Re: Las 70 semanas
Estimado eduardo martínez r. Saludos cordiales.
Tú dices:
Queda demostrado que Jerjes falleció en agosto de 465 a.C. y, por lo tanto que, una vez pasado el año ascensional, el primer año de Artajerjes se computa desde el otoño del propio año 465 a.C. (calendario judío) o desde la primavera de 464 a.C. El viaje de Esdras de Babilonia a Jerusalén, ocurrido entre los meses primero y quinto de Artajerjes, no importa qué calendario se haya usado para fecharlo, tuvo lugar entre el comienzo de la primavera y el final del primer mes de verano del año 458 a.C. No consta relación alguna del decreto que autorizó la partida de Esdras y el otoño del año 457 a.C.
Respondo:¡Falso! Te equivocas al igual que cuando decías que Antíoco IV murió devorado por gusanos, (igual que Herodes el Grande y Herodes Agripa I.)
Veamos el punto: 1 y 2 Macabeos.
En estos dos libros hay tres pasajes en los que se relata la forma en que murió Antíoco.
Las tres narraciones son completamente diferentes -especialmente la segunda, que resulta única- y son contradictorias entre sí. En el primer relato (1 Macabeos 6: 8-16, VP) se narra que el rey quedo profundamente apesadumbrado por las malas noticias que le llegaban, "
tanto que se enfermó de tristeza y cayó en cama, pues no le habían salido las cosas como él quería. Así estuvo muchos días, continuamente atacado de una profunda tristeza, y hasta pensó que iba a morir" (vers. 8-9).
A continuación se cuenta cómo reconoció que había procedido mal al saquear la ciudad de Jerusalén y "exterminar a todos los habitantes de Judea sin ningún motivo " (vers. 12).
Por eso se dice que murió "de terrible tristeza" (vers. 13), después de haber tomado sus últimas disposiciones. En el segundo relato (2 Macabeos 1: 13-16) se refiere que Antíoco trató de apoderarse de las riquezas del templo de la diosa Nanea. Sin embargo, los sacerdotes de ese santuario encerraron a Antíoco y a sus acompañantes en el templo.
El relato continúa de esta manera: "
Entonces abrieron una ventana secreta que había en el techo, y a pedradas mataron al rey y a sus amigos. Luego les cortaron la cabeza, los brazos y las piernas, y los echaron a los que estaban fuera" (vers. 16). El autor de 2 Macabeos añade con regocijo: "¡Bendito sea siempre nuestro DIOS que entregó a los impíos a la muerte!" (vers. 17).
En la tercera versión (2 Macabeos 9: 1-29) se refiere que "
el Señor Dios de Israel, que todo lo ve, lo castigó con un mal incurable e invisible: . . . le vino un dolor de vientre que con nada se le pasaba, y un fuerte cólico le atacó los intestinos. Esto fue un justo castigo para quien, con tantas y tan refinadas torturas, había atormentado en el vientre a los demás" (vers. 5-6).
A continuación se dice que "
comenzó a moderar su enorme arrogancia y a entrar en razón" (vers. 11). Se añade que "entonces este criminal empezó a suplicar al Señor; pero Dios ya no tendría misericordia de él" (vers. 13).
Después figura una supuesta carta conciliatoria que Antíoco dirigió a los judíos. Sigue la narración de esta manera: "
Así pues, este asesino, que injuriaba a Dios, terminó su vida con una muerte horrible, lejos de su patria y entre montañas, en medio de atroces sufrimientos, como los que él había hecho sufrir a otros".
Concluye con un detalle que parece ser histórico: "
Filipo, su amigo íntimo, transportó el cadáver; pero, como no se fiaba del hijo de Antíoco, se refugió en Egipto, junto al rey Tolomeo Filométor" (vers. 28-29).
Debe destacarse que dos de estos relatos -segundo y tercero- aunque son diametralmente opuestos, están en el mismo libro.
Surgen las preguntas:
¿Cómo puede un solo autor describir de dos maneras tan diferentes un acontecimiento tan importante como es la muerte del enemigo máximo de su pueblo?
¿O se trata acaso de dos versiones dispares incluidas por un imperdonable descuido? ¿Cómo hacer concordar estos relatos discrepantes?
Los escrituristas católicos -aunque no lo expresen explícitamente- reconocen que este problema no tiene solución lógica. Aún no han encontrado una respuesta válida. Sólo dan algunas explicaciones o consideraciones que no resuelven esta dificultad.
En la introducción de la BJ a los libros de los Macabeos se reconoce, en cuanto a 2 Macabeos, que en este documento la "intención
religiosa se sobrepone al cuidado por la exactitud histórica"; y se añade: "El autor utiliza para su propósito documentos y relatos, sin garantizar con ello su veracidad. La muerte de Antíoco Epífanes se refiere en forma diferente en [2 Mac.] 1: 13-16 y en 9: 1-29 (que se acerca más a 1 Mac. 6: 1-13" (ed. de 1967, p. 546).
En esta misma introducción también se destaca un serio anacronismo: En 2 Macabeos la muerte de Antíoco se sitúa antes de la purificación del templo de Jerusalén, realizada por Judas Macabeo (2 Macabeos 10: 1-8); pero en 1 Macabeos se coloca la muerte del perseguidor después de esa purificación (1 Macabeos 4: 36-59).
Esta extraña divergencia de los tres relatos mencionados y el evidente anacronismo, sin contar las diversas narraciones de un cariz sobrenatural insólito en la Biblia se encuentran precisamente en 2 Macabeos, libro que contiene dos dificultades de orden doctrinal de verdadera importancia:
(1) la supuesta validez de los sufragios presentados en favor de los muertos y
(2) la hipotética eficacia de la intercesión de los difuntos ante Dios, como abogados de los vivos.
Con respecto a la muerte de Jerjes sabemos que fue asesinado entre el 17 de diciembre del 465 y el 3 de enero del 464.
hoy por datos astronómicos y arqueológicos que Jerjes murió después del 1 de Tishri (Octubre) según algunos papiros de Elefantina, y no después del 17 de Diciembre del año 465 AC según una tableta de Ur. [Entre los documentos más autorizados están el Canon de Ptolomeo que preparó en el S. II DC el astrónomo Griego-Egipcio Claudio Ptolomeo, con los eclipses que tuvieron lugar durante los reinos de Babilonia, Persia, Macedonia y Roma, así como su correspondencia con los reyes que gobernaron esos imperios. Una tableta de Ur precisa, además, la fecha del 17 de Diciembre en que murió Jerjes, padre de Artajerjes. A su vez, ciertos papiros encontrados en Elefantina prueban que hubo un año ascencional en el cómputo del reino de Artajerjes y que, por consiguiente, su primer año debe computárselo a partir del año 464 AC]. Desde ese momento, hasta el siguiente otoño (octubre), se da el año ascencional de su hijo Artajerjes. Sólo entonces pueden comenzar a fecharse los años de su reinado, esto es, desde el año 464 AC. El siguiente otoño del 463 AC Artajerjes cumple su primer año de reinado oficial; el 462 AC su segundo año; el 461 AC su tercer año; el 460 AC su cuarto año; el 459 AC su quinto año; el 458 AC su sexto año. De esta manera, su séptimo año debió haberlo cumplido en el otoño (Sept/Oct) del año 457 AC.
La “salida de la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén” (Dan 9:25), según la profecía de las setenta semanas, tuvo que ver con la emisión del decreto de Artajerjes que Esdras trajo de Babilonia. Esdras salió el primer mes del séptimo año del rey Artajerjes. Aunque los Israelitas computaban los años de Tishri a Tishri (Septiembre/Octubre a Septiembre/Octubre), la numeración de los meses correspondía al cómputo lunar de Nisan a Nisan (Marzo/Abril a Marzo/Abril: Esd 6:19). “El primer día del primer mes partió [Esdras] de Babilonia [en ese año fue fin de Abril del 457 AC], y el primer día del quinto mes llegó a Jerusalén [en ese año fue fin de agosto del 457 AC], porque la buena mano de su Dios estuvo con él. Porque Esdras había aplicado su corazón a inquirir la Ley del Señor, a cumplirla, y a enseñar a Israel sus estatutos y normas” (Esd 7:9-10).
El texto de Esdras no nos dice cuándo redactó el rey el decreto, sino cuándo partió Esdras de Babilonia y cuándo ese decreto entró en efecto, más definidamente, a poco de llegar a Jerusalem, más precisamente aún al comenzar el otoño del 457 AC. (Esd 7:7-8; 8:31-36; véase E. G. White, GC, 398ss). ¿Cómo sabemos que en el año 457 AC el primer mes fue en abril y no en marzo, y el quinto mes al final de agosto y no en julio? Porque gracias a los datos astronómicos que hoy tenemos podemos saber que en ese año tuvo que haber un mes adicional como el que solían agregar cada cierto número de años los israelitas para coordinar el año lunar con el solar. En efecto, si no se agrega un mes adicional para ese entonces Esdras habría comenzado su viaje en sábado, algo que se descarta por ir contra la ley del Señor (véase Esd 7:9 y 8:15; Neh 13:15ss). Con respecto a la llegada a Jerusalén en julio del año 457 AC tendríamos un problema equivalente ya que es inverosímil que Esdras hubiese pesado los metales preciosos que trajo de Babilonia el 27 de julio que cayó en sábado (Esd 7:9; 8:32-34). Por consiguiente, en ese año 457 AC deben haber computado el año con el mes adicional, y el ofrecimiento de los sacrificios descritos en Esd 8:35, así como la entrega del decreto del rey a los gobernadores que debían cumplir con lo ordenado, debió tener lugar el primero de Tishri (Fiesta de las Trompetas) o el 10 de Tishri (Día de la Expiación: véase Núm 29:1-11). Siendo que el fin de los 2.300 días-años expiraría en un Día de la Expiación, los mileritas dedujeron que la fecha en que Esdras entregó las órdenes del rey para que entraran en efecto (8:35) fue en el Día de la Expiación del año 457 AC.
“
Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto” (Proverbios 4:18).
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.