Mateo 28:19: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo.”
Cabe la pregunta: ¿Es posible que este pasaje se le hayan interpolado las palabras “bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo”?
Aunque reconozco que no existe un manuscrito griego de más antigüedad de los que se poseen actualmente, y que se remonte antes del siglo IV que atestigüe que en este pasaje hay una interpolación trinitaria, existe evidencia indirecta que apunta que este pasaje originalmente leía en los escritos originales de la siguiente manera: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas la naciones en mi nombre”.
Según las obras de Eusebio de Cesarea que vivió desde 260 hasta 340 E.C., La Historia Eclesiástica y la Demostración del Evangelio, al citar de Mateo 28:19 no hace mención alguna de la frase, “bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo”, sino “Id, y haced discípulos de todas la naciones en Mi Nombre”.
En el libro The History of the Church, bajo el título “The final siege of the Jews after Christ: the crushing weight of famine”, Penguin Classics, traducida por G.A. Williamson, 1965, Libro 3, página 68, Eusebio cita de Mateo 28:19:
‘Go and make disciples of all the nations in my name’.
En el libro La Prueba del Evangelio, en el Libro III, capítulo 7, 136 (a-d), página 157:
“El mostró la virtud del poder en Su Nombre oculto de la multitud cuando El le dijo a sus discípulos: “Id, y haced discípulos de todas las naciones en mi Nombre.” El también, mas eficientemente, pronostica el futuro cuando dice: “porque este evangelio debe primeramente ser predicado a todo el mundo, para testimonio a todas la naciones.”
En el Libro III, Capítulo 6, 132 (a), página 152:
“Con una palabra y voz El dijo a Sus discípulos: “Id, y haced discípulos de todas las naciones en Mi Nombre, enseñándoles a observar todas las cosas que yo os he mandado.”
En el libro III, Capítulo 7, 138 (c), página 159:
“Cuando vuelvo mis ojos a la evidencia del poder de la Palabra, que multitudes ha ganado, y que enormes iglesias han sido fundadas por aquellos iletrados y pobres discípulos de Jesús, no en oscuros y desconocidos lugares, sino en las ciudades más nobles, me refiero a la Roma Real, Alejandría, Antioquia, por todo el entero Egipto y Libia, Europa y Asia, y en villas y lugares de campo y entre las naciones, soy irresistiblemente obligado a repasar mis pasos, y buscar por su causa, y confesar que ellos pudieron solamente tener éxito en su osada aventura, por un poder más divino, y más fuerte que el del hombre y por la cooperación de Aquel que les dijo; ‘Haced discípulos de todas las naciones en mi Nombre.’”
En el libro IX, capítulo 11, 445 (c), página 175:
“Y El ordenó a Sus propios discípulos después de su rechazo, ‘Id y haced discípulos de todas las naciones en mi nombre’”
Eusebio como Obispo de Cesarea tuvo acceso a la famosa Biblioteca de Cesarea y, por lo tanto, a referencias de Mateo 28:19 de manuscritos más antiguos almacenados allí que ya no se tienen disponibles hoy; en adición a eso, según Jerónimo, Mateo compuso un Evangelio en el idioma y caracteres hebreos, y que además, ese texto auténtico estaba preservado hasta su día (331-420) en la mencionada Biblioteca. Por ende, las anteriores 5 citas reflejan el verso como Eusebio lo leyó de los manuscritos que tenía disponibles en su tiempo cuando la Biblioteca de Cesarea existía.
Por otro lado, el libro de George Howard, Hebrew Gospel of Matthew, 1995, en la página 190 dice que la copia del Evangelio hebreo de Mateo de Shem-Tob es el texto más exacto del Primer Evangelio que ahora existe, y en la página 234 dice que no contiene la frase “del Padre del Hijo y del espíritu santo”. Pero, ¿qué certeza tenemos de eso? Si actualmente se tiene de ese Evangelio en hebreo y que es el texto más exacto de Mateo, ¿por qué razón no se revisa la traducción tradicional de Mateo 28:19 a lo que realmente dijo Jesús?
Por otro lado, tenemos el testimonio bíblico que refleja claramente que los apóstoles, siguiendo el mandato de Jesús, solo bautizaban en el nombre de Jesucristo:
Hechos 2:38: “Pedro les [dijo]: “Arrepiéntanse, y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán la dádiva gratuita del espíritu santo.”
Hechos 8:16: “Porque todavía no había caído sobre ninguno de ellos, sino que solo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.”
Hechos 10:48: “Con eso, mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces ellos le solicitaron que permaneciera algunos días.”
Hechos 19:5: “Al oír esto, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús”
Si Mateo 28:19 no fuera una interpolación trinitaria y el texto fue el correcto, cabe la pregunta, ¿sería un incumplimiento de su mandato el hecho de que sus discípulos se bautizaron solo en el nombre de Jesucristo según los pasajes supracitados? ¿Cómo conciliarían ustedes esa aparente contradicción?