Re: La Sanidad
Cristo sanaba porque tenía el poder para hacerlo. La sanidad no se conseguía sin ese poder. La sanidad no la hacía brotar nadie más que Jesús. Cristo reconoía la fe en aquellos que la tenían, pero el poder para sanar salía de él. El poder para sanar no estaba en la fe, sino en Cristo.
El caso de la mujer con flujo de sangre es el más evidente de todos, no fue la fe, que activó la sanidad, es que el poder de sanar estaba constantemente en Jesús. Por eso muchos procuraban tocarlo.
La fe no es el poder para sanar, la fe es un conducto por medio del cual se puede lograr una sanidad, mas no es ni la sanidad ni el poder para sanar. La fe por si sola no sana, de lo contrario, todos los casos en que Jesús destacó la fe, hubieran logrado la sanidad, sin necesidad de Jesús. En Jesús está el poder para sanar y el lo hace con aquellos que tienen fe, que no tienen fe, que creen y que no creen y la escritura y los testimonios de ello son elocuentes.
Esta doctrina de le fe, pone por encima del sanador (Cristo), el medio para lograr una sanidad. (Fe) Es por eso que no es sana, pues le quita la glora a quien la merece (Cristo) y la da al poseedor de un don (El ministro, el enfermo, el que cree), dado a placer y particularmente por el dador de todo don (El Espíritu Santo).
Es por eso que 1 Corintios 13, no exalta la fe, como el mejor don, sino al amor, pues Dios es amor, no fe.
"Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy."
Pero además destaca la palabra lo que es el amor y lo que hace en aquellos que lo tienen, cosa que no logra la fe:
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser"
Pero me encanta cuando dice: "...no busca lo suyo," La clase de fe que estos predican, busca lo suyo, la fe que estos mercaderes enseñan, es para buscar lo suyo, para prometer cosas a favor de cada uno en particular y no a favor de los demás.
Yo nada soy con una fe así, pero con el amor de Dios, todo lo soy, pues Dios no busca lo suyo, sino lo nuestro.
"Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta" Porque espera en Dios, porque le cree a Dios, no a un charlatán, no a un mercader de la fe, sino al que por amor se dió asi mismo por nosotros, mostrándonos lo que el amor puede lograr, algo que la fe nunca conseguirá, pues la fe puede pasar como todos los demás dones, más el amor permanecerá para siempre.
Dios les bendice!
Greivin.
Que mal entiende usted la palabra y peor la enseña!!!Marcos 5:25-34
La mujer con el flujo de sangre recibió su sanidad ANTES de que Jesús supiera de ella. DESPUES que el poder para sanar había pasado de El a ella, El la vió y conversó con ella.
Esto nos demuestra varias cosas importantes. La sanidad funciona segun la ley de fe! La sanidad no depende de una decisión soberana de Dios, caso por caso. Esta mujer recibió su sanidad por la ley de fe, y no por una decisión de Jesús. La sanidad está gobernada por ley: la ley de fe (Rom. 3:27). La misma ley que se activa al creer para la salvación es la misma ley que se activa para recibir 'cosa alguna' del Señor (Stg. 1:6-7)
Los milagros y sanidades no suceden por rogar, ni por pedir, ni por ayunar ni por alablar, etc. Todo esto tiene su rol importante, pero no son estas acciones que obligan a Dios que haga algo a nuestro favor. Solamente la fe desata la provisión de Dios que ya existe para todo el mundo.
Había mucha gente alrededor de Jesús mientras El caminaba a la casa de Jairo, muchas personas enfermas y con necesidades. Pero solamente la mujer que actuó en fe recibió la sanidad, aun cuando la sanidad era presente para todos. En otras ocasiones la gente vino 'para oirle y para ser sanado.' Pero en este caso solamente la mujer tenía la fe para recibir de Cristo lo que siempre es Su voluntad - la sanidad. El siempre es Sí y Amén.
La fe sabe como recibir lo que Dios ya ha provisto. La ley de fe es creer con el corazón y confesar con la boca (Rom. 10:8-10). La ley de fe produce acción que corresponde a la convicción del corazón. La fe recibe mientras la esperanza espera que Dios haga algo en Su 'soberanía.' Pero Dios no responde así, por caprichos. Dios ya ha provisto la misma gracia para todos. La salvación es Su gracia. La sanidad es Su gracia. Recibimos ambas cosas por fe. La fe de Dios siempre recibe lo prometido.
Bendiciones!
Cristo sanaba porque tenía el poder para hacerlo. La sanidad no se conseguía sin ese poder. La sanidad no la hacía brotar nadie más que Jesús. Cristo reconoía la fe en aquellos que la tenían, pero el poder para sanar salía de él. El poder para sanar no estaba en la fe, sino en Cristo.
El caso de la mujer con flujo de sangre es el más evidente de todos, no fue la fe, que activó la sanidad, es que el poder de sanar estaba constantemente en Jesús. Por eso muchos procuraban tocarlo.
La fe no es el poder para sanar, la fe es un conducto por medio del cual se puede lograr una sanidad, mas no es ni la sanidad ni el poder para sanar. La fe por si sola no sana, de lo contrario, todos los casos en que Jesús destacó la fe, hubieran logrado la sanidad, sin necesidad de Jesús. En Jesús está el poder para sanar y el lo hace con aquellos que tienen fe, que no tienen fe, que creen y que no creen y la escritura y los testimonios de ello son elocuentes.
Esta doctrina de le fe, pone por encima del sanador (Cristo), el medio para lograr una sanidad. (Fe) Es por eso que no es sana, pues le quita la glora a quien la merece (Cristo) y la da al poseedor de un don (El ministro, el enfermo, el que cree), dado a placer y particularmente por el dador de todo don (El Espíritu Santo).
Es por eso que 1 Corintios 13, no exalta la fe, como el mejor don, sino al amor, pues Dios es amor, no fe.
"Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy."
Pero además destaca la palabra lo que es el amor y lo que hace en aquellos que lo tienen, cosa que no logra la fe:
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser"
Pero me encanta cuando dice: "...no busca lo suyo," La clase de fe que estos predican, busca lo suyo, la fe que estos mercaderes enseñan, es para buscar lo suyo, para prometer cosas a favor de cada uno en particular y no a favor de los demás.
Yo nada soy con una fe así, pero con el amor de Dios, todo lo soy, pues Dios no busca lo suyo, sino lo nuestro.
"Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta" Porque espera en Dios, porque le cree a Dios, no a un charlatán, no a un mercader de la fe, sino al que por amor se dió asi mismo por nosotros, mostrándonos lo que el amor puede lograr, algo que la fe nunca conseguirá, pues la fe puede pasar como todos los demás dones, más el amor permanecerá para siempre.
Dios les bendice!
Greivin.