Re: LA SEGURIDAD DE LA SALVACION
El hombre natural (sin Dios) está espiritualmente muerto:
“Y El os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,” (Efe 2:1)
“aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados),” (Efe 2:5)
Un muerto está totalmente incapacitado para optar por cualquier cosa, pues carece de la dinámica de la vida que es la que valida la posibilidad de decidir:
“Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, ni tienen ya ninguna recompensa, porque su memoria está olvidada” (Ecl 9:5)
Y carecen aún de esperanza:
“Aún hay esperanza para todo aquél que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.” (Ecl 9:4)
Es claro entonces, a la luz de la Escritura, que un muerto –no puede optar por seguir a Dios-, sino que es Dios quien en su gracia soberana, infinito amor y misericordia, decide darle vida (Efe 2.5). ¿Quién toma entonces la decisión, Dios o el hombre? El afirmamos en armonía con la Escritura que es Dios, el dueño de la vida.
Algunos hermanos afirman por su parte, que el hombre sin Dios no está muerto en sus delitos y pecados como enseña la Biblia (Efe 2.1), sino que está “medio muerto” porque aún tiene capacidad de optar por el bien. ¿A quién se le debe creer?
El hombre natural (sin Dios) está espiritualmente muerto:
“Y El os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,” (Efe 2:1)
“aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados),” (Efe 2:5)
Un muerto está totalmente incapacitado para optar por cualquier cosa, pues carece de la dinámica de la vida que es la que valida la posibilidad de decidir:
“Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, ni tienen ya ninguna recompensa, porque su memoria está olvidada” (Ecl 9:5)
Y carecen aún de esperanza:
“Aún hay esperanza para todo aquél que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.” (Ecl 9:4)
Es claro entonces, a la luz de la Escritura, que un muerto –no puede optar por seguir a Dios-, sino que es Dios quien en su gracia soberana, infinito amor y misericordia, decide darle vida (Efe 2.5). ¿Quién toma entonces la decisión, Dios o el hombre? El afirmamos en armonía con la Escritura que es Dios, el dueño de la vida.
Algunos hermanos afirman por su parte, que el hombre sin Dios no está muerto en sus delitos y pecados como enseña la Biblia (Efe 2.1), sino que está “medio muerto” porque aún tiene capacidad de optar por el bien. ¿A quién se le debe creer?