Yavéh no es Díos de confusión; la confusión aparece porque nosotros hemos interpretado y traducido de forma errónea todo lo que se enseña en la biblia. Sino fuera así, solo existiría 1 religión, pero hay cientos o miles de ellas.
Nuestro cerebro funciona matemáticamente, sino le gusta, no es mi problema ni de nadie, simplemente es un hecho.
La verdad no está en los textos escritos, pues una simple coma o punto, cambia todo el significado. Y ningún texto bíblico tiene comas, puntos y comas, ni siquiera hay separación entre las palabras, por lo que muchas palabras están juntas y otras separadas. Errores de traducción, de interpretación, de manipulación etc......
Si el hombre supiera el valor que tiene la mujer se pondría a cuatro patas.
¿Donde ponemos la coma?
Si el hombre supiera el valor que tiene, la mujer se pondría a cuatro patas. - según los hombresç
Si el hombre supiera el valor que tiene la mujer, se pondría a cuatro patas - según las mujeres
¿Quién tiene la culpa?
El texto escrito, porque la letra mata, pero el espíritu vivifica.
Y esa duaslidad de interpretación, no existe con la palabra hablada, pues por el tono se entiende el sentido que le da el interlocutor.
"No busquéis la Ley en vuestras escrituras, pues la Ley es la Vida, mientras que lo escrito está muerto. En verdad os digo que Moisés no recibió de Dios sus leyes por escrito, sino a través de la palabra viva. La Ley es la Palabra Viva del Dios Vivo, dada a los profetas vivos para los hombres vivos. En dondequiera que haya vida está escrita la ley. Podéis hallarla en la hierba, en el árbol, en el río, en la montaña, en los pájaros del cielo, en los peces del mar; pero buscadla principalmente en vosotros mismos. Pues en verdad os digo que todas las cosas vivas se encuentran más cerca de Dios que la escritura que está desprovista de vida. Dios hizo la vida y todas las cosas vivas de tal modo que enseñasen al hombre, por medio de la palabra siempre viva, las leyes del Dios verdadero. Dios no escribió las leyes en las páginas de los libros, sino en vuestro corazón y en vuestro espíritu. Se encuentran en vuestra respiración, en vuestra sangre, en vuestros huesos, en vuestra carne, en vuestros intestinos, en vuestros ojos, en vuestros oídos y en cada pequeña parte de vuestro cuerpo. Están presentes en el aire, en el agua, en la tierra, en las plantas, en los rayos del sol, en las profundidades y en las alturas. Todas os hablan para que entendáis la lengua y la voluntad del Dios Vivo. Pero vosotros cerráis vuestros ojos para no ver, y tapáis vuestros oídos para no oír. En verdad os digo que la escritura es la obra del hombre, pero la Vida y todas sus huestes son la obra de nuestro Dios. ¿Por qué no escucháis las palabras de Dios que están escritas en Sus obras? ¿Y por qué estudiáis las escrituras muertas, que son la obra de las manos del hombre?"