¿Dónde está lo valiente en la reinterpretación? La misma palabra REINTERPRETACIÓN define que es una interpretación diferente a la conocida o a la tradicional, solo eso.
La fe no es un estado único en el que la tienes o no la tienes; desde que Jesús comenzó su Ministerio de Salvación sabía que iba a morir, pero unas horas antes de ser apresado dijo: Padre, si quieres, pasa de mi esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya (Lucas 22:42).
La fe es probada según la persona, las características, el objetivo, el tiempo, el nivel, la justicia… (el espíritu no es dado por medida, así que la fe tampoco). Aquí Jesús estaba poniendo a prueba su fe máxima, entregar su cuerpo y su vida al mundo para ser asesinado de una manera muy cruel; ¿decir que no se hiciera su voluntad era falta de fe de Jesús, por esta razón su padre lo había desamparado (Mateo 27:46)? ¡Verdad que no!
Una interpretación distinta o reinterpretación debe estar basada en el contexto y en los hechos ocurridos antes, en el momento y después, y no en suposiciones.
Genesis 22:16: y dijo: Por mi mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicare tu descendencia como las estrellas del cielo… y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste mi voz.
Si Dios buscaba probar el coraje moral de Abraham entonces Jehová no debió recompensar de esa manera lo que supuestamente no hizo bien Abraham y/o lo que Dios esperaba diferente. ¿O qué diremos, que si Abraham hubiera defendido a su hijo, cuál habría sido la recompensa: subir al cielo en ese mismo instante o adelantar la revelación de la Ley que le fue dada a Moisés 600 años después? La cita es muy clara y Jehová recompensó lo que esperaba de Abraham.
Si Abraham hubiera defendido a su hijo entonces el mundo sería distinto; si Adán no hubiera desobedecido a Dios el mundo sería distinto; si Lucifer no se hubiera revelado contra Dios entonces el mundo sería distinto; ¿cuántos ejemplos más? Claro que sí sería distinto el mundo; pero como nada de eso sucedió, entonces nuestra reinterpretación actual no puede mirar hacia el pasado y hacer juicios infundados cuando en nuestro presente existen muchas pruebas de igual o mayor nivel y hasta ahora la mayoría hemos fallado. Ejemplo: En el mundo existen miles de iglesias, pero cada una creyendo por separado y la mayoría peleadas unas con otras; si esto no fuera así el mundo sería otro completamente.
¿Calló para siempre? Cuando Jehová le prometió un hijo y heredad a Abram, éste le pidió una señal, y Jehová le dijo, tráeme un becerro, una cabra, un carnero, una tórtola y un palomino.
Estos animales eran la señal para Abram de cuándo había de cumplirse lo prometido; si Abraham ya había engendrado hijo y se lo había entregado a Dios como máxima prueba de fe, Dios calló porque lo que seguía era el cumplimento de esa señal. La pregunta es: ¿Qué eran o quiénes eran esos animales que Jehová estableció para cumplimiento de su promesa?
Juicio es lo tú estás haciendo al decir que Abraham no cumplió con lo que tu piensas que debía cumplir. Apocalipsis es el libro número 66 de la Biblia, y cuando pasó lo de Abraham ni siquiera se había escrito el pentateuco de Moisés; de hecho, es gracias a la fe de Abraham que nació el pueblo de Israel. Si citas el juicio de Apocalipsis y tú mismo llamas cobarde a Abraham, entonces eso significa Abraham estará en el lago de fuego y azufre; ¿eso es lo que dices?
¿Quién actúa sin discernimiento no es digno de recibir más revelación? Primero debes aclarar si esa más revelación que mencionas viene de Dios o es consecuencia del mismo discernimiento. Y si Abraham ya no recibió más revelación; ¿cuál fue esa revelación que ya no recibió: le tocaba a Abraham recibir la ley que Moisés recibió 600 años después?
Romanos 9:16 Así que no depende del que quiere, no del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
¿Moisés sí lo hizo?
