Re: Las 70 semanas
Continuación...
"Un Misterio.-
En la epístola a los Efesios, Pablo nos presenta un misterio. Dice él, “por esta causa el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá con su esposa, y ellos dos serán una sola carne. Esto es un gran misterio: pero yo hablo en relación a Cristo y la iglesia”. Efe. 5:31-32. El matrimonio representa la unión entre Cristo y la iglesia, efectuado por la expiación. En armonía con este cuadro del matrimonio, se efectúa el anuncio público al término de la prueba; “han llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente, pues el lino fino significa las acciones justas de los santos” Apoc. 19:7-8. Como marido y mujer son uno, así es ahora entre Cristo y la iglesia. La expiación, la verdadera expiación, la expiación final, la expiación completa, ha sido hecha. “La familia del cielo y la familia de la tierra son una” DTG: 835.
Los 144.000.-
Prácticamente todo Adventista ha leído los dos últimos capítulos del Gran Conflicto, el cual describe la tremenda batalla a través de la cual el pueblo de Dios pasará antes que venga el fin. Cuando Cristo fue probado al máximo en la tentación del desierto y en el huerto del Getsemaní, así los 144.000 serán probados. Aparentemente serán dejados para que mueran, ya que sus oraciones no son contestadas, así como sucedió con Cristo en el Getsemaní, cuando sus peticiones fueron denegadas. Pero su fe no fallará. Junto con Job exclaman, “Aunque Él me mate, en Él esperaré” Job 13:15.
La demostración final de lo que Dios puede hacer en la humanidad, se efectúa en la última generación, la cual lleva todas las enfermedades y debilidades que la raza ha adquirido a través de seis mil años de pecado y transgresión. En las palabras de la hermana White, ellos llevaron “los resultados de la obra de la gran ley de la herencia” DTG: 49. El más débil ser humano será sometido a las tentaciones más fuertes de Satanás, para que el poder de Dios pueda ser abundantemente mostrado. “Fue una hora de espantosa y terrible agonía para los santos. Día y noche le suplicaron a Dios por la liberación. Por las apariencias externas, no había ninguna posibilidad de escape” Primeros Escritos: 283.
De acuerdo con la nueva teología que han aceptado nuestros dirigentes, y la están ahora enseñando, los 144.000 serán sometidos a una tentación inconmensurablemente mayor que aquella que soportó Cristo, puesto que la última generación llevará las debilidades y las pasiones de sus antepasados, y ellos dicen que Cristo estaba exento de ellas. Según ellos, Cristo no heredó ninguna de las pasiones “que corrompieron a los descendientes naturales de Adán” Questions on Doctrine: 383. Él estaba por lo tanto funcionando en un nivel diferente y más alto que aquel que tienen que enfrentar los hombres, que tienen que pelear contra pasiones heredadas, no conociendo y no teniendo entonces Él ninguna experiencia real del poder del pecado. Pero este no es el tipo de salvador que yo necesito. Yo necesito Uno que haya sido “tentado en todos los puntos así como nosotros lo somos” Heb. 4:15. El “cristo substituto” que nuestros dirigentes nos presentan, debo rechazarlo y así lo he hecho. Gracias a Dios, “que no tenemos un sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras enfermedades; sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” Idem.
Pero mucho más que esto es lo que está implicado en la nueva teología; hacen una acusación contra Dios como siendo el autor de un esquema para engañar tanto al hombre como a Satanás. Esta es la situación:
Satanás ha mantenido consistentemente que Dios es injusto al requerir del hombre que obedezca su ley, lo cual él dice que es imposible. Dios ha sostenido que sí es posible, y para demostrarlo ofreció a su Hijo para que venga a este mundo y probase lo que Él estaba afirmando. El Hijo vino y guardó la ley y desafió al hombre a que lo convenciera de pecado. Fue encontrado sin pecado, santo y sin mancha. Demostró que la ley puede ser guardada, y Dios fue vindicado; y se vio que sus requerimientos de que el hombre guardara sus mandamientos eran justos. Dios había ganado, y Satanás había sido derrotado.
Pero había una dificultad en todo esto; Satanás reclamó que Dios no había jugado limpio; Él había favorecido a su Hijo, lo había hecho “exento” de los resultados de la obra de la gran ley de la herencia a la cual todos los hombres están sujetos; Él había hecho exento a Cristo de “las pasiones heredadas y de las poluciones que corrompen a los descendientes naturales de Adán” Questions on Doctrine: 383. Él no había hecho exenta a la humanidad como un todo, sino solamente a Cristo. Eso, evidentemente, invalidaba la obra de Cristo en la tierra. No era más uno de nosotros, habiendo demostrado el poder de Dios para guardar al hombre de pecar. Era un engañador a quien Dios había dado un trato preferencial y lo había liberado de las pasiones heredadas propias del hombre.
Satanás tuvo pocas dificultades en hacer que el hombre aceptara este punto de vista; la iglesia Católica lo aceptó. A su debido tiempo, los evangélicos dieron su consentimiento. Y en 1956, los dirigentes de la iglesia Adventista también adoptaron este punto de vista. Fue el asunto de la “exención” el que hizo que Pedro llevase a Cristo a un lado y le dijera: “Lejos esté de ti Señor, que esto te suceda”, lo cual provocó la ira de Cristo y le dijo a Pedro, “Quítate de delante de mí, Satanás”. Mat. 16:22-23. Cristo no quería ser exento. Le dijo a Pedro, “no pones la mira en las cosas de Dios”. Ellos piensan que es meramente un problema de semántica. Que la misericordia de Dios pueda abrirles sus ojos a las cosas que son de Dios. Con la entrega de los dirigentes Adventistas a la monstruosa doctrina de un Cristo “exento”, se han entregado a la última oposición de Satanás. Nuevamente oramos, para que Dios pueda salvar a su pueblo.
Me han preguntado qué es lo que pretendo obtener. No pretendo “ganar” ninguna discusión. Soy un ministro Adventista del Séptimo Día, cuya obra es predicar la verdad y combatir el error. La Biblia es muchas veces un registro de las protestas de los testigos de Dios contra los pecados prevalecientes de la iglesia, y también de su aparente fracaso. Prácticamente todos los que protestan sellaron su testimonio con su sangre, y la iglesia continúa adelante hasta que Dios intervenga. Todo lo que Pablo esperaba era que “salve a algunos” 1 Cor. 9:22. Prácticamente todos los apóstoles murieron como mártires, y Cristo murió en una cruz. Pasaron cuarenta años antes de que viniera la destrucción. Pero cuando Dios intervino, hizo una obra completa.
Esta denominación necesita volver a las instrucciones dadas en 1888, las cuales fueron despreciadas. Necesitamos una reforma en la organización que no permita que unos pocos hombres dirijan cualquier movimiento en cualquier parte de la tierra. Necesitamos una reforma que no permita que algunos hombres dirijan las finanzas como actualmente se hace. Necesitamos una reforma que no permita que los hombres gasten millones en instituciones no autorizadas por el voto de los constituyentes, mientras campos misioneros están sufriendo las necesidades más básicas. Necesitamos un cambio en el énfasis que se le da a las promociones, finanzas y estadísticas. Necesitamos restaurar la Escuela Sabática a su debido lugar en la obra de Dios.
Necesitamos poner término al entretenimiento y a los banquetes que están deslizándose bajo el pretexto de recaudar dinero para buenos propósitos. Necesitamos ponerle término a los anuncios semanales en la iglesia que son meramente propaganda disfrazada. Esta lista podría ser en realidad muy grande.
Pero todo esto, aún cuando es importante, son al final de cuentas cosas menores. Más que nada, necesitamos una reforma y un reavivamiento. Si nuestros dirigentes no nos van a liderar en esto, entonces “respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos” Ester 4:14. Yo tengo buen ánimo, y oro por la paz en Israel."
Autor: Pastor M. L. Andreasen
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.
Continuación...
"Un Misterio.-
En la epístola a los Efesios, Pablo nos presenta un misterio. Dice él, “por esta causa el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá con su esposa, y ellos dos serán una sola carne. Esto es un gran misterio: pero yo hablo en relación a Cristo y la iglesia”. Efe. 5:31-32. El matrimonio representa la unión entre Cristo y la iglesia, efectuado por la expiación. En armonía con este cuadro del matrimonio, se efectúa el anuncio público al término de la prueba; “han llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente, pues el lino fino significa las acciones justas de los santos” Apoc. 19:7-8. Como marido y mujer son uno, así es ahora entre Cristo y la iglesia. La expiación, la verdadera expiación, la expiación final, la expiación completa, ha sido hecha. “La familia del cielo y la familia de la tierra son una” DTG: 835.
Los 144.000.-
Prácticamente todo Adventista ha leído los dos últimos capítulos del Gran Conflicto, el cual describe la tremenda batalla a través de la cual el pueblo de Dios pasará antes que venga el fin. Cuando Cristo fue probado al máximo en la tentación del desierto y en el huerto del Getsemaní, así los 144.000 serán probados. Aparentemente serán dejados para que mueran, ya que sus oraciones no son contestadas, así como sucedió con Cristo en el Getsemaní, cuando sus peticiones fueron denegadas. Pero su fe no fallará. Junto con Job exclaman, “Aunque Él me mate, en Él esperaré” Job 13:15.
La demostración final de lo que Dios puede hacer en la humanidad, se efectúa en la última generación, la cual lleva todas las enfermedades y debilidades que la raza ha adquirido a través de seis mil años de pecado y transgresión. En las palabras de la hermana White, ellos llevaron “los resultados de la obra de la gran ley de la herencia” DTG: 49. El más débil ser humano será sometido a las tentaciones más fuertes de Satanás, para que el poder de Dios pueda ser abundantemente mostrado. “Fue una hora de espantosa y terrible agonía para los santos. Día y noche le suplicaron a Dios por la liberación. Por las apariencias externas, no había ninguna posibilidad de escape” Primeros Escritos: 283.
De acuerdo con la nueva teología que han aceptado nuestros dirigentes, y la están ahora enseñando, los 144.000 serán sometidos a una tentación inconmensurablemente mayor que aquella que soportó Cristo, puesto que la última generación llevará las debilidades y las pasiones de sus antepasados, y ellos dicen que Cristo estaba exento de ellas. Según ellos, Cristo no heredó ninguna de las pasiones “que corrompieron a los descendientes naturales de Adán” Questions on Doctrine: 383. Él estaba por lo tanto funcionando en un nivel diferente y más alto que aquel que tienen que enfrentar los hombres, que tienen que pelear contra pasiones heredadas, no conociendo y no teniendo entonces Él ninguna experiencia real del poder del pecado. Pero este no es el tipo de salvador que yo necesito. Yo necesito Uno que haya sido “tentado en todos los puntos así como nosotros lo somos” Heb. 4:15. El “cristo substituto” que nuestros dirigentes nos presentan, debo rechazarlo y así lo he hecho. Gracias a Dios, “que no tenemos un sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras enfermedades; sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” Idem.
Pero mucho más que esto es lo que está implicado en la nueva teología; hacen una acusación contra Dios como siendo el autor de un esquema para engañar tanto al hombre como a Satanás. Esta es la situación:
Satanás ha mantenido consistentemente que Dios es injusto al requerir del hombre que obedezca su ley, lo cual él dice que es imposible. Dios ha sostenido que sí es posible, y para demostrarlo ofreció a su Hijo para que venga a este mundo y probase lo que Él estaba afirmando. El Hijo vino y guardó la ley y desafió al hombre a que lo convenciera de pecado. Fue encontrado sin pecado, santo y sin mancha. Demostró que la ley puede ser guardada, y Dios fue vindicado; y se vio que sus requerimientos de que el hombre guardara sus mandamientos eran justos. Dios había ganado, y Satanás había sido derrotado.
Pero había una dificultad en todo esto; Satanás reclamó que Dios no había jugado limpio; Él había favorecido a su Hijo, lo había hecho “exento” de los resultados de la obra de la gran ley de la herencia a la cual todos los hombres están sujetos; Él había hecho exento a Cristo de “las pasiones heredadas y de las poluciones que corrompen a los descendientes naturales de Adán” Questions on Doctrine: 383. Él no había hecho exenta a la humanidad como un todo, sino solamente a Cristo. Eso, evidentemente, invalidaba la obra de Cristo en la tierra. No era más uno de nosotros, habiendo demostrado el poder de Dios para guardar al hombre de pecar. Era un engañador a quien Dios había dado un trato preferencial y lo había liberado de las pasiones heredadas propias del hombre.
Satanás tuvo pocas dificultades en hacer que el hombre aceptara este punto de vista; la iglesia Católica lo aceptó. A su debido tiempo, los evangélicos dieron su consentimiento. Y en 1956, los dirigentes de la iglesia Adventista también adoptaron este punto de vista. Fue el asunto de la “exención” el que hizo que Pedro llevase a Cristo a un lado y le dijera: “Lejos esté de ti Señor, que esto te suceda”, lo cual provocó la ira de Cristo y le dijo a Pedro, “Quítate de delante de mí, Satanás”. Mat. 16:22-23. Cristo no quería ser exento. Le dijo a Pedro, “no pones la mira en las cosas de Dios”. Ellos piensan que es meramente un problema de semántica. Que la misericordia de Dios pueda abrirles sus ojos a las cosas que son de Dios. Con la entrega de los dirigentes Adventistas a la monstruosa doctrina de un Cristo “exento”, se han entregado a la última oposición de Satanás. Nuevamente oramos, para que Dios pueda salvar a su pueblo.
Me han preguntado qué es lo que pretendo obtener. No pretendo “ganar” ninguna discusión. Soy un ministro Adventista del Séptimo Día, cuya obra es predicar la verdad y combatir el error. La Biblia es muchas veces un registro de las protestas de los testigos de Dios contra los pecados prevalecientes de la iglesia, y también de su aparente fracaso. Prácticamente todos los que protestan sellaron su testimonio con su sangre, y la iglesia continúa adelante hasta que Dios intervenga. Todo lo que Pablo esperaba era que “salve a algunos” 1 Cor. 9:22. Prácticamente todos los apóstoles murieron como mártires, y Cristo murió en una cruz. Pasaron cuarenta años antes de que viniera la destrucción. Pero cuando Dios intervino, hizo una obra completa.
Esta denominación necesita volver a las instrucciones dadas en 1888, las cuales fueron despreciadas. Necesitamos una reforma en la organización que no permita que unos pocos hombres dirijan cualquier movimiento en cualquier parte de la tierra. Necesitamos una reforma que no permita que algunos hombres dirijan las finanzas como actualmente se hace. Necesitamos una reforma que no permita que los hombres gasten millones en instituciones no autorizadas por el voto de los constituyentes, mientras campos misioneros están sufriendo las necesidades más básicas. Necesitamos un cambio en el énfasis que se le da a las promociones, finanzas y estadísticas. Necesitamos restaurar la Escuela Sabática a su debido lugar en la obra de Dios.
Necesitamos poner término al entretenimiento y a los banquetes que están deslizándose bajo el pretexto de recaudar dinero para buenos propósitos. Necesitamos ponerle término a los anuncios semanales en la iglesia que son meramente propaganda disfrazada. Esta lista podría ser en realidad muy grande.
Pero todo esto, aún cuando es importante, son al final de cuentas cosas menores. Más que nada, necesitamos una reforma y un reavivamiento. Si nuestros dirigentes no nos van a liderar en esto, entonces “respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos” Ester 4:14. Yo tengo buen ánimo, y oro por la paz en Israel."
Autor: Pastor M. L. Andreasen
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.