Ahora, traeré a colación un estudio realizado por quién escribe, respecto a las relaciones métricas de la profecía de las 70 semanas, intentando explicar, que el Mesías de la Profecía, o, como ustedes quieren llamar "un Ungido por Príncipe", no aparece después de las "siete semanas", sino que, de acuerdo a la métrica de las relaciones poéticas de la profecía, el Mesías aparece después de las "sesenta y dos semanas". Espero que para los fieles adventistas de este foro, y de este debate, les pueda servir de alguna ayuda. Aquí va:
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La aparición del Mesías en las setenta semanas[/FONT]
La profecía de las setenta semanas radica en torno a su conexión con la profecía de los 2300 años de Daniel 8. Además, la profecía de las setenta semanas, fue fafa en un lenguaje típico de la poesía hebraica, por ese motivo, se analizará la interpretación tradicional adventista de las setenta semanas bajo un enfoque poético, que nos ayudará a comprender mejor el mensaje profético.
Por ejemplo, William H. Shea analiza la relación poética de Daniel 9:25-26a, para establecer que el Mesías aparece después de las sesenta y dos semanas, y no después de las siete semanas como los eruditos que utilizan el método histórico-critico lo creen (
William H. Shea. “Poetic Relations of the time periods in Dan. 9:25”, AUSS, Spring 1980, Vol. XVIII, No. 1, 59-63). Así también, en este estudio traeremos a colación el estudio de William H. Shea en cuando a la relación Mesiánica que el corazón de las profecías de Daniel (cap. 7, 8 y 9) conlleva.
En el Comité de Daniel y Apocalipsis, Shea nos muestra que la relación del corazón del libro de Daniel está dada por la interacción de pensamiento oriental de efecto-causa. Daniel 9 presenta a Cristo como sacrificio, Daniel 8 como Sumo Sacerdote y Daniel 7 como Rey. Estas fases de Cristo concuerdan con la temática establecida en cada profecía dada (
Vease, Frank B. Holbrook, ed. Symposium on Daniel, pp. 234-240). Sin embargo, el punto clave que nos concierne ahora es el de la profecía de las setenta semanas, que pertenece a la primera sección profética del corazón de Daniel.
Además de ello, el mismo Shea nos provee una estructura quiástica de Daniel 9:25-27 bastante reveladora (Ibíd., p.243):
- A.- Construcción de la ciudad (vs. 25a)
- B.- Tiempo para el Mesías (vs.25b)
- C.- Construcción de la ciudad (vs.25c)
- D.- Tiempo y experiencia del Mesías (vs.26a)
- C’.-Destrucción de la ciudad (vs. 26b)
- B’.- Tiempo y logros del Mesías (vs.27a)
- A’.-Destrucción de la ciudad (27b)
Es interesante la estructura que propone Shea de los v.25-27. Ya que, el centro del quiasmo radica en torno a la misión del Mesías sobre la tierra.
Ahora bien, para comprender la misión Mesiánica de Cristo en la profecía, debemos analizar en qué momento aparece, si después de las siete semanas o después de las sesenta y dos semanas. Para entender esto, debemos analizar las relaciones poéticas propuesta por Shea y así establecer el momento exacto de la aparición del Mesías Príncipe en Daniel 9.
Consecutivamente, sólo nos enfocaremos en los vs.24-26a, que hablan específicamente de la aparición Mesiánica de Cristo(
William H. Shea. “Poetic Relations of the time periods in Dan. 9:25”, pp. 59-58).
Ver el archivo adjunto 6931
Como se aprecia, la profecía tiene una métrica interna bastante armónica. Estas relaciones poéticas –como hemos reiterado en cada ocación– nos ayudan a comprender en qué momento aparece el Mesías de la profecía.
En el primer colon doble se utilizan tres sustantivos para indicar la fecha dada por la profecía, “setenta semanas están cortadas”, la segunda métrica del primer colon doble se usan tres vocablos para saber a quién va dirigida la profecía, “sobre (o para) tu pueblo y sobre (o para) tu santa ciudad”, es decir, utiliza una métrica de 3:3. “El primer Tricolon, en el cual el énfasis está puesto sobre el aspecto negativo del pecado; está escrito en una métrica de 2:2:2”(
William H. Shea. “Poetic Relations of the time periods in Dan. 9:25”, p. 61.). Así mismo, la segunda Tricola pone énfasis en el aspecto positivo de la profecía con una métrica de 3:3:3, “para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”, convirtiéndose en un paralelo problema-solución; un problema con métrica 2, y una solución con una métrica 3.
La expresión “sabe y entiende”, no se ha considerado como una poesía por el sencillo hecho de que no se relaciona métricamente con el resto de los colon (Extrametical).
Ahora bien, la tercera Tricola establece el contexto en el cual el Mesías aparecerá en la profecía, su métrica es 2:3:2, “desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe”. Y el nexo temporal de la aparición del Mesías es dado en una secuencia métrica de 2:3 (Bicolon), “siete semanas, y sesenta y dos semana”.
Al analizar estos dos colon, si relacionamos el tercer Tricolon con el Bicolon que habla de la aparición del Mesías, se verá reflejado que el Mesías no aparece luego de las siete semanas, sino más bien después de las sesenta y dos semanas. Puesto que la segunda métrica del Tricolon da la pauta para entender el inicio de la profecía, ya que la partícula “
min”, “desde”, indica un inicio. Y, consecutivamente, dicho conector, va unido con el conector de la última métrica del Tricolon, “
ad”, hasta” indicando un termino.
Es decir,
desde la reconstrucción de Jerusalén
hasta el Mesías, hay una fecha exacta de “siete semanas, y sesenta y dos semana”. Más aún, en la profecía poética de Daniel hay un paralelo simétrico entre el Tricolon y el Bicolon que clarifica la aparición del Mesías después de las sesenta y dos semanas y no después de las siete semanas:
Desde la salida de la palabra:
- A. Para reconstruir y edificar Jerusalén, (3 palabras)
- B. Hasta el Mesías Príncipe, (2 palabras)
- A’. Habrán siete semanas, (2 palabras)
- B’. Y sesenta y dos semanas, (3 palabras).
Nótese la métrica establecida aquí, 3:2:2:3 y la temática A:B:A:B. Para dar una lectura más clara en cuanto al estilo simétrico de estos dos colon, se leería de la siguiente forma: (B) Para reconstruir y edificar Jerusalen, (B’) Habrán siete semanas. (C’)Y sesenta y dos semanas, (C) hasta el Mesías Príncipe.
La simetría establecida por los dos colon es claramente interesante al momento de establecer la fecha en la cual el Mesías Príncipe aparece en la profecía. Se concluye, pues, por la evidencia poética que el Mesías aparece después de las sesenta y dos semanas.
No obstante, bien se podría contra argumentar que la segunda métrica del Tricolon que está dada por 2 palabras (“hasta el Mesías Príncipe”) concuerda con el segundo Bicolon de métrica 2 (“Siete semanas y sesenta y dos semanas”). Y se podría decir que el escritor puso énfasis en su métrica 2:2 para establecer la aparición del Mesías luego de las “siete semanas” y no de las “sesenta y dos semanas”. Sin embargo, si se analizan los colon anteriores se verá que la métrica 2:3 siempre está dada para interactuar como métricas explicativas. Por ejemplo, el primer Tricolon establece una metrica 2:2:2 que pone su énfasis en el aspecto negativo de la visión, es decir, el pecado. No así su contraparte, que está dada con una métrica de 3:3:3 para resaltar el aspecto positivo de la visión, la solución al pecado. De la misma forma los paralelos que se han presentado, su relación métrica no debería ser de 2:2 (“Hasta el Mesías Príncipe habrá siete semanas”), sino 2:3 (“Hasta el Mesías Príncipe habrá sesenta y dos semanas”).
Como se aprecia, la métrica establecida por la relación poética de las setenta semanas, nos dice que el Mesías aparecería después de las sesenta y dos semanas y no después de las siete semanas. El énfasis en el uso de “siete semanas y sesenta y dos semanas”, se resalta por los acontecimientos dados en la relación métrica, el de la reconstrucción de Jerusalén y la aparición del Mesías. Hay siete semanas para que se reconstruya totalmente Jerusalén y después que se construya hay exactamente sesenta y dos semanas de años para que aparezca el Mesías.