Moisés ya había demostrado todo eso que dices, pero cuando regresaron los espías de visitar la tierra de Canaán, Moisés y Aarón entraron en cobardía igual que todo el pueblo cuando se les dijo que había que pasar por tierra de gigantes: filisteos; después de eso, Moisés perdió su heredad y no logró entrar a la tierra prometida. Así que, aunque Moisés ya había demostrado fe y Dios confiaba en él, Moisés falló al contagiarse del miedo del pueblo. Si Moisés no hubiera fallado, Josué no habría tenido que meter a los israelitas a su heredad.
Poco tiempo después de que ya se sabía que Moisés no entraría a la tierra prometida, Jehová le dio una nueva oportunidad cuando vinieron las serpientes venenosas que atacaban a los incrédulos; fue cuando Jehová le dijo a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y la pusiera en una asta, y ahí Moisés no fue capaz de decirle a Jehová que eso era contrario a la ley que acabada de dictarse. Dios ordenó construir una imagen del mismo mal que estaba atacando a los israelitas, y ni Moisés ni ningún siervo por más de 1,000 años se dio cuenta de que eso estaba mal, hasta Ezequías (2 Reyes 18:4).
Es como si dijéramos cuando estaba el virus del covid con la mortandad muy fuerte, que Dios le hubiera llamado y ordenado a un siervo que hiciera una asta con la figura del virus del covid y todo aquel que lo mirara entonces era sanado; evidentemente si alguien lo habría hecho en la actualidad nadie lo creería, diría que es idolatría; pero como Jehová lo ordenó y Moisés le hizo caso entonces estaba bien. Los israelitas sabían por tradición hablada que el pecado original fue provocado por una serpiente (otro tipo de serpiente, no existía maldición), y cuando esas serpientes venenosas atacaban a los israelitas incrédulos nadie fue capaz de decir: ¿cómo vamos a hacer la figura del mal que nos está atacando para sanarnos (no era más fácil clamar directamente a Jehová que se mostraba en una nube)?
¿Cuál es la diferencia entre el becerro que Moisés destruyó cuando regresó de recibir los 10 mandamientos y la serpiente de bronce en una asta? Gracias a esa serpiente de bronce que Moisés hizo, los católicos aseguran que venerar a imágenes de vírgenes y santos es correcto.
Cuando Jesús estuvo en la tierra predicaba con sabiduría y sin violencia, y todo eso lo veían los discípulos que Jesús escogió; pero antes de terminar su ministerio, Jesús les ordenó que vendieran capa y compraran espada (Lucas 22:36-38); y ninguno de ellos fue capaz de decir: Señor para qué queremos espada, eso va contrario a lo que tú nos has enseñado; ellos no dijeron eso, sino que fueron y compraron dos espadas; y cuando ya apresaron a Jesús, Pedro con una de esas espadas le cortó la oreja al siervo del sumo sacerdote; hasta entonces entendieron los discípulos que no sería a través de espada como ellos ministrarían cuando Jesús ya no estuviera. ¿Fueron los discípulos capaces de decirle que no a Jesús; eso significa que les faltaba fe y eran esclavos de la ordenanza?
¿Liberamos a Dios de un retrato cruel y erróneo?
Para entender correctamente la historia de Abram debemos irnos más atrás, al tiempo de Noé; Noé maldice a su nieto Canaán, cuando el que había cometido la maldad fue Cam; y el primogénito: Sem, al cual pertenecía Abram » décima generación, no dice nada y calla ante el castigo de un inocente: Canaán. De la maldición de Noé sobre Canaán se desarrolla toda la maldad siguiente en la humanidad, o ¿por qué crees que la heredad de los Israelitas era la tierra de Canaán, fue escogida al azar solo porque a Dios le gusta ser cruel con otros pueblos? Abraham de ninguna manera falló la prueba, al contrario, el pueblo de Israel sigue más vivo que nