabas con tus pecados y me cansabas con tus culpas.
Yo, yo era quien por mi cuenta borraba tus crímenes y no me acordaba de tus pecados.»



a>


Hermanos: ¡Dios me es testigo!
La palabra que os dirigimos no fue primero «sí» y luego «no»
Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero «sí» y luego «no»; en él todo se ha convertido en un «sí»; en él todas las promesas han recibido un «sí». Y por él podemos responder: «Amén» a Dios, para gloria suya.
Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros.
Él nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu.



a>


Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa.
Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra.
Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.
Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico:
- «Hijo, tus pecados quedan perdonados.»
Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros:
- «¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?»
Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo:
«¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico “tus pecados quedan perdonados” o decirle “levántate, coge la camilla y echa a andar”?
Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados ... »
Entonces le dijo al paralítico:
- «Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.»
Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo:
- «Nunca hemos visto una cosa igual».

Palabra del Señor.


Más abajo encontrareis la HOMILÍA correspondiente a estas lecturas.
 
Re: Leamos la BIBLIA

a>


a>
Abundan en nuestra vida los roces con las personas con las que nos relacionamos, que son inherentes a nuestra condición pecadora. Ofendemos a menudo con nuestro lenguaje despiadado, con nuestros gestos, con nuestras acciones descalificantes, negando el saludo debido, “pasando” de la persona... La lista puede ser interminable.
En ocasiones se interfieren la difamación y la calumnia, originando heridas profundas que, mientras duran, crean barreras infranqueables y siembran de odio, resentimiento y venganza la antigua relación de mutua pertenencia.
Vivir de esta manera quita la paz. ¡Y cuántas personas llevan dentro este pesar que carcome su mente y su corazón sin que lo cure el paso del tiempo! ¡Cuántas familias desunidas y enfrentadas por desavenencias económicas, políticas, religiosas o sociales!
Lo más fácil es escudarse en el agravio recibido para dejar pudrirse el problema.
Debemos solucionarlo. ¿Cómo?- Ejercitando la humildad y pidiendo perdón, aunque el primer ofendido sea yo mismo.
El odio, la terquedad para no perdonar, son como canales que interrumpen el flujo normal del agua, rebasan la capacidad del recipiente y terminan anegando alrededor todo el tejido de la comunicación humana. A esto lo llamamos pecado, que no es otra cosa que la negación misma del amor para el que hemos sido creados, el corte del flujo de la gracia que vitaliza nuestro espíritu.

a>
Necesitamos sentir cercano el perdón de la persona agraviada y facilitar por nuestra parte el camino cuando somos nosotros los ofendidos.
Cuando uno se encuentra enfermo acude inmediatamente al médico, y procura seguir el tratamiento para recuperar cuanto antes la salud.
También las enfermedades del alma necesitan un tratamiento adecuado, aunque en este caso nosotros mismos somos los médicos, porque, así como sembramos con nuestras actitudes cimientos de rechazo y odio, de la misma manera podemos restañar las heridas que hemos ocasionado mediante un perdón sincero y sentido.
La reconciliación es una de las propuestas evangélicas más útiles para recuperar la amistad perdida y la propia dignidad. Está a la base del perdón y la necesitamos.

a>
El paralítico y los cuatro camilleros que lo llevan hasta Jesús, representan a la humanidad pecadora que desea y necesita la salvación integral.
Desde esta perspectiva, el perdón rompe la espiral de ofensa y venganza, y permite empezar de nuevo.
“¿Cómo voy a perdonar después de lo que me ha hecho? ¿Qué dirán los vecinos?”- dicen algunos.
Pero, si se cede, abrimos el camino a la regeneración, a enmendar la propia vida y a reconstruir nuestra historia.
El pecado representa al pasado injusto con el que hay que romper. Perdonar, por tanto, significa borrar el pasado de injusticia y empezar de nuevo.
Es lo que hace Jesús con el paralítico al invitarle a dejar su camilla- figura del pasado que le tenía esclavizado- y andar.

a>
El oscurecimiento de la conciencia religiosa en Occidente ha debilitado el sentido de pecado y aumentado la “irresponsabilidad colectiva” Nadie se siente responsable ni culpable de nada. El perdón es visto como un planteamiento arbitrario, ingenuo e inoperante y se da más importancia al ejercicio de la justicia que a la gratuidad; a la venganza y el odio que a la misericordia; a la agresividad, la violencia y la mentira que a la paz y la verdad. Para botón de muestra, conectemos la tv y veamos qué programas arrastran mayor número de espectadores. Aunque se llamen” telebasura” surten el mercado de numerosas revistas que alimentan el morbo de los “famosos,” promocionados por sus escándalos. Eso, vende.
Todo está contaminado.

Sin embargo, hemos de reconocer que los conflictos humanos sólo se resuelven cuando, más allá de la justicia, entran en escena el perdón y la reconciliación. Perdón, eso sí, como hacía Jesús, para el pecador, pero el pecado hay que erradicarlo y combatirlo con la fuerza de la ley para que el opresor no sea reincidente y cause mayores daños a las víctimas. Esta es una tarea harto difícil, especialmente cuando se plantea dentro del entramado terrorista y de los fanatismos agresivos e intolerantes.

Los que mantienen situaciones que generan sufrimiento injusto y muerte son enemigos de todos. Por eso la única forma de amar a todos es comprometerse a derribar el sistema que crea enemigos y negar cualquier apoyo a los violentos. Así lo hacía Jesús.
Nunca se dejó llevar por el rencor y terminó perdonando a sus verdugos, pero siempre denunció a los injustos y maltratadores.
 
Re: Leamos la BIBLIA

LA PALABRA SE HIZO CARNE

El “Logos”, la Palabra encarnada

El prólogo del evangelio según San Juan, que proclamamos el día de Navidad, se repite hoy, viniéndonos a confirmar que Dios no es un ser solitario sino diálogo y comunicación, palabra, apertura, generosidad.


En varias ilustraciones que cuelgas en este tema,me estoy fijando que los artistas que las han dibujado colocan símbolos pagano,,como es el halo o nimbo sobre las cabezas,¿a qué se debe?.

La diosa Artemis de Éfeso diosa de la fertilidad,era representada con un halo o nimbo detrás de la cabeza.
 
Re: Leamos la BIBLIA





a>


a>


Queridos hermanos:
¿Hay alguno entre vosotros sabio y entendido? Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría.
Pero, si tenéis el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no andéis gloriándoos, porque seria pura falsedad.
Esa sabiduría no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica.
Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males.
La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.



a>


En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo.
Él les preguntó:
-« ¿De qué discutís?»
Uno le contestó:
-«Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces.»
Él les contestó:
-« ¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.»
Se lo llevaron.
El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre:
-« ¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?»
Contestó él:
-«Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos.» Jesús replicó:
-« ¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe.»
Entonces el padre del muchacho gritó:
-«Tengo fe, pero dudo; ayúdame.»
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo:
-«Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él. »
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió.
El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas:
-« ¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?»
El les respondió:
-«Esta especie sólo puede salir con oración.»

Palabra del Señor.