Ellos estaban por el lucro, no muy distinto a los de la prosperidad actual, pero luego, la descripción dada por Jesús ilustra mucho el por qué sucedió esto:Casualidad y capacidad humana? o capacitación Divina?
podría responder usted esas preguntas?
cómo esos 5999 fariseos, adoraban a Dios, creían en su existencia, eran teólogos, no eran depravados ? Y salvos tampoco?
»¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque ni entran al reino de los cielos ni dejan entrar a nadie! ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que por un lado hacen oraciones larguísimas en las calles y por el otro les roban las casas a las viudas! ¡Hipócritas! ¡Ay de ustedes, hipócritas!, porque recorren el mundo en busca de conversos, y una vez que los encuentran los hacen dos veces más hijos del infierno que ustedes mismos. ¡Guías ciegos, ay de ustedes!, porque dicen que no importa que se jure en vano por el templo de Dios, pero si alguien jura en vano por el oro del templo, lo condenan. ¡Ciegos insensatos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo que santifica el oro? Y dicen que se puede jurar en vano por el altar, pero si se jura en vano por lo que está sobre el altar, lo condenan. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda que se pone sobre el altar o el altar que santifica la ofrenda? El que jura por el altar está jurando también por lo que está sobre él; y el que jura por el templo está jurando por el templo y por Dios que habita en él. Y cuando se jura por el cielo se está jurando por el trono de Dios y por Dios mismo. »¡Ay de ustedes, fariseos y escribas hipócritas! Porque diezman hasta la última hojilla de menta del jardín y se olvidan de lo más importante, que es hacer justicia y tener misericordia y fe. Sí, hay que diezmar, pero no se puede dejar a un lado lo que es aun más importante. »¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito y se tragan el camello! ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas!, porque limpian cuidadosamente el exterior del vaso y dejan el interior lleno de robo e injusticia. Fariseos ciegos, limpien primero el interior del vaso, para que esté limpio por dentro y por fuera. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, pues son como sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero dentro están llenos de huesos de muertos y podredumbre! Así también son ustedes: por fuera se ven santos, pero bajo la apariencia de piedad hay un corazón manchado de hipocresía y pecado