La Sanidad

Re: La Sanidad

En el momento en que nacemos de nuevo, todos tenemos "la medida de fe" (Romanos 12:3). Es la fe de Dios, no la fe del hombre.

Apreciable Faithman:

Reciba un saludo afectuoso y dejeme confesarle que me gusta ser quisquillosa con el uso de la Palabra y en realidad ese texto no dice que todos tenemos la medida de la fe, sino que dice más bien que a cada uno nos fué dada una medida de fe, no la misma medida de fe:

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno​

Lo único que acierta en su afirmación es que la fe, la medida que se nos ha repartido a cada uno, es dada por Dios, pero vale la pena que seámos capaces de ver, a través de éste texto que no todos han recibido la misma medida de fe y que debemos reconocerlo y por ello, no debemos tener un concepto más alto de lo debido sobre nosotros mismos y que hemos de pensar de nosotros mismos con cordura, reconocer que a unos se les ha dado más fe que a otros, la cuestión es podemos tener más fe? Pues los apóstoles creían que si:

"Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe." Lucas 17: 5.​

Yo creo que afirmar que: - En el momento en que nacemos de nuevo, todos tenemos "la medida de fe" - como una medida pre-establecida por ejemplo de harina, y que lo único que uno debe hacer es reclamar su dosis correspondiente de harina, podría ser válido pues es cierto, todos tenemos cierta medida de fe, pero que el creyente tambien debe entender que la fe, es algo que crece.

Usted lo ejemplifica con agua:

Podemos comparar esta medida de fe, con el agua que se encuentra en lo profundo de un pozo y debe ser extraída ¿cómo logramos hacer esto? Bien, Cuando "oímos" la Palabra de Dios es como si extrajéramos la fe desde el fondo del pozo con un balde o, más concretamente, activamos la fe de Dios en nosotros. (Romanos 10:17). Como el agua del poso sale por un balde, la fe de Dios sale por el ‘oir' la Palabra de Dios.

Es una ilustración piadosa más no la más adecuada, creo yo, pues no se trata de "activar la fe de Dios en nosotros", sino de crecer en la fe, seria más bien como al no alcanzarnos el agua del pozo, pedirle a Dios más agua para que así, si alcance.

Otro punto que podría objetar es el balde, si bién es cierto que esta escrito:

15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!(E)

16 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?(F)

17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.​

Nosotros no estamos hablando de ésta fé para conocer al Señor, sino de la que posee aquel que ha creído, sin embargo, enfocándome en su afirmación, creo que si primero afirma que la fe viene de Dios, entonces tal como he dicho, antes Dios tiene que poner más agua en el pozo, no es el balde quién da más fe (agua), sino Dios... entendemos que podemos crecer en fe al escuchar la Palabra de Dios, exactamente así funciona también el versículo anterior, alguno puede oir la palabra de Dios y creer, pero la fe, la da Dios.

¿Cómo afecta ésto su exposición? Realmente es una cuestión de enfoque, mientras usted pone en manos del creyente el poder para sanar, otros lo ponemos en manos de quién tiene la autoridad para hacerlo, en Dios.

La clase de fe de Dios está en nosotros, pero debe ser liberada, extraída o activada a través de escuchar la Palabra de Dios.

Bien, ésto es lo que comentaba al principio, como el texto no habla de la fe como una medida exacta y fija, no puede luego decir que ésta tenga que ser liberada, extraída o activada, sino que debemos entender que debe ser aumentada, crecida: - Señor, aumentanos la fe - Si la fe es como un grano de moztaza ésta ha de crecer, es susceptible de crecer.

Cuando hablamos de la ley de la fe, algunos maestros de la fe ponen el carro antes que el caballo y explican todos los pasos que la fe debe "seguir" para alcanzar la meta. Como resultado de esta enseñanza la gente intenta "seguir pasos" de fe para poder ver funcionar la fe. Sin embargo, la realidad es que la fe funciona como una cadena de fichas de dominó. No necesito decirles lo que debe hacer con la ficha 2 y hasta con la 11; sólo basta con decirles cómo hacer caer la primera pieza. Una vez que cae, lo que sucede con las otras fichas es "natural" y no forzado.

Forzado... no entiendo realmente éste párrafo, más que como fichas de dominó, visualizaría el caminar en fe y crecer en la fe, como una escalera ascendente. Pablo lo veía como una carrera (yo añadiría de obstáculos :p ) diciendo, prosigo a la meta, al supremo llamamiento... De hecho el dijo:

No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Fil.3.12​

Y lo dice respecto de la fe (v.8-9)

8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,

9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;​

El mismo creía que debía aún ser perfeccionado, correr para alcanzar la meta. No es que estemos ahí ya y solos sea cuestión de reclamarlo, como dije, más una escalera que fichas de dominó. No llega solito, hay que esforzarnos, se requiere de aquel que corre una carrera, entrenamiento y compromiso.

Así es como algunas veces confundimos la fe con el acto superficial de confesar nuestra fe, seguir pasos fe, proclamar, accionar etc. cuando en realidad estas cosas son el "fruto" y no la "raíz de la fe. La "raíz" está en el oír la Palabra proveniente de Dios; una vez que produce el impacto en el corazón el resto, (confesar, proclamar, accionar) es consecuencia natural.

2Co 4:13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos

Una vez que la Palabra de Dios generó una fresca revelación en nuestro corazón acerca de la sanidad, hablaremos y actuaremos como sanados, como si fuera algo natural. No estaremos usando "fórmulas forzadas" a fin de creer. La sanidad ocurrirá porque estamos convencidos en nuestro espíritu de que ya es una realidad.

Bien, es cierto, no es a base de formulas mágicas, no es seguir el paso 1, 2 y tres, y listo, obtenemos lo que nos dijeron habríamos de obtener. Hay que creer deveras, ésto es verdad.

Es verdad que nosotros debemos hablarle a nuestros cuerpos y a otras circunstancias.

eh... la ilustración más bíblica que recuerdo es: Crucificar la carne, tomar nuestra cruz y seguirlo, pero hablarle al cuerpo, regañarlo porque enferma o contra la enfermedad como si fueran demonios, ya es oooootra historia. Aqui es dónde yo pregunto, ok, no a los formulismos, entonces no es necesario realmente usar la Palabra para convencer a nuestro cuerpo de sanidad... o si?

Y sí, hablar la Palabra es una estupenda forma de "escuchar" la Palabra. Pero todo el hablar y el confesar del mundo no puede reemplazar la necesidad de "oír" con nuestro espíritu. Podemos saber todo acerca de la fe, de la sanidad, etc.; y estar dispuestos a enseñar sobre esto por horas. Pero el conocimiento no es fe.

Esto es cierto, las cosas han de discernirse espiritualmente.

Una mente renovada no es fe.

De qué tipo de renovación habla? Lingüistica o espiritual? Si es la primera, estoy de acuerdo pero si es la segunda, entonces una mente renovada si proviene de tener fe.

Aquí es donde mucha gente se frustra. Dicen: "¡Pero yo creo!", "Yo sé que estoy sano, pero no se manifiesta". Entiendo el dilema porque pasé por ese lugar. Pero todo se vuelve claro como el agua cuando repentinamente recibimos una revelación de nuestra sanidad. Cuando pasa de ser una doctrina con pasos a seguir, a ser una revelación de vida. Es ahí cuando todas las preguntas y frustraciones desaparecen y la ley de fe se activa; entonces las "confesiones" son reales y no forzadas, las acciones son determinadas y ciertas, no hay dudas o preguntas y hay paz, certeza y confianza totales.

Esto es a lo que me refería con crecer en fe. Creer deverás, a veces significa que debo crecer en la fe. Los débiles en la fe, ésos deben crecer:
2 Tesalonicenses 1:3

Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás;​

Todas las fichas del dominó caen, pero no porque "empujamos" cada una. Todo lo que hicimos es aquietarnos lo suficiente para escuchar una Palabra que viene Dios.

Saludos

Bien, ésta es una forma de ver la fe, sin embargo, éso de que es una medida exacta para todos no es del todo correcto. Se debe crecer en la fe.

Bendiciones,
 
Re: La Sanidad

Ale leer este testimonio de una sanidad que Jesús hiso:

"Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando; y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello. Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno. Entonces dio voces, diciendo: !!Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: !!Hijo de David, ten misericordia de mí! Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le preguntó, diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista. Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado. Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios."

Me vienen a la mente varias preguntas:


1-¿Tenía este hombre fe en poder sanar?

No lo creo, pues si por tener fe se recibe sanidad, ya este ciego no estaría ciego.

2-¿Tenía este hombre fe en Jesús?

Si en Jesús si tenía fe, pues al preguntar y enterarse de que Jesús era el que venía, gritó para ser escuchado y no al revés, Jesús no tuvo que gritar para que le ciego le escuchara.

3-¿Apeló este hombre a su fe o a la misericordia de Jesús?

Apeló a la misericordia de Jesús, a la cual apelaban todos los que habían oidi hablar de él y de lo que hacía y le reconocían como el Hijo de Dios.

4-¿Que había oido de Jesús que le hiso apelar a su misericordia?

Todos los milagros, sanidades y señales, pues este ciego mendingaba en ese mismo lugar todos los días, por lo que nunca escuchó personalmente a Jesús predicar, mas si escuchó a los transeúntes, hablar de sus maravillas.

Esto lo podemos asegurar, porque si le hubiera escuchado predicar y la fe hubiera venido a él, por escuchar la palabra, se habría sanado, sin que Jesús interviniera.

Podemos ir analizando cada una de las sanidades que Jesús hiso, y encontraremos que los sanados, apelaron a la misericordia de Jesús, como principal motivo, a su fe en Jesús como hijo de Dios y tercero, a lo que habían oido o visto que Jesús hacía como señal de que era hijo de Dios.

No encontraremos muchso o ningún caso, donde los que fueron sanados, se sanaron a si mismos por haber escuchado la palabra, sin que interviniera Jesús y el poder que en el había como hijo de Dios para sanar.

En pocas palabras, la fe que uno tenga no es suficiente, lo que se necesita es la fe en el poder de Dios, pues no es por ningún otro medio que no sea el mismísimo poder de Dios, en que podemos lograr una sanidad o que seamos sanos físicamente.

No es el poder de la fe que se pueda tener, es la fe en el poder de Dios. Y el poder de Dios es de Dios, de nadie más y no lo da a nadie, sino la autoridad para usarlo, mas no a cualquiera ni a todos.

Dios les bendice!

Greivin.
 
Re: La Sanidad

Greivin.;937558]Ale leer este testimonio de una sanidad que Jesús hiso:

"Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando; y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello. Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno. Entonces dio voces, diciendo: !!Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: !!Hijo de David, ten misericordia de mí! Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le preguntó, diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista. Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado. Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios."

Me vienen a la mente varias preguntas:


1-¿Tenía este hombre fe en poder sanar?

No lo creo, pues si por tener fe se recibe sanidad, ya este ciego no estaría ciego.


Cristo declaró que fue la fe de Bartimeo que le 'salvó/sanó.' La fe en Cristo para la sanidad no puede existir si Cristo no existe. Al llegar Cristo, Su fama se extendía por todas partes. Bartimeo ya había escuchado de El. La fe es por el oír.



2-¿Tenía este hombre fe en Jesús?

Si en Jesús si tenía fe, pues al preguntar y enterarse de que Jesús era el que venía, gritó para ser escuchado y no al revés, Jesús no tuvo que gritar para que le ciego le escuchara.


Bartimeo gritaba, 'Hijo de David.' Eso es una revelación la cual produjo la fe. 'Hijo de David' se refiere al Mesías, Aquel que viene para salvar y sanar a Israel. Bartimeo lo reconoció, y gritó su declaración de fe. Cristo siempre responde a la fe. Por eso le llamó para que se acercase a El.


3-¿Apeló este hombre a su fe o a la misericordia de Jesús?

Apeló a la misericordia de Jesús, a la cual apelaban todos los que habían oidi hablar de él y de lo que hacía y le reconocían como el Hijo de Dios.

Cristo le preguntó, "Qué quieres?" Todo estaba en las manos de Bartimeo. Fue Bartimeo con la revelación del Hijo de David, y fue Bartimeo que estableció que iba a recibir por fe. Fue Cristo que declaró que la fe de Bartimeo fue responsable por su saniad.


[
B]4-¿Que había oido de Jesús que le hiso apelar a su misericordia?[/B]

Todos los milagros, sanidades y señales, pues este ciego mendingaba en ese mismo lugar todos los días, por lo que nunca escuchó personalmente a Jesús predicar, mas si escuchó a los transeúntes, hablar de sus maravillas.

Esto lo podemos asegurar, porque si le hubiera escuchado predicar y la fe hubiera venido a él, por escuchar la palabra, se habría sanado, sin que Jesús interviniera.

Podemos ir analizando cada una de las sanidades que Jesús hiso, y encontraremos que los sanados, apelaron a la misericordia de Jesús, como principal motivo, a su fe en Jesús como hijo de Dios y tercero, a lo que habían oido o visto que Jesús hacía como señal de que era hijo de Dios.

Correcto. La fe es por el oír, y en alguna forma u otra, los que fueron sanados habían escuchado de Cristo, o le habían escuchado personalmente.



No encontraremos muchso o ningún caso, donde los que fueron sanados, se sanaron a si mismos por haber escuchado la palabra, sin que interviniera Jesús y el poder que en el había como hijo de Dios para sanar.

La sanidad es por fe, y la fe es por el oír (en el corazón). Es la persona proactiva que recibe la sanidad. La mujer con el flujo de sangre, el ciego Bartimeo, el Centurión, los ciegos, los sordos, el hombre paralítico bajado por el techo, etc. Todos mostraron su fe, y su fe los sanaron.

En pocas palabras, la fe que uno tenga no es suficiente, lo que se necesita es la fe en el poder de Dios, pues no es por ningún otro medio que no sea el mismísimo poder de Dios, en que podemos lograr una sanidad o que seamos sanos físicamente.

La fe para la salvación es suficiente para sanarse también. Pero si uno nunca sabe que Dios sana, la fe para la sanidad no va a activarse. Yo fui sanado de hepatitus sentado en una silla mientras meditaba en la Palabra. Me llegó la revelación de mi sanidad, me paré, me vestí, y fui a caminar en la calle. Nadie impuso manos sobre mí. Yo estaba solo en la casa. Me llegó la Palabra, la Palabra produjo la fe, y la sanidad sucedió.

No es el poder de la fe que se pueda tener, es la fe en el poder de Dios. Y el poder de Dios es de Dios, de nadie más y no lo da a nadie, sino la autoridad para usarlo, mas no a cualquiera ni a todos.

Eso es completamente falso, erroneo y horrible. Que distorción del evangelio! La fe es para todos y accesible por todos, y es la manera en la cual recibimos todo lo que Dios ya ha hecho. Dios ya ha provisto sanidad para todos. Es la fe que recibe lo que la gracia ha provisto por medio de Cristo.

Es 'según el poder que actúa en nosotros.' (Ef. 3:20).

La fe de Dios obviamente es fe en Dios. Pero uno puede tener fe en Dios pero solamente experimenta la vida abundante a la medida que sepa de tal vida. 'Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.' Al saber quien es el 'Hijo de David' y que significa, todo es posible. Pero es conforme a nuestra fe, no conforme a un capricho de Dios. Dios no hace accepción de personas.


Saludos
 
Re: La Sanidad

La fe de Dios obviamente es fe en Dios. Pero uno puede tener fe en Dios pero solamente experimenta la vida abundante a la medida que sepa de tal vida. 'Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.'

El versiculo completo es: Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Oseas 4:6.

Este versiculo hasta el 10 habla de los pecados particulares de los sacerdotes.

Saludos.

Manhattan​
 
Re: La Sanidad

El versiculo completo es: Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Oseas 4:6.

Este versiculo hasta el 10 habla de los pecados particulares de los sacerdotes.

Saludos.

Manhattan​


El princípio revelado en Oseas 4:6 sigue vigente. Por eso Pablo intercede por los santos en sus cartas que tengan conocimiento y un espíritu de revelación y sabiduría, etc.

Puedes ver: Ef. 1:18-20

Ef. 3:14-19

Fil. 1:9

Col. 1:9-10


Entonces, es lícito decir que todavía el pueblo de Dios sufre por la ignorancia del Pacto y de la redención de Cristo.

Bendiciones
 
Re: La Sanidad

El princípio revelado en Oseas 4:6 sigue vigente. Por eso Pablo intercede por los santos en sus cartas que tengan conocimiento y un espíritu de revelación y sabiduría, etc.

Puedes ver: Ef. 1:18-20

Ef. 3:14-19

Fil. 1:9

Col. 1:9-10


Entonces, es lícito decir que todavía el pueblo de Dios sufre por la ignorancia del Pacto y de la redención de Cristo.

Bendiciones
Si es el pueblo de Dios, ya el pacto y la redención de sus almas son un hecho ¿Porque estaría sufriendo si ya ha pasado de muerte a vida?

Usted sigue metiendo en un solo saco lo carnal y lo espiritual, ese es su gran error, cree que Cristo murió por ambas cosas. Más Cristo murió por el alma no por la carne de los que ha pasado de muerte a vida con la salvación de su alma. De este cuerpo nada se salvará. Por más sano que esté.

Solo usted predica que se debe estar sano para ser salvo.


Dios le bendice!

Greivin.
 
Re: La Sanidad

El princípio revelado en Oseas 4:6 sigue vigente. Por eso Pablo intercede por los santos en sus cartas que tengan conocimiento y un espíritu de revelación y sabiduría, etc.

Puedes ver: Ef. 1:18-20

Ef. 3:14-19

Fil. 1:9

Col. 1:9-10


Entonces, es lícito decir que todavía el pueblo de Dios sufre por la ignorancia del Pacto y de la redención de Cristo.

Bendiciones

Hablaremos sobre eso. Acaban de llegar mis hijos.

Saludos y bendiciones para todos.

Manhattan.
 
Re: La Sanidad

Yo dije: "No es el poder de la fe que se tenga la que logra las sanidades, es la fe en el poder de Dios, la fe en Dios. Y el poder de Dios es de Dios, de nadie más. Dios da autoridad a algunos para sanidad, así lo dispuso después de Cristo, más no a todos ni para todos. Y estos algunos deben ser miembros del cuerpo de Cristo. Dios no le da poder a la fe de nadie para sanar, mucho menos a uno que no cree en él. El poder seguirá siendo de Dios, hasta el fin de los tiempos.

Usted dice a esto:

Eso es completamente falso, erroneo y horrible. Que distorción del evangelio! La fe es para todos y accesible por todos, y es la manera en la cual recibimos todo lo que Dios ya ha hecho. Dios ya ha provisto sanidad para todos. Es la fe que recibe lo que la gracia ha provisto por medio de Cristo.

Es 'según el poder que actúa en nosotros.' (Ef. 3:20).

La fe de Dios obviamente es fe en Dios. Pero uno puede tener fe en Dios pero solamente experimenta la vida abundante a la medida que sepa de tal vida. 'Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.' Al saber quien es el 'Hijo de David' y que significa, todo es posible. Pero es conforme a nuestra fe, no conforme a un capricho de Dios. Dios no hace accepción de personas.


Saludos

Veamos lo que dice Efesios 3:20 y su contexto:

"Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén."

¿Quien es el poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos? ¿Cristo o nuestra fe?

El poder que actúa en nosotros es suimplemente el creer en el poder de Cristo, en el poder de Dios. Pues Dios mismo pone en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad.

¿De quien debe ser la gloria en la Iglesia de Cristo por todas las edades y por los siglos de los siglos?

Pero para este vendedor de fe, la gloria es de la fe o del que tiene fe, no de Dios.

Dios le bendice!

Greivin.
 
Re: La Sanidad

La fe de Dios obviamente es fe en Dios. Pero uno puede tener fe en Dios pero solamente experimenta la vida abundante a la medida que sepa de tal vida. 'Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.' Al saber quien es el 'Hijo de David' y que significa, todo es posible. Pero es conforme a nuestra fe, no conforme a un capricho de Dios. Dios no hace accepción de personas.

Saludos

De hecho... tendría que analizar éste texto e intentar conciliarlo con su afirmación anterior:

28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.

30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;

32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

La enfermedad en éste caso y aún la muerte, fué usada como castigo por Dios, sobre creyentes.

Usted enseña que Dios no permite la enfermedad, no se cómo llegó a ésa conclusión, sin embargo no reconocer la autoridad de Dios aún sobre tal asunto, no parece sabio.

Hace unos meses una persona usó la palabra acepción, de la misma forma que usted, por no querer uno afirmar que Dios hace acepción de personas, tiene que aceptar su afirmación tal cual, pero creo que podemos ser consistentes al afirmar que Dios, si interviene en la vida del creyente para enderezar sus caminos, que Dios si tiene poder para disciplinarlos y que de hecho, de acuerdo a éste texto el castiga si es necesario a sus siervos.

No sé como se integra a lo que usted presenta, el hecho de que hay hijos desobedientes, no se cómo explica doctrinalmente lo que sucede cuando alguno se aleja de Dios ni sé como podría explicar también los medios que usa Dios para regresar a cada una de sus ovejas al redil, pero qué ésto suceda, que Dios tenga bajo su cuidado a sus hijos, todo el tiempo de su peregrinación en éste mundo... no significa de ninguna manera que Dios éste haciendo ése tipo de acepción de personas que usted manifiesta, por el contrario, sería reconocer que, no es un capricho de Dios dar sanidad... sino es su prerrogativa, proveer bondadosamente, lo que en la cruz Cristo consiguió para nosotros.

Bendiciones,
 
Re: La Sanidad

De hecho... tendría que analizar éste texto e intentar conciliarlo con su afirmación anterior:

28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.

30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;

32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

La enfermedad en éste caso y aún la muerte, fué usada como castigo por Dios, sobre creyentes.

Usted enseña que Dios no permite la enfermedad, no se cómo llegó a ésa conclusión, sin embargo no reconocer la autoridad de Dios aún sobre tal asunto, no parece sabio.

Hace unos meses una persona usó la palabra acepción, de la misma forma que usted, por no querer uno afirmar que Dios hace acepción de personas, tiene que aceptar su afirmación tal cual, pero creo que podemos ser consistentes al afirmar que Dios, si interviene en la vida del creyente para enderezar sus caminos, que Dios si tiene poder para disciplinarlos y que de hecho, de acuerdo a éste texto el castiga si es necesario a sus siervos.

No sé como se integra a lo que usted presenta, el hecho de que hay hijos desobedientes, no se cómo explica doctrinalmente lo que sucede cuando alguno se aleja de Dios ni sé como podría explicar también los medios que usa Dios para regresar a cada una de sus ovejas al redil, pero qué ésto suceda, que Dios tenga bajo su cuidado a sus hijos, todo el tiempo de su peregrinación en éste mundo... no significa de ninguna manera que Dios éste haciendo ése tipo de acepción de personas que usted manifiesta, por el contrario, sería reconocer que, no es un capricho de Dios dar sanidad... sino es su prerrogativa, proveer bondadosamente, lo que en la cruz Cristo consiguió para nosotros.

Bendiciones,
!Amén!

Dios te bendice!

Greivin.
 
Re: La Sanidad

Yo dije: "No es el poder de la fe que se tenga la que logra las sanidades, es la fe en el poder de Dios, la fe en Dios. Y el poder de Dios es de Dios, de nadie más. Dios da autoridad a algunos para sanidad, así lo dispuso después de Cristo, más no a todos ni para todos. Y estos algunos deben ser miembros del cuerpo de Cristo. Dios no le da poder a la fe de nadie para sanar, mucho menos a uno que no cree en él. El poder seguirá siendo de Dios, hasta el fin de los tiempos.

Usted dice a esto:



Veamos lo que dice Efesios 3:20 y su contexto:

"Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén."

¿Quien es el poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos? ¿Cristo o nuestra fe?

El poder que actúa en nosotros es suimplemente el creer en el poder de Cristo, en el poder de Dios. Pues Dios mismo pone en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad.

¿De quien debe ser la gloria en la Iglesia de Cristo por todas las edades y por los siglos de los siglos?

Pero para este vendedor de fe, la gloria es de la fe o del que tiene fe, no de Dios.

Dios le bendice!

Greivin.

Greivin,

Dice que El hace las cosas según el poder que actúa EN nosotros. Todo lo que Dios hace en y por el Cuerpo de Cristo lo hace por medio de Su poder que actúa en nosotros. Si nosotros no le creemos, si dudamos, si no tenemos fe, etc., lo que Dios quiere hacer no sucede.

Por eso Cristo reprendió a los discípulos por:
1. no reprender la tormenta
2. no sanar al hijo lunático
3. por preocuparse por no tener pan.

Cristo ha puesto el poder y la responsibilidad y la fe en nosotros. Por eso dice, 'cualquier cosa que decimos sin dudar en el corazón será hecho.' (Marcos 11:23)

Por eso Pablo declara: "...porque todas las promesas de Dios son en El Sí, y en El Amén, POR MEDIO DE NOSOTROS, para la gloria de Dios.

Dios recibe la gloria cuando Sus hijos hagan Su voluntad por fe.

Saludos.
 
Re: La Sanidad

De hecho... tendría que analizar éste texto e intentar conciliarlo con su afirmación anterior:

28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.

30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;

32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

La enfermedad en éste caso y aún la muerte, fué usada como castigo por Dios, sobre creyentes.

Usted enseña que Dios no permite la enfermedad, no se cómo llegó a ésa conclusión, sin embargo no reconocer la autoridad de Dios aún sobre tal asunto, no parece sabio.

Hace unos meses una persona usó la palabra acepción, de la misma forma que usted, por no querer uno afirmar que Dios hace acepción de personas, tiene que aceptar su afirmación tal cual, pero creo que podemos ser consistentes al afirmar que Dios, si interviene en la vida del creyente para enderezar sus caminos, que Dios si tiene poder para disciplinarlos y que de hecho, de acuerdo a éste texto el castiga si es necesario a sus siervos.

No sé como se integra a lo que usted presenta, el hecho de que hay hijos desobedientes, no se cómo explica doctrinalmente lo que sucede cuando alguno se aleja de Dios ni sé como podría explicar también los medios que usa Dios para regresar a cada una de sus ovejas al redil, pero qué ésto suceda, que Dios tenga bajo su cuidado a sus hijos, todo el tiempo de su peregrinación en éste mundo... no significa de ninguna manera que Dios éste haciendo ése tipo de acepción de personas que usted manifiesta, por el contrario, sería reconocer que, no es un capricho de Dios dar sanidad... sino es su prerrogativa, proveer bondadosamente, lo que en la cruz Cristo consiguió para nosotros.

Bendiciones,

Hola Lulis,

El contexto de 1 Cor. 11 tiene que ver con aquellos 'hermanos' que venían a las cenas para comer y embriagarse, sin tomar en cuenta a los demás hermanos. Judas habla de ellos también:

"Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados."

Pablo dice: "Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados." (1 Cor. 11:19)

Salvos o no salvos, ellos comieron juicio para sí por su manera de participar indignamente en la cena del Señor. Las relaciones interpersonales (la amargura, rencor, etc.) pueden ser la causa de enfermedades.

Veámos lo que dice Santiago:

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones....Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia....." (Stg. 4:1-2)

"limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones" (Stg. 4:8)

"...y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado." (Stg. 4:17)

"Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados..." (Stg. 5:9)

"Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados..." (Stg. 5:15)


Viendo el contexto, es fácil ver que algunas enfermedades son el resultado del pecado entre los hermanos, y cuando ellos mismos se arreglan en paz y oran los unos por los otros, la sanidad viene.

No creo que es Dios que mande las enfermedades. Son (en este caso) el resultado del pecado. Como dijo Jesús: "no pueqes más para que nada peor te suceda."

El pecado entre hermanos lleva en sí un castigo. La ley de sembrar y cosechar siempre funciona, y muchos sufren como resultado. Cuando ministramos a los enfermos, es necesario a veces discernir el ambiente de sus vidas. No es que la sanidad no sea posible, sino que un corazón de 'doble ánimo' no va a recibir cosa alguna del Señor (Stg. 1:6-8). La sanidad es la voluntad de Dios, pero el corazón lleno de amargura y pecado no tendrá la fe para recibirla.

Bendiciones.
 
Re: La Sanidad

Greivin,

Dice que El hace las cosas según el poder que actúa EN nosotros. Todo lo que Dios hace en y por el Cuerpo de Cristo lo hace por medio de Su poder que actúa en nosotros. Si nosotros no le creemos, si dudamos, si no tenemos fe, etc., lo que Dios quiere hacer no sucede.
¿Estás diciendo que Dios necesita de nuestra autorización para poder usar su poder que está en nosotros? Lo que no entiendes es que es su poder el que actúa en nosotros no nuestro poder que actúa en él.

Dios no necesita de que nosotros estemos o no de acuerdo para hacer uso del poder suyo que actúa en nosotros. Si actúa en nosotros lo hace por el Espíritu Santo que mora en nosotros. La verdad es a ese poder que la palabra se refiere, al Espíritu Santo que es el poder que actúa en nosotros. porque:

"Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos."

Este es el poder que actúa en nosotros. De hecho el único poder que Dios reconoce, pues nosotros no tenemos ningún poder por o desde nosotros mismos, sino el poder que actúa en nosotros y ese poder es el Poder de Dios, su Santo Espíritu.

Pablo dice algo muy revelador en cuanto a esto:

"Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios."

Por eso Cristo reprendió a los discípulos por:
1. no reprender la tormenta
2. no sanar al hijo lunático
3. por preocuparse por no tener pan.
Usted está muy confundido por su errada doctrina.!

Cristo reprendió a sus discípulos, por no haber creido al que estaba con ellos, porque a pesar de todas las maravillas, milagros y señales que había hecho delante de ellos, no habían comprendido que si los había escogido y dado autoridad, era para que usaran esa autoridad en su nombre, para que todos supieran que eran sus discípulos. Es por eso que el les dice:

"!!Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar?"

Lo que Cristo no soportaba de sus discípulos y por lo que los reprende, es por su incredulidad sobre quien era él y quien eran ellos para él. Esto lo deja muy claro en la oración que hace por ellos en Juan 17:

"Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste."

¿Como iban a creer por medio de ellos los del mundo si ellos mismos no habían creido en Cristo? Esto era lo que era digno de reprensión por parte de Cristo.

De hecho hay un hecho en que los discípulos confunden el poder que hay en ellos y creen que es de ellos y lo pueden usar para cualquier cosa, como es su caso tambien Faithman. En esa ocación también Cristo reprende a sus discípulos:

"Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea."

El poder que hay en nosotros es para salvación, no para nada más, las señales que nos siguen son para salvación, no para nada más. Aún la sanidad de alguien de forma milagrosa, es para salvación de los que creen por esa señal, para nada más.



Cristo ha puesto el poder y la responsibilidad y la fe en nosotros. Por eso dice, 'cualquier cosa que decimos sin dudar en el corazón será hecho.' (Marcos 11:23)

Por eso Pablo declara: "...porque todas las promesas de Dios son en El Sí, y en El Amén, POR MEDIO DE NOSOTROS, para la gloria de Dios.

Dios recibe la gloria cuando Sus hijos hagan Su voluntad por fe.

Saludos.
Cualquier cosa que pidamos que ayude a la salvación de otros, lo obtendremos, pues para eso es el poder que actúa en nosotros, no para suplir nuestros propios deleites, pues el que así haga piense o espere, no recibirá nada de Dios, pues su poder es para salvación, nada más.

Cuando así busquemos el reino de Dios, lo demás nos será añadido, aun sin que lo hayamos pedido, porque nuestro Señor conoce nuestrs necesidades aún antes de pedir por ellas. Incluyendo cualquier quebranto de salud.

Dios le bendice!

Greivin.
 
Re: La Sanidad

Hola Lulis,

El contexto de 1 Cor. 11 tiene que ver con aquellos 'hermanos' que venían a las cenas para comer y embriagarse, sin tomar en cuenta a los demás hermanos. Judas habla de ellos también:

"Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados."

Pablo dice: "Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados." (1 Cor. 11:19)

Salvos o no salvos, ellos comieron juicio para sí por su manera de participar indignamente en la cena del Señor. Las relaciones interpersonales (la amargura, rencor, etc.) pueden ser la causa de enfermedades.

Veámos lo que dice Santiago:

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones....Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia....." (Stg. 4:1-2)

"limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones" (Stg. 4:8)

"...y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado." (Stg. 4:17)

"Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados..." (Stg. 5:9)

"Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados..." (Stg. 5:15)


Viendo el contexto, es fácil ver que algunas enfermedades son el resultado del pecado entre los hermanos, y cuando ellos mismos se arreglan en paz y oran los unos por los otros, la sanidad viene.

No creo que es Dios que mande las enfermedades. Son (en este caso) el resultado del pecado. Como dijo Jesús: "no pueqes más para que nada peor te suceda."

El pecado entre hermanos lleva en sí un castigo. La ley de sembrar y cosechar siempre funciona, y muchos sufren como resultado. Cuando ministramos a los enfermos, es necesario a veces discernir el ambiente de sus vidas. No es que la sanidad no sea posible, sino que un corazón de 'doble ánimo' no va a recibir cosa alguna del Señor (Stg. 1:6-8). La sanidad es la voluntad de Dios, pero el corazón lleno de amargura y pecado no tendrá la fe para recibirla.

Bendiciones.


A largo de los comentarios de este epigrafe, sus comentarios siempre se van el sentido de la que todos somos sanos por sus gallas... etc.

Pero ahora que leo esto...

Es algo que ya habiamos advertido en varios comentarios atras...

Por eso nuestra insistencia en que no es sanar por sanar, es ante todo que la persona se arrepienta, se convierta, y ande conforme a la voluntad de Dios, aceptando a Jesús como Salvador.

La manifestación física de la desobendencia en inevitable, pero el cambio de vida, y me refiero a la vida en Cristo mejor en mucho nuestra calidad de vida, y nos llena de salud y fortaleza.


Saludos!
 
Re: La Sanidad

Hola Lulis,

El contexto de 1 Cor. 11 tiene que ver con aquellos 'hermanos' que venían a las cenas para comer y embriagarse, sin tomar en cuenta a los demás hermanos. Judas habla de ellos también:

"Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados."

Pablo dice: "Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados." (1 Cor. 11:19)

Salvos o no salvos, ellos comieron juicio para sí por su manera de participar indignamente en la cena del Señor. Las relaciones interpersonales (la amargura, rencor, etc.) pueden ser la causa de enfermedades.

Veámos lo que dice Santiago:

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones....Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia....." (Stg. 4:1-2)

"limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones" (Stg. 4:8)

"...y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado." (Stg. 4:17)

"Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados..." (Stg. 5:9)

"Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados..." (Stg. 5:15)


Viendo el contexto, es fácil ver que algunas enfermedades son el resultado del pecado entre los hermanos, y cuando ellos mismos se arreglan en paz y oran los unos por los otros, la sanidad viene.

No creo que es Dios que mande las enfermedades. Son (en este caso) el resultado del pecado. Como dijo Jesús: "no pueqes más para que nada peor te suceda."

El pecado entre hermanos lleva en sí un castigo. La ley de sembrar y cosechar siempre funciona, y muchos sufren como resultado. Cuando ministramos a los enfermos, es necesario a veces discernir el ambiente de sus vidas. No es que la sanidad no sea posible, sino que un corazón de 'doble ánimo' no va a recibir cosa alguna del Señor (Stg. 1:6-8). La sanidad es la voluntad de Dios, pero el corazón lleno de amargura y pecado no tendrá la fe para recibirla.

Bendiciones.

Saludos Faithman:

Bien, podríamos poner entre comillas, que fueran o no hermanos, creo tambien que es verdad que el Señor, a través de su Palabra nos apercibe de no pecar, que éso que sembramos hemos de cosechar a no ser que se interrumpa por la gracia de Dios, es muchas veces cierto. Sin embargo yo estaba acotando ésta afirmación suya:

Faithman dijo:
La fe de Dios obviamente es fe en Dios. Pero uno puede tener fe en Dios pero solamente experimenta la vida abundante a la medida que sepa de tal vida. 'Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.' Al saber quien es el 'Hijo de David' y que significa, todo es posible. Pero es conforme a nuestra fe, no conforme a un capricho de Dios. Dios no hace accepción de personas.

En ésta ocasión me permití subrayar aquello que debe ser empatado con 1a Corintios 11, específicamente el versículo 32:

mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.​

En su contexto, la interpretación de ése versículo en particular, no cambia, y realmente me gustaría saber si en ése caso esta Dios haciendo lo que usted denomina "acepción" de personas y quisiera ver si logra reconocer en ése punto en particular la autoridad de Dios para reprender a sus hijos por desobedecer sus mandatos.

Ya anteriormente le dije, aca nadie esta diciendo que Dios enferma al hombre, nadie niega que la enfermedad no sean ataques de Satanás o resultado de su carnalidad, pero cómo interpreta o encaja el hecho de que Dios si disciplina a sus hijos y en éste texto en partícular lo hace a través de la enfermedad e inclusive la muerte?

De hecho no es el único caso bíblico que existe al respecto.

Bendiciones,
 
Re: La Sanidad

Hola Lulis,

El contexto de 1 Cor. 11 tiene que ver con aquellos 'hermanos' que venían a las cenas para comer y embriagarse, sin tomar en cuenta a los demás hermanos. Judas habla de ellos también:

"Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados."

Pablo dice: "Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados." (1 Cor. 11:19)

Salvos o no salvos, ellos comieron juicio para sí por su manera de participar indignamente en la cena del Señor. Las relaciones interpersonales (la amargura, rencor, etc.) pueden ser la causa de enfermedades.

Veámos lo que dice Santiago:

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones....Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia....." (Stg. 4:1-2)

"limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones" (Stg. 4:8)

"...y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado." (Stg. 4:17)

"Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados..." (Stg. 5:9)

"Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados..." (Stg. 5:15)


Viendo el contexto, es fácil ver que algunas enfermedades son el resultado del pecado entre los hermanos, y cuando ellos mismos se arreglan en paz y oran los unos por los otros, la sanidad viene.

No creo que es Dios que mande las enfermedades. Son (en este caso) el resultado del pecado. Como dijo Jesús: "no pueqes más para que nada peor te suceda."

El pecado entre hermanos lleva en sí un castigo. La ley de sembrar y cosechar siempre funciona, y muchos sufren como resultado. Cuando ministramos a los enfermos, es necesario a veces discernir el ambiente de sus vidas. No es que la sanidad no sea posible, sino que un corazón de 'doble ánimo' no va a recibir cosa alguna del Señor (Stg. 1:6-8). La sanidad es la voluntad de Dios, pero el corazón lleno de amargura y pecado no tendrá la fe para recibirla.

Bendiciones.

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<o:p> </o:p>
<o:p> </o:p>
Cuando más desatamos esta doctrina mal copiada y explicada porque la sanidad divina en un hecho pero por la obediencia porque Dios no cambia y es el mismo de ayer y de hoy pero ahora en la gracia me dió el Espíritu de Cristo , que vive en mi y hace que mantenga esa obediencia porque las leyes están escritas en mi corazón en este Nuevo Pacto, más indagamos y vemos primero que no hay Espíritu de Dios en esta doctrina , que no es confusión sino que hay multitudes de versículos mal interpretados y que son fundamentales en la doctrina de Cristo y esa mala interpretación nos aleja de la justicia de Dios.
<o:p> </o:p>
El Pan.
Cuando leemos Mateo 16
Mat 16:8 Dándose cuenta Jesús, les dijo:
--¿Por qué discutís entre vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?
Mat 16:9 ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y cuántas cestas recogisteis?
Mat 16:10 ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis?
Mat 16:11 ¿Cómo no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardéis de la levadura de los fariseos y de los saduceos?<o:p></o:p>
Mat 16:12 Entonces entendieron que no les había dicho que se guardaran de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.<o:p></o:p>
<o:p> </o:p>
Jesús nos enseño que el estaba predicando para que por revelación del Espíritu entendiéramos su palabra y que el pan a que se refería Jesús significaba doctrina .
El pan con levadura es decir elevado era los agregados que los fariseos y los saduceos le sumaban al pan sin levadura de Dios , entonces el pan es <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</st1:personname> de Dios y también su cuerpo porque todos los que comen su pan participan del cuerpo de Cristo que es su Iglesia <o:p></o:p>
<o:p> </o:p>
La sangre.<o:p></o:p>
<o:p> </o:p>
La sangre es una señal en el Antiguo Testamento del pacto de Dios para con su pueblo Israel y ahora en la gracia por medio de la fe me purifico con la sangre derramada de Jesús y es señal del nuevo pacto para salvación pero ahora también me transfiere el Espíritu de Cristo para que mantenga mi obediencia y mi lealtad a Dios porque ningún hombre por si solo puede resistir al diablo .
<o:p> </o:p>
<o:p> </o:p>
<o:p> </o:p>
Cómo alguien que se autotitula un maestro de <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</st1:personname> no pude leer espiritualmente <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">La Palabra</st1:personname> de 1.Corintios 11 :27 <o:p></o:p>
<o:p> </o:p>

De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.<o:p></o:p>
<o:p> </o:p>
<o:p> </o:p>
Quien recibe <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</st1:personname> de Dios y se purifique con la sangre de Cristo ha entrado a un Nuevo Pacto y pero si come y bebe indignamente será culpado por el mismos cuerpo y por la misma sangre.
<o:p> </o:p>
<o:p> </o:p>
<o:p> </o:p>
1Co 11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa.
1Co 11:29 El que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
1Co 11:30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos han muerto.<o:p></o:p>
1Co 11:31 Si, pues, nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
1Co 11:32 pero siendo juzgados, somos castigados por el Señor para que no seamos condenados con el mundo.
<o:p> </o:p>
Cuando recibimos <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</st1:personname> de Dios y no la ponemos en práctica y cuando recibimos la purificación de nuestras vidas con la sangre del Señor y seguimos pecando , esta misma Palabra de Dios y esta misma sangre nos castiga con enfermedades , con debilidades y con la misma muerte .<o:p></o:p>
<o:p> </o:p>
<o:p> </o:p>
Creer que solo se trata de vino y de pan es una simple lectura carnal .<o:p></o:p>
<o:p> </o:p>
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Mis bendiciones.
<o:p> </o:p>
 
Re: La Sanidad

<DIR>2Pe 2:1 Sin embargo, llegó a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas destructivas y repudiarán hasta al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada.
2Pe 2:2 Además, muchos seguirán los actos de conducta relajada de ellos y por causa de estos se hablará injuriosamente del camino de la verdad.
2Pe 2:3 También, con codicia los explotarán a ustedes con palabras fingidas. Pero en cuanto a ellos, el juicio desde lo antiguo no se mueve lentamente, y la destrucción de ellos no dormita.
</DIR>
 
Re: La Sanidad

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<o:p> </o:p>
<o:p> </o:p>
Es demostrable la incapacidad de una persona de comprender las escrituras cuando por una manera equivocada de defender una doctrina borra parte de <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</st1:personname> de Dios escrita en <st1:personname productid="la Biblia" w:st="on">la Biblia</st1:personname> ;
<o:p> </o:p>
1Co 11:32 pero siendo juzgados, somos castigados por el Señor para que no seamos condenados con el mundo.<o:p></o:p>
<o:p> </o:p>
<o:p> </o:p>
Quién tiene la mente tan chiquita que pueda pensar que solo Dios castigará <o:p></o:p> a los borrachos y a los comilones de <st1:personname productid="la Cena Pascual" w:st="on"><st1:personname productid="la Cena" w:st="on">la Cena</st1:personname> Pascual</st1:personname> , sino tambien castigará a todos los trasgresores de su Pacto .<o:p></o:p>

Somos juzgados y castigados antes por el Señor para no ser condenados con el mundo.
<o:p> </o:p>

Mis bendiciones.<o:p></o:p>
 
Re: La Sanidad

De hecho... tendría que analizar éste texto e intentar conciliarlo con su afirmación anterior:

28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.

30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;

32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

La enfermedad en éste caso y aún la muerte, fué usada como castigo por Dios, sobre creyentes.

Usted enseña que Dios no permite la enfermedad, no se cómo llegó a ésa conclusión, sin embargo no reconocer la autoridad de Dios aún sobre tal asunto, no parece sabio.

Hace unos meses una persona usó la palabra acepción, de la misma forma que usted, por no querer uno afirmar que Dios hace acepción de personas, tiene que aceptar su afirmación tal cual, pero creo que podemos ser consistentes al afirmar que Dios, si interviene en la vida del creyente para enderezar sus caminos, que Dios si tiene poder para disciplinarlos y que de hecho, de acuerdo a éste texto el castiga si es necesario a sus siervos.

No sé como se integra a lo que usted presenta, el hecho de que hay hijos desobedientes, no se cómo explica doctrinalmente lo que sucede cuando alguno se aleja de Dios ni sé como podría explicar también los medios que usa Dios para regresar a cada una de sus ovejas al redil, pero qué ésto suceda, que Dios tenga bajo su cuidado a sus hijos, todo el tiempo de su peregrinación en éste mundo... no significa de ninguna manera que Dios éste haciendo ése tipo de acepción de personas que usted manifiesta, por el contrario, sería reconocer que, no es un capricho de Dios dar sanidad... sino es su prerrogativa, proveer bondadosamente, lo que en la cruz Cristo consiguió para nosotros.

Bendiciones,

Hola Lulis,

Mi punto es que Dios no hace acepción de personas en cuanto a los beneficios de la redención. La salvación es para todos y la sanidad es para todos.

Aun aquellos que comen indignamente la Santa Cena pueden recibir la sanidad si confesan sus pecados los unos a los otros y oran los unos por los otros como dice Santiago.

Creo que es important mantener el tema del 'castigo' en este contexto único de comer indignamente (sin discernir) el cuerpo de Cristo. Si Dios castiga a todo pecado por medio de enfermedad, la mayoría de nosotros ya estaríamos muertos. Entonces, es bastante claro que Dios no enferma a Sus hijos por el pecado.

Dice: "juicio come y bebe para sí.." En otras palabras es la decisión de aquel que come sin discernir el Cuerpo que desata el juicio, tanto como Adán y Eva cuando comieron 'indignamente' sin discernir la voz de Dios. En resumen, es la ley de sembrar y cosechar en acción.

En el tema de otros pecados, también existen consecuencias, a veces instanteas, a veces tiempo después, a veces no se nota una recompensa porque la siembra no fue tan grave para producir una 'cosecha' negativa. En todo caso, el 'castigo' es la cosecha de la siembra, no una acción agresiva de parte de Dios. El no tiene que disciplinar el pecador. El no está tomando en cuenta al hombre sus pecados (2 Cor. 5:19). El pecado lleva en sí su propia recompensa.

Pero, siempre la sanidad existe para todos, y todo aquel que cree puede recibirla. Si el pecador más vil puede por fe recibir la salvación, ¿cómo dicen algunos que la sanidad es un 'premio' por las obras? No estamos bajo la ley de obras, sino bajo la gracia de Dios. Las obras tienen su cosecha, pero la gracia de Dios es un constante, y no hay variación.

Bendiciones
 
Re: La Sanidad

Pero, siempre la sanidad existe para todos, y todo aquel que cree puede recibirla

<DIR>Luk 4:27 También, había muchos leprosos en Israel en tiempo de Eliseo el profeta; sin embargo, ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el hombre de Siria".
</DIR>

es tu palabra mentirosa contra la de Jesus