Re: La Sanidad
Lo que me extraña es que en los ataques sin verguenza de Raul y Greivin, no hayas dicho nada nunca. Aun cuando yo hago todo lo posible para ser transparente con mi vida y con el ministerio que Dios me ha concedido, el veneno de Raul no tiene límites, y nadie dice nada, y si yo respondo, yo soy el malo.
Verá si sus ojos son buenos, todo su ser lo será. Pero no, son malos. Usted presume de haber ministrado a miles, de ser un maestro, de ser... no se, este debate está lleno de sus medallas constantes. Ha insultado, nos ha llamado anticristos, diablos, serpientes, tontos... no se, la lista es interminable. Y a la verdad, nos hemos contenido grandemente.
Así como usted se considera sin pecado, yo soy un sencillo pecador que cada día necesita de la Sangre de Jesucristo el Señor. Y no, no soy perfecto, pero se bien hacia donde voy, y cual es el fin por el cual hablo.
Y la prueba está en que en reiteradas ocasiones he mostrado, al igual que todos mis hermanos, que usted anda errado con su doctrina, que es insostenible mediante la Escritura, que manipula, mutila, tegiversa, y demás sutilezas a tal cual mejor le conviene, y para colmo de males resultó ser que no era un invitado a la conferencia, sino que trabaja con el tal organizador, que es uno de su equipo, y como no y lo peor: QUE COMERCIA CON LA PALABRA DE DIOS Y SIN ESCRUPULOS ALGUNOS.
Si he de pedir perdón, se lo pediré a Dios, que no ha usted, porque se que aun no siendo del todo correcto, porque no dejo de ser un hombre, y como hombre soy tremendamente débil e inperfecto, no como usted que jamás ha reconocido error alguno de modo alguno y que siempre toma la sarten por el mango...
En otras palabras, el simple hecho de desenmascararle paso a paso, y que mis hermanos digan que están conformes en lo que creo, ello, ya lo dice todo y me basta. SERÁ DIOS QUIEN ME JUZGUE, al igual que usted será juzgado.
Así pues, se engaña y tremendamente si cree que tengo algo contra usted o su persona. En ello anda totalmente errado, si tiene necesidad alguna, si algún día viene a mi país, puede pasar por mi casa que lo es la suya si en verdad le hace falta.
Así pues, Dios sea quien le bendiga.