Lo que confirma aún más nuestra postura, es el siguiente Tricolon con métrica 2:2:2, “se reedificarán la plaza y el foso en la angustia de los tiempos” (Nacar Colunga).
Sin embargo, si analizamos superficialmente el v.25d podrá verse frustrada nuestra teoría. Pero para poder analizar este versículo, debemos recurrir a la temática de las setenta semanas. Jacques Doukhan, en su artículo “The seventy weeks: an exegetical study” demuestra de una forma literaria que ya en el v.24 se da la pauta para separar la profecía en dos temáticas:
“Setenta semanas están determinadas”
Para tu pueblo (2 palabras)
- Para poner fin a la prevaricación (2 palabras)
- y sellar al pecado (2 palabras)
- y expiar la iniquidad (2 palabras)
Para tu santa ciudad (3 palabras)
- Para traer la justicia perdurable (3 palabras)
- y sellar la visión y la profecía (3 palabras)
- y ungir al Santo de los santos (3 palabras)
Estas dos temáticas A:B, del “pueblo”, que abarca toda la humanidad, y, tu santa ciudad, que abarca solamente el pueblo de Israel, se ve reflejada en toda la profecía (
Jacques Doukhan. “The seventy weeks: An exegetical study”, p.10). Por lo tanto, bajo esta premisa podemos analizar el v.25d que según dijimos anteriormente, parece contradecir nuestro argumento. Todo el v.25 dice lo siguiente:
“
Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.”
Sin embargo, bajo nuestro análisis temático de A:B:A:B se separaba este versículo en dos acontecimientos, 1) para Jerusalén y 2) para el Mesías. Además, se establece el lazo temporal que une estas dos categorías de acontecimientos, 1) siete semanas para reconstruir Jerusalén y 2) sesenta y dos semanas hasta el Mesías. Uniendo el resto del versículo a nuestra temática A:B:A:B, sin lugar a dudas que debe incluirse en los acontecimientos dados a Jerusalén (temática A), ya que en ningún momento se hace mención al Mesías (temática B) en el v.25d. Luego, nuestra estructura paralela quedaría así:
Desde la salida de la palabra (2 palabras):
- A. Para reconstruir y edificar Jerusalén, (3 palabras)
- B. Hasta el Mesías Príncipe, (2 palabras)
- A’. Habrán siete semanas, (2 palabras)
- B’. Y sesenta y dos semanas, (3 palabras).
- A’’. Se reedificarán la plaza y el foso en la angustia de los tiempos (6 palabras).
Consecutivamente, nuestra teoría encuentra un firme fundamento en el último Bicolon (v.26a) de métrica 4:4, “Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí”.
Nuevamente se vuelve hacer mención del Mesías para completar la temática en la profecía (hasta el centro del quiasmo propuesto por Shea, v.26a). De manera que, finalmente nuestro análisis literario se estructura de la siguiente manera (se recomienda leer toda la temática 'A' junta y luego toda la temática 'B'):
Desde la salida de la palabra (2 palabras):
- A. Para reconstruir y edificar Jerusalén, (3 palabras)
- B. Hasta el Mesías Príncipe, (2 palabras)
- A’. Habrán siete semanas, (2 palabras)
- B’. Y sesenta y dos semanas, (3 palabras).
- A’’. Se reedificarán la plaza y el foso en la angustia de los tiempos (6 palabras).
- B’’. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí (8 palabras).
La estructura literaria de los vs. analizados es bastante clarísima para comprender qué acontecimientos ocurren en la profecía. Si no miramos desde un punto de vista oriental una profecía con mentalidad oriental jamás descubriremos que el Mesías aparece después de las sesenta y dos semanas, muy por el contrario, si miramos la profecía a través de ojos occidentales, desearemos un hilo conductor sin interrupción (a diferencia de la estructura hebrea con paralelismo alternativos A:B), y concluiremos que el Mesías aparece después de las siete semanas.