EL CONOCER A DIOS ES UNA DÁDIVA SUYA.
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.”
(SALMO 32:8.)
“El secreto de Jehovah es para los que le temen; a ellos hará conocer su pacto.”
(SALMO 25:14.)
“He aquí, tú quieres la verdad en lo íntimo,
y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.”
(SALMO 51:6.)
“Si hubieran estado en mi consejo secreto, entonces habrían hecho oír mis palabras a Mi Pueblo,
y les habrían hecho volver de su mal camino y de la maldad de sus obras.”
(JEREMÍAS 23:22.)
“Así, nada hará el Señor Jehovah sin revelar su secreto a sus siervos los profetas.”
(AMÓS 3:7.)
“Pero hay un Dios en los cielos, quien revela los misterios.
Él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días.
Tu sueño y las visiones de tu cabeza en tu cama son éstos:
Estando tú, oh rey, en tu cama, tus pensamientos se agitaban por saber lo que había de suceder en el porvenir;
y el que revela los misterios te ha hecho saber lo que ha de suceder.”
(DANIEL 2:28,29.)
“El rey habló a Daniel y le dijo: --Ciertamente vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de reyes.
Él revela los misterios, pues tú pudiste revelar este misterio.”
(DANIEL 2:47.)
“Y él respondiendo les dijo: --Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos,
pero a ellos no se les ha concedido.”
(MATEO 13:11.)
“Y él dijo: “A vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de Dios; pero a los demás,
en parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.”
(LUCAS 8:10.)
“Y él les decía: “A vosotros se os ha dado el misterio del reino de Dios; pero para los que están fuera, todas las cosas están en parábolas,
para que viendo vean y no perciban, y oyendo oigan y no entiendan; de modo que no se conviertan y les sea perdonado.”
(MARCOS 4:11-12.)
“Entonces les respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón,
hijo de Jonás porque no te lo reveló carne ni sangre,
sino mi Padre que está en los cielos.”
(MATEO 16:17.)
“Para dar conocimiento de salvación a su pueblo,
para perdón de sus pecados, por la entrañable misericordia de nuestro Dios.”
(LUCAS 1:77-78.)
“En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Si Padre, porque así te agradó.”
(LUCAS 10:21.)
“Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo;
y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.”
(HECHOS 16:14.)
“Así que, hermanos, cuando yo fui a vosotros para anunciaros el misterio de Dios,
no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.”
(1ª CORINTIOS 2:1.)
“Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria.”
(1ª CORINTIOS 2:7.)
“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.”
(1ª CORINTIOS 2:10.)
“Que todo hombre nos considere como servidores de Cristo y mayordomos de los misterios de Dios.”
(1ª CORINTIOS 4:1.)
“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.”
(2ª CORINTIOS 4:6.)
“Y al que puede haceros firmes --según mi evangelio y la predicación de Jesucristo; y según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos.
(ROMANOS 16:25.)
“El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.”
(COLOSENSES 1:26-27.)
“Para que unidos en amor, sus corazones sean reanimados hasta lograr toda la riqueza de la plena certidumbre de entendimiento, para conocer el misterio de Dios, es decir, Cristo mismo.”
(COLOSENSES 2:2.)
“A la vez, orad también por nosotros, a fin de que el Señor nos abra una puerta para la palabra, para comunicar el misterio de Cristo, por lo cual estoy aún preso.”
(COLOSENSES 4:3.)
“Él nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en Cristo.”
(EFESIOS 1:9.)
“Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuales las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.”
(EFESIOS 1:17-18.)
“Por revelación me fue dado a conocer este misterio, como antes lo he escrito brevemente.
Por tanto, leyéndolo, podréis entender cuál es mi comprensión en el misterio de Cristo.
En otras generaciones, no se dio a conocer este misterio a los hijos de los hombres, como ha sido revelado ahora a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu.”
(EFESIOS 3:3-5.)
“Y para aclarar a todos cuál es la administración del misterio que desde la eternidad había estado escondido en Dios,
quien creó todas las cosas.”
(EFESIOS 3:9)
“Grande es este misterio, pero lo digo respecto de Cristo y de la iglesia.”
(EFESIOS 5:32.)
“Y también orad por mí, para que al abrir la boca me sean conferidas palabras para dar a conocer con confianza el misterio del evangelio.”
(EFESIOS 6:19.)
“Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos.”
(HEBREOS 10:32.)
“Que mantengan el misterio de la fe con limpia conciencia.”
(1ª TIMOTEO 3:9.)
“Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, justificado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo,
y recibido arriba en gloria.”
(1ª TIMOTEO 3:16.)
“Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mi, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre.”
(GÁLATAS 1:15-16.)
“Sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él esté por tocar la trompeta, también será consumado el misterio de Dios, como él lo anunció a sus siervos los profetas.”
(APOCALIPSIS 10:7.)
NOTA: La misma justificación es un don. Pues si somos justificados por la fe y la fe es un don de Dios resulta que la misma justificación es un don.
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