Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

4 Octubre 2008
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El libro de san Alfonso María de Ligorio titulado Las glorias de María obra sumamente popular entre los católicos romanos, declara que:

“Seremos a veces más presto oídos y salvos acudiendo a María e invocando su santo nombre que el de Jesús nuestro Salvador. Más pronto hallamos la salud acudiendo a la madre que al Hijo” (página 82).


He puesto el nombre de JESUS mas CHICO porque asi la icar lo practica, y segun ellos son la iglesia de cristo


Que opinan.........
sergio:pop:
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

En toda labor hay fruto;
Mas las vanas palabras los labios empobrecen
Proverbios 14,23


El siervo del Señor no debe ser contencioso,
sino amable para con todos
2a Timoteo 2,24


Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas.
Mateo 11,29


Sed benignos unos con otros, misericordiosos,
perdonándoos unos a otros,
asi como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo
Efesios 4,32


Sed, pues, misericordiosos,
como también vuestro Padre es misericordioso.
Lucas 6,36
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Entonces, llamándole su señor, le dijo:
Siervo malvado,
toda aquella deuda te perdoné,
porque me rogaste
¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo,
como yo tuve misericordia de ti?
Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos,
hasta que pagase todo lo que le debía.
Así también mi Padre celestial hará con vosotros
si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

Mateo 18,22-35



Cuando estéis orando, perdonad,
si tenéis algo contra alguno,
para que también vuestro Padre que está en los cielos
os perdone a vosotros vuestras ofensas
Marcos 11,25



Porque juicio sin misericordia se hará
con aquel que no hiciere misericordia
Santiago 2,13


Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados,
de entrañable misericordia, de benignidad,
de humildad, de mansedumbre, de paciencia
Colosenses 3,12
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

El libro de san Alfonso María de Ligorio titulado Las glorias de María obra sumamente popular entre los católicos romanos, declara que:

“Seremos a veces más presto oídos y salvos acudiendo a María e invocando su santo nombre que el de Jesús nuestro Salvador. Más pronto hallamos la salud acudiendo a la madre que al Hijo” (página 82).


He puesto el nombre de JESUS mas CHICO porque asi la icar lo practica, y segun ellos son la iglesia de cristo


Que opinan.........
sergio:pop:
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Toda palabra de Dios es limpia. Es escudo a los que en Él esperan. No añadas a sus palabras porque no te reprendan y seas hallado mentiroso” (Proverbios, cap. 30:5-6)

Sergio:musico7:
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado,
como obrero que no tiene de qué avergonzarse,
que usa bien la palabra de verdad.
2a Timoteo 2,15

Por lo cual eres inexcusable, oh hombre,
quienquiera que seas tú que juzgas;
pues en lo que juzgas a otro,
te condenas a ti mismo

Romanos 2,1


Así que, no juzguéis nada antes de tiempo,
hasta que venga el Señor,
el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas,
y manifestará las intenciones de los corazones;
y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
1a Corintios 4,5
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

De nuevo María, ya dejen a la señora.
Ya me di cuenta que hay católicos divididos en creencias.
Ya sé que algunos no adoran en absoluto las imagenes ni todo el ejercito del cielo de la doctrina católica y hay los que se van tras las estatuas.

Así que no se puede hablar por todos.
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Para que lo que lo lean completico

"Añade san Anselmo para acrecentar nuestra confianza que cuando recurrimos a esta divina Madre no sólo debemos estar seguros de su protección, sino de que, a veces, parecerá que somos más presto oídos y salvados acudiendo a María e invocando su santo nombre que invocando el nombre de Jesús nuestro Salvador. Y da esta razón: que a Cristo, como Juez, le corresponde castigar, y a la Virgen como madre, siempre le corresponde compadecerse. Quiere decir que encontramos antes la salvación recurriendo a la Madre que al Hijo, no porque sea María más poderosa que el Hijo para salvarnos, pues bien sabemos que Jesús es nuestro exclusivo Redentor, quien con sus méritos nos ha obtenido y él únicamente obtiene la salvación, sino porque recurriendo a Jesús y considerándolo también como nuestro Juez, a quien corresponde castigar a los ingratos, nos puede faltar (sin culpa de él) la confianza necesaria para ser oídos; pero acudiendo a María, que no tiene otra misión más que la de compadecerse como madre de misericordia y de defendernos como nuestra abogada, pareciera que nuestra confianza fuera más segura y más grande. “Muchas cosas se piden a Dios y no se obtienen, y muchas se piden a María y se consiguen porque Dios ha dispuesto honrarla de esta manera”. Y eso ¿por qué? Y responde Nicéforo que esto sucede no porque María sea más poderosa que Dios, sino porque Dios ha decretado que así tiene que ser honrada su Madre."

Si quieres conocer mejor a Jesús, acércate al corazón de María, ella guardaba TODO en su corazón.

Saludos
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Para que lo que lo lean completico

"Añade san Anselmo para acrecentar nuestra confianza que cuando recurrimos a esta divina Madre no sólo debemos estar seguros de su protección, sino de que, a veces, parecerá que somos más presto oídos y salvados acudiendo a María e invocando su santo nombre que invocando el nombre de Jesús nuestro Salvador. Y da esta razón: que a Cristo, como Juez, le corresponde castigar, y a la Virgen como madre, siempre le corresponde compadecerse. Quiere decir que encontramos antes la salvación recurriendo a la Madre que al Hijo, no porque sea María más poderosa que el Hijo para salvarnos, pues bien sabemos que Jesús es nuestro exclusivo Redentor, quien con sus méritos nos ha obtenido y él únicamente obtiene la salvación, sino porque recurriendo a Jesús y considerándolo también como nuestro Juez, a quien corresponde castigar a los ingratos, nos puede faltar (sin culpa de él) la confianza necesaria para ser oídos; pero acudiendo a María, que no tiene otra misión más que la de compadecerse como madre de misericordia y de defendernos como nuestra abogada, pareciera que nuestra confianza fuera más segura y más grande. “Muchas cosas se piden a Dios y no se obtienen, y muchas se piden a María y se consiguen porque Dios ha dispuesto honrarla de esta manera”. Y eso ¿por qué? Y responde Nicéforo que esto sucede no porque María sea más poderosa que Dios, sino porque Dios ha decretado que así tiene que ser honrada su Madre."

Si quieres conocer mejor a Jesús, acércate al corazón de María, ella guardaba TODO en su corazón.

Saludos
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“María se llama puerta del Cielo porque ninguno puede entrar en está dichosa mansión si no pasa por ella” (Página 99).

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Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

El libro de san Alfonso María de Ligorio titulado Las glorias de María obra sumamente popular entre los católicos romanos, declara que:

“Seremos a veces más presto oídos y salvos acudiendo a María e invocando su santo nombre que el de Jesús nuestro Salvador. Más pronto hallamos la salud acudiendo a la madre que al Hijo” (página 82).


He puesto el nombre de JESUS mas CHICO porque asi la icar lo practica, y segun ellos son la iglesia de cristo


Que opinan.........
sergio:pop:

Pues que pena asi pienses hermano que esto hace la Iglesia, por eso cada día amo más a mi iglesia,PORQUE CADA DÏA SE PARECE MAS A SU CREADOR; Es criticado por tener la verad, Vino a los Suyos y los Suyos No lo recibieron, que coincidencia.

Dios te bendiga abundanmete
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Para que lo que lo lean completico

"Añade san Anselmo para acrecentar nuestra confianza que cuando recurrimos a esta divina Madre no sólo debemos estar seguros de su protección, sino de que, a veces, parecerá que somos más presto oídos y salvados acudiendo a María e invocando su santo nombre que invocando el nombre de Jesús nuestro Salvador. Y da esta razón: que a Cristo, como Juez, le corresponde castigar, y a la Virgen como madre, siempre le corresponde compadecerse. Quiere decir que encontramos antes la salvación recurriendo a la Madre que al Hijo, no porque sea María más poderosa que el Hijo para salvarnos, pues bien sabemos que Jesús es nuestro exclusivo Redentor, quien con sus méritos nos ha obtenido y él únicamente obtiene la salvación, sino porque recurriendo a Jesús y considerándolo también como nuestro Juez, a quien corresponde castigar a los ingratos, nos puede faltar (sin culpa de él) la confianza necesaria para ser oídos; pero acudiendo a María, que no tiene otra misión más que la de compadecerse como madre de misericordia y de defendernos como nuestra abogada, pareciera que nuestra confianza fuera más segura y más grande. “Muchas cosas se piden a Dios y no se obtienen, y muchas se piden a María y se consiguen porque Dios ha dispuesto honrarla de esta manera”. Y eso ¿por qué? Y responde Nicéforo que esto sucede no porque María sea más poderosa que Dios, sino porque Dios ha decretado que así tiene que ser honrada su Madre."

Si quieres conocer mejor a Jesús, acércate al corazón de María, ella guardaba TODO en su corazón.

Saludos

Para que lo que lo asimilen completico:

Volvemos siempre a lo mismo:

Tráigame un sólo versículo de la Biblia donde diga que Dios haya decretado que así tiene que ser honrada su Madre.

Sabiendo de antemano que tanto la iglesia católica como todas las demás cristianas se basan únicamente en la Biblia.
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Para que lo que lo lean completico

"Añade san Anselmo para acrecentar nuestra confianza que cuando recurrimos a esta divina Madre no sólo debemos estar seguros de su protección, sino de que, a veces, parecerá que somos más presto oídos y salvados acudiendo a María e invocando su santo nombre que invocando el nombre de Jesús nuestro Salvador. Y da esta razón: que a Cristo, como Juez, le corresponde castigar, y a la Virgen como madre, siempre le corresponde compadecerse. Quiere decir que encontramos antes la salvación recurriendo a la Madre que al Hijo, no porque sea María más poderosa que el Hijo para salvarnos, pues bien sabemos que Jesús es nuestro exclusivo Redentor, quien con sus méritos nos ha obtenido y él únicamente obtiene la salvación, sino porque recurriendo a Jesús y considerándolo también como nuestro Juez, a quien corresponde castigar a los ingratos, nos puede faltar (sin culpa de él) la confianza necesaria para ser oídos; pero acudiendo a María, que no tiene otra misión más que la de compadecerse como madre de misericordia y de defendernos como nuestra abogada, pareciera que nuestra confianza fuera más segura y más grande. “Muchas cosas se piden a Dios y no se obtienen, y muchas se piden a María y se consiguen porque Dios ha dispuesto honrarla de esta manera”. Y eso ¿por qué? Y responde Nicéforo que esto sucede no porque María sea más poderosa que Dios, sino porque Dios ha decretado que así tiene que ser honrada su Madre."

Si quieres conocer mejor a Jesús, acércate al corazón de María, ella guardaba TODO en su corazón.

Saludos


:asustado::asustado::asustado:
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

A esos católicos que ponen a María por encima de Dios y de Jesucristo....ummmmm, pobrecitos.:Investiga
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios
llama anatema a Jesús;
y nadie puede llamar a Jesús Señor,
sino por el Espíritu San
to.
1a Corintios 12,3



Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres.
El Señor está cerca
Por nada estéis afanosos,
sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones
y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Por lo demás, hermanos,
todo lo que es verdadero,
todo lo honesto,
todo lo justo,
todo lo puro,
todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre;
si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza,
en esto pensad

Filipenses 4,5-8
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Estel libro de san Alfonso María de Ligorio titulado Las glorias de María obra sumamente popular entre los católicos romanos, sigue declarando que:

“Todos obedecen los preceptos de María, aun Dios” (Página 115). (He aquí el latín del original para que no digan que la sentencia esta mal traducida: “Imperio Virginis omnia famulantur, etiam Deus”)


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Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Todo hombre prudente procede con sabiduría;
Mas el necio manifestará necedad.
Proverbios 13,16


El principio de las palabras de su boca es necedad;
y el fin de su charla, nocivo desvarío
Eclesiastés 10,13
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

" ...Vengan y aprendan: por muy invisible que Yo aparezca, se Me puede encontrar a todo su alrededor y en las cosas que he hecho. Aquél que vive por Mí, vivirá Conmigo. Aquél que ama a su prójimo, ya ha vencido al mundo y se encuentra ya en las mismas pisadas de Mi Hijo, Jesucristo, y en camino hacia Mi Reino. Sí, quienquiera que vive en el amor, vive una Verdadera Vida en Mí.

Yo soy su Padre, antes que su padre en la tierra. Yo los he engendrado 2 antes que su padre de carne. Únanse a Mí para que no Me pierdan de vista y se deshonren. Obedezcan Mis principios, pero con un corazón y no con una roca. Resuélvanse a obrar el bien el resto de su vida, pero con un sabor de alegría. Resuélvanse a poner fin de sofocar Mi Santo Espíritu de Gracia alrededor de ustedes, para que ustedes también puedan obtener su aliento en Él.

¡Hombre! Nacido de mujer. ¡Honra a La Mujer adornada con el sol! ¡Hombre débil! Encuentra tu consuelo en Su abrazo y en aquellos mismos brazos que llevaron a Mi Hijo a través del desierto a Egipto. Honra a la Madre que Me honró con Su gracia. ¿Por qué? ¿Acaso no la He favorecido mucho? Yo he hecho grandes cosas por la Mujer vestida con el sol, para que desde ese día en adelante, cuando Mi Espíritu La cubrió, todas las generaciones La llamen Bendita. Vergüenza y deshonra es lo que corresponde a quienes dejaron de honrarla. No Me agradan sus comentarios combinados con burlas hacia la Mujer tan altamente favorecida por Mí, y a cada uno le pagaré lo que le toca.

Humillen su espíritu, humíllenlo aún más ahora, y absténganse de hacer gestos cuando se trata de implorar Su intercesión. ¿Quién les dice que Yo no la voy a escuchar? ¿No intercedió su Madre en Caná? Esos signos fueron realizados para que su espíritu pueda comprender lo que su espíritu rechaza hoy. 3 Este signo estaba destinado para todas las generaciones por venir. La Mujer adornada con el sol, adornada con Mi Santo Espíritu tres veces Santo y quien llena el mundo, figura como la Madre de Dios.
"

La Verdadera Vida en Dios. 27.01.1996
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Hola estimados hermanos en Cristo Jesus
"Cristiano es mi nombre, catolico mi sobrenombre"

"Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios" (esta es la primera oracion que los cristianos del siglo I dirigian a Maria, pidiendo su intercesion, ante Cristo Jesus el unico Mediador)

Algunos hermanos cristianos, parecen aplicar como siempre una filosofia del doble pensamiento.......dicen amar a Dios, pero cuando llega el nombre de Maria, parece que se presenta un problema......esto son cuentos o hay algo que alguien no sabe?

Algunos comentarios de la obra "Las glorias de Maria" (la paginacion puede cambiar un poco)


María, Madre nuestra por serlo de Jesús


Dice san Lucas en el capítulo 2, versículo 7, hablando del nacimiento de nuestro Salvador, que María dio a luz a su primogénito. Así que, dice al autor, si el evangelista afirma que entonces dio a luz a su primogénito, ¿se habrá de suponer que tuvo otros hijos? Pero es de fe que María no tuvo otros hijos según la carne fuera de Jesús; luego debió tener otros hijos espirituales, y éstos somos todos nosotros. Esto mismo reveló el Señor a santa Gertrudis, la cual, leyendo un día dicho pasaje del Evangelio estaba confusa, no pudiendo entender cómo siendo María madre solamente de Jesucristo, se puede decir que éste fue su primogénito. Pero Dios le explicó que Jesús fue su primogénito según la carne, pero los hombres son sus hijos según el espíritu.
Con esto se comprende lo que se dice de María en los Sagrados cantares: “Es tu vientre como montoncito de trigo cercado de azucenas” (Ct 7, 2). Lo explica san Ambrosio, y dice que si bien en el vientre purísimo de María hubo un solo grano de trigo, que fue Jesucristo, sin embargo, se dice montoncito de trigo, porque en aquel sólo grano de trigo estaban contenidos todos los elegidos, de los que María debía ser la madre.

María, Madre nuestra por su dolor al pie de la cruz

El segundo momento en que María nos engendró a la gracia fue cuando en el Calvario ofreció al eterno Padre, con tanto dolor la vida de su amado Hijo por nuestra salvación. Cantar de los cantares: “Pusiéronme a guarda de viñas; y mi propia viña no guardé” (Ct 1, 5). María, por salvar nuestras almas, consintió que se sacrificara la vida de su Hijo. ¿Y quién era el alma de María sino su Jesús, que era su vida y todo su amor? Por esto le anunció el anciano Simeón que un día su bendita alma se vería traspasada de una espada muy dolorosa. “Y tu misma alma será traspasada por una espada de dolor” (Lc 2, 35). Esa espada fue la lanza que traspasó el costado de Cristo, que era el alma de María. En aquella ocasión, con sus dolores, nos dio a luz para la vida eterna, por lo que todos podemos llamarnos hijos de los dolores de María.

Es verdad que Jesús, al morir por la redención del género humano, quiso ser solo. “Yo solo pisé el lagar” (Is 63, 3); pero conociendo el gran deseo de María de dedicarse ella también a la salvación de los hombres, dispuso que también ella, con el sacrificio y con el ofrecimiento de la vida de Jesús, cooperase a nuestra salvación y así llegara a ser madre de nuestras almas. Esto es aquello que quiso manifestar nuestro Salvador cuando, antes de expirar, mirando desde la cruz a la madre y al discípulo Juan que estaba a su lado, dijo a María: “Mujer, he ahí a tu hijo” (Jn 19, 26); como si le dijese: Este es el hombre que por el ofrecimiento que tú has hecho de mi vida por su salvación, ahora nace a la gracia. Y después, mirando al discípulo dijo: “He ahí a tu madre” (Jn 19, 27). María quedó convertida no sólo en madre de Juan, sino de todos los hombres, en razón del amor que ella les tuvo. Por eso –advierte Silveira- que el mismo san Juan, al anotar este acontecimiento en el Evangelio, escribe: “Después dijo al discípulo: He aquí a tu madre”. Hay que anotar que Jesucristo no le dijo esto a Juan, sino al discípulo, para demostrar que el Salvador asignó a María por madre de todos los que siendo cristianos llevan el nombre de discípulos suyos.

María ejerce su maternal protección

“Yo soy la madre del amor hermoso” (Ecclo 24, 24), dice María; porque su amor, dice un autor, hace hermosas nuestras almas a los ojos de Dios y consigue como madre amorosa recibirnos por hijos. ¿Y qué madre ama a sus hijos y procura su bien como tú, dulcísima reina nuestra, que nos amas y nos haces progresar en todo? Más –sin comparación, dice san Buenaventura- que la madre que nos dio a luz, nos amas y procuras nuestro bien.
¡Dichosos los que viven bajo la protección de una madre tan amante y poderosa! El profeta David, aun cuando no había nacido María, ya buscaba la salvación de Dios proclamándose hijo de María, y rezaba así: “Salva al hijo de tu esclava” (Sal 85, 16). ¿De qué esclava –exclama san Agustín- sino de la que dijo: He aquí la esclava del Señor

María recibió de Jesús el encargo de amarnos

Además, nuestra Madre nos ama tanto porque Jesús nos ha recomendado a ella como hijos cuando le dijo antes de expirar: “Mujer, he ahí a tu hijo”, entregándole en la persona de Juan a todos los hombres, como ya lo hemos considerado. Estas fueron las últimas palabras que le dijo su Hijo. Los últimos encargos de la persona amada en la hora de la muerte son los que más se estiman, y no se pueden borrar de la memoria.



Y porque todos los hombres han sido redimidos por Jesús, por eso María los ama a todos y los colma de favores. San Juan la vio vestida de sol: “Apareció en el cielo una gran señal, una mujer vestida de sol” (Ap 12, 1). Se dice que estaba vestida de sol porque, así como en la tierra nadie se ve privado del calor del sol, “no hay quien se esconda de su calor” (Sal 28, 7), así no hay quien se vea privado del calor del amor de María, es decir, de su abrasado amor.

“Maldito el que exaspera a su madre” (Ecclo 3, 18). Dios maldice al que aflige con su mala vida y con su obstinación a esta su santa Madre.(pagina 25)

Se lee en el segundo libro de los Reyes (14, 2) que la sagaz mujer de Tecua se presentó a David y le habló de esta manera: “Señor, yo tenía dos hijos y, para mi desgracia, uno mató al otro. Ya he perdido un hijo, y ahora la justicia quiere quitarme el único que me ha quedado. Ten piedad de esta pobre madre y haz que no me vea privada de los dos hijos”. David, compadecido de esta madre, perdonó al delincuente. Esto mismo parece decir María cuando ve a Dios indignado contra un pecador que a ella se encomienda: “Dios mío –le dice–, yo tenía dos hijos, Jesús y el hombre. El hombre ha matado a mi Jesús en la cruz. Ahora tu justicia quiere condenar al hombre. Señor, mi Jesús ya ha muerto; ten compasión de mí, y si he perdido uno, no consientas que pierda ahora el otro”.(pagina 27)

María halló la gracia para el hombre

Por lo cual, con razón nos exhorta san Bernardo con estas palabras: “Busquemos la gracia, pero busquémosla por medio de María”. Si hemos tenido la desgracia de perder la amistad de Dios, esforcémonos por recobrarla, pero por medio de María, porque si la hemos perdido ella la ha encontrado; que por ello la llama el santo “la que halló la gracia”. Esto vino a decir el ángel, para nuestro consuelo, cuando dijo a la Virgen: “No temas, María, porque has hallado la gracia” (Lc 1, 30). Pero si María nunca estuvo privada de la gracia, ¿cómo dice el ángel que la encontró? Se dice de una cosa que se ha encontrado cuando antes no se tenía. La Virgen estuvo siempre con Dios y llena de gracia, como el mismo ángel se lo manifestó al saludarla: “Alégrate, María, llena de gracia; el Señor está contigo”. Si, pues, María no encontró la gracia para ella porque siempre la tuvo completa, ¿para quién la encontró? “La encontró para los pecadores que la habían perdido.(pagina 30)

Con toda propiedad, en fin, María es llamada aurora: “¿Quién es ésta que va subiendo como aurora naciente? (Ct 6, 9). “Así como la aurora da fin a la noche y comienzo al día, así, en verdad, la aurora es figura de María que marcó el fin de los vicios y el comienzo de todas las virtudes”. (pagina 31)

Se dice que los devotos de María están con vestidos dobles: “Todos sus domésticos traen doble vestido” (Pr 31, 21). Cornelio a Lápide explica cuál sea este doble vestido. Doble vestido porque ella adorna a sus fieles siervos tanto con las virtudes de su Hijo como con las suyas, y así revestidos consiguen la santa perseverancia.
Aplicando a María aquellas palabras: “Me paseé sobre las olas del mar” (Ecclo 26, 8), le hace decir: Yo camino siempre con mis siervos en medio de las tempestades en que se encuentran para asistirlos y librarlos de hundirse en el pecado.(pagina 35)

María intercede ante su Hijo en el juicio

Cuando un hombre sale de esta vida se agita el infierno y manda los más terribles demonios para tentar aquella alma antes de que abandone el cuerpo y acusarla cuando se presente al tribunal de Dios. “El infierno se conmovió abajo a tu llegada y a tu encuentro envió gigantes” (Is 14, 9). Pero cuando los demonios ven que a aquella alma la defiende María, no se atreven de ninguna manera a acusarla, sabiendo que no será condenada por el juez el alma protegida por tal Madre. ¿Quién podrá acusar si ve que protege la Madre? “Sus lazos son ataduras de salvación; en las postrimerías hallarás en ella reposo” (Ecclo 6, 31).(PAGINA 40)


María es la esperanza de todos

“Maldito el hombre que confía en otro hombre” (Jr 17, 5). María, exclaman, es una criatura; ¿y cómo puede ser una criatura nuestra esperanza? Esto dicen los herejes. Pero Con razón la Iglesia llama a María “Madre de la santa esperanza” (Ecclo 24, 24)

El invocar y rezar a los santos, y especialmente a la reina de todos los santos, María santísima, a fin de obtener la gracia de Dios es no sólo lícito, sino útil y santo, y es verdad de fe definida por los Concilios contra los herejes que la condenan como cosa injuriosa para Jesucristo que es nuestro único mediador. Pero si un Jeremías ruega después de su muerte por Jerusalén (2M 15, 14); si los ancianos del Apocalipsis presentan a Dios las oraciones de los santos; si san Pedro promete a sus discípulos acordarse de ellos después de su muerte; si san Esteban ruega por sus perseguidores; si san Pablo ruega por sus compañeros; si, en suma, pueden los santos rogar por nosotros, ¿por qué no vamos a poder nosotros implorar a los santos para que intercedan en nuestro favor?
Que Jesucristo sea nuestro único mediador con toda justicia porque con sus méritos nos ha obtenido la reconciliación con Dios, ¿quién lo niega? Mas, por otra parte, es una impiedad negar que Dios se complace en conceder las gracias por la intercesión de los santos y especialmente de María, su Madre santísima, que Jesús tanto desea verla amada y honrada por nosotros. Es sabido que el honor entregado a la madre redunda en honor del hijo. “Gloria de los hijos son sus padres” (Pr 17, 6). Por eso dice san Bernardo: “No hay duda de que todo lo que cede en honra de la madre, al hijo pertenece”. No oscurece la gloria del hijo el que alaba a la madre, porque cuanto más se alaba a la madre, más se honra al hijo. Y san Ildefonso dice que todo el honor que se rinde a la reina madre se tributa al hijo rey.(pagina 62)


Ordenó Dios a Moisés que hiciera un propiciatorio de oro purísimo para hablarle desde allí: “Me harás un propiciatorio de oro purísimo...; desde él te daré mis órdenes y hablaré contigo” (ex 25, 17). Dice un autor que ese propiciatorio es María, desde el cual Dios habla a los hombres y desde el que nos concede el perdón y sus gracias y favores. Por eso dice san Ireneo que el Verbo de Dios, antes de encarnarse en el seno de María, mandó al arcángel a pedir su consentimiento, porque quería que de María derivara al mundo el misterio de la Encarnación. “¿Por qué no se realiza el misterio de la Encarnación sin el consentimiento de María? Porque quiere Dios que sea ella el principio de todos los bienes”. Todos los bienes, ayudas y gracias que los hombres han recibido y recibirán de Dios hasta el fin del mundo, todo les ha venido y vendrá por intercesión y por medio de María.(pagina 44)



María, puesta por Dios como esperanza de los pecadores

Cuando Dios creó el mundo creó dos luminarias, una mayor y otra menor, es decir, el sol que alumbra el día y la luna que alumbra la noche: “He hizo Dios dos grandes luminarias; la mayor para que presidiera el día y la menor para que presidiera la noche” (Gn 1, 16). El sol ,es figura de Cristo, de cuya luz disfrutan los justos; la luna es figura de María, por cuyo medio se ven iluminados los pecadores que viven en la noche de los vicios. Siendo María esta luna propicia con los pecadores, si un pecador se encuentra caído en la noche de la culpa, ¿qué debe hacer? “El que yace en la noche de la culpa –responde–, que mire a la luna, que ruegue a María”. Ya que ha perdido la luz del sol, la divina gracia, que se dirija a la que está figurada en la luna, que ruegue a María, y ella le iluminará para conocer su estado miserable y la fuerza para salir pronto de él. Dice san Metodio que las plegarias de María convierten constantemente a muchísimos pecadores.(pagina 48)



María nos asegura la victoria

En Israel, por medio del arca se ganaban las batallas. Así vencía Moisés a sus enemigos. “Al tiempo de elevar el arca decía Moisés: Levántate, Señor, y que sean dispersados tus enemigos” (Nm 10, 35). Así fue conquistada Jericó, así fueron derrotados los filisteos. “Allí estaba el arca de Dios” (1R 14, 18). Ya es sabido que el arca fue figura de María. “El arca que contenía el maná, o sea, Cristo, es la santísima Virgen que consigue la victoria sobre los malvados y los demonios”. Y como en el arca se encontraba el maná, así en María se encuentra Jesús, del que igualmente fue figura el maná, por medio de este arca se obtiene la victoria sobre los enemigos de la tierra y del infierno. Por eso dice san Bernardino de Siena que cuando María, arca del Nuevo Testamento, fue elevada a ser reina del cielo, quedó muy débil y abatido el poderío del demonio sobre los hombres.

“Como lirio entre espinas, así es mi amiga entre las vírgenes” (Ct 2, 2). Comentando estas palabras en que el esposo divino alaba a su amada esposa cuando la compara con la azucena entre espinas, que así es su amada entre todas, reflexiona Cornelio a Lápide y dice: “Así como la azucena es remedio contra las serpientes y sus venenos, así invocar a María es remedio especialísimo para vencer todas las tentaciones, sobre todo las de impureza, como lo comprueban quienes lo practican.
Se lee en el Antiguo Testamento que el Señor, desde Egipto hasta la tierra de promisión, guiaba a su pueblo durante el día con una nube en forma de columna, y por la noche con una columna de fuego (Ex 13, 21). En esta nube en forma de columna y en esta columna en forma de fuego, dice Ricardo de San Lorenzo, está figurada María y sus dos oficios que ejercita constantemente para nuestro bien; como nube nos protege de los ardores de la divina justicia, y como fuego nos protege de los demonios. Es ella como columna de fuego, afirma el santo, porque como la cera se derrite ante el fuego, así los demonios pierden sus fuerzas ante el alma que con frecuencia se encomienda a María y trata devotamente de imitarla.
(pagina 59)



Y completando el primer comentario:

Añade san Anselmo para acrecentar nuestra confianza que cuando recurrimos a esta divina Madre no sólo debemos estar seguros de su protección, sino de que, a veces, parecerá que somos más presto oídos y salvados acudiendo a María e invocando su santo nombre que invocando el nombre de Jesús nuestro Salvador. Y da esta razón: que a Cristo, como Juez, le corresponde castigar, y a la Virgen como madre, siempre le corresponde compadecerse. Quiere decir que encontramos antes la salvación recurriendo a la Madre que al Hijo, no porque sea María más poderosa que el Hijo para salvarnos, pues bien sabemos que Jesús es nuestro exclusivo Redentor, quien con sus méritos nos ha obtenido y él únicamente obtiene la salvación, sino porque recurriendo a Jesús y considerándolo también como nuestro Juez, a quien corresponde castigar a los ingratos, nos puede faltar (sin culpa de él) la confianza necesaria para ser oídos; pero acudiendo a María, que no tiene otra misión más que la de compadecerse como madre de misericordia y de defendernos como nuestra abogada, pareciera que nuestra confianza fuera más segura y más grande. “Muchas cosas se piden a Dios y no se obtienen, y muchas se piden a María y se consiguen porque Dios ha dispuesto honrarla de esta manera”. Y eso ¿por qué? Y responde Nicéforo que esto sucede no porque María sea más poderosa que Dios, sino porque Dios ha decretado que así tiene que ser honrada su Madre. (pagina 55)

Antibiblico??, poner a Maria sobre Dios??? yo no lo creo, por el contrario, la Virgen Maria o la aurora, “¿Quién es ésta que va subiendo como aurora naciente? (Ct 6, 9) es un regalo de Dios mismo, un regalo de redencion sujeto a su Hijo Jesucristo, nuestro unico Salvador, pues “Yo solo pisé el lagar” (Is 63, 3) pero como quiso dejarnos al igual que en el Antiguo Testamento, un Arca de la Alianza, que Dios mismo nos puso para garantizar la misericordia
Levántate, Señor; ven a tu lugar de reposo, tú y tu arca poderosa
Salmo 132:1-18

Compare las verdades que Dios nos revela en su palabra:

Con toda propiedad, en fin, María es llamada aurora: “¿Quién es ésta que va subiendo como aurora naciente? (Ct 6, 9).
“¡Cómo tiemblan ante María y su nombre poderosísimo los demonios en el infierno!”, exclama san Buenaventura. El santo compara a estos enemigos con aquellos de los que habla Job: “Fuerzan de noche las casas... y si los sorprende la aurora la ven como las sombras de la muerte” (Jb 24, 16). Los ladrones van a robar las casas de noche; pero si en eso les sorprende la aurora, huyen como si se les apareciera la sombra de la muerte.

Bendiciones
Levántate, Señor; ven a tu lugar de reposo, tú y tu arca poderosa
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

" ...Vengan y aprendan: por muy invisible que Yo aparezca, se Me puede encontrar a todo su alrededor y en las cosas que he hecho. Aquél que vive por Mí, vivirá Conmigo. Aquél que ama a su prójimo, ya ha vencido al mundo y se encuentra ya en las mismas pisadas de Mi Hijo, Jesucristo, y en camino hacia Mi Reino. Sí, quienquiera que vive en el amor, vive una Verdadera Vida en Mí.


La Verdadera Vida en Dios. 27.01.1996

Todo lo que no sea la palabra de Dios inspirada hayada en la Biblia resulta sospechoso, veamos:

Vengan y aprendan:
Primer gazapo. Pues el que se declara así mismo sabio...

Vengan y aprendan: por muy invisible que Yo aparezca, se Me puede encontrar a todo su alrededor y en las cosas que he hecho. Aquél que vive por Mí, vivirá Conmigo.
Aquí, la única opción es que el q habla es Cristo o Dios, pero claro, menudas pretensiones. No sé no sé. ¿Será otro gazapo?

Aquél que ama a su prójimo, ya ha vencido al mundo y se encuentra ya en las mismas pisadas de Mi Hijo, Jesucristo, y en camino hacia Mi Reino. Sí, quienquiera que vive en el amor, vive una Verdadera Vida en Mí.

Aquí ya vemos como supuestamente dios habla a través de la vidente vassula. Aunque veo parte de verdad(de la Biblia) y parte de mentira, pues hasta los no creyentes aman a su prójimo, sólo recordar a las miles de personas q realizan actividades sociales sin ánimo de lucro. Así que por amar al prójimo no es suficiente para vencer al mundo.

Cierto?
 
Re: Las glorias de María obra popular entre los católicos romanos

Hola estimados hermanos en Cristo Jesus
"Cristiano es mi nombre, catolico mi sobrenombre"

"Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios" (esta es la primera oracion que los cristianos del siglo I dirigian a Maria, pidiendo su intercesion, ante Cristo Jesus el unico Mediador)

Algunos hermanos cristianos, parecen aplicar como siempre una filosofia del doble pensamiento.......dicen amar a Dios, pero cuando llega el nombre de Maria, parece que se presenta un problema......esto son cuentos o hay algo que alguien no sabe?

Me parece que el problema no es nuestro. Lee más la Biblia, ahí está todo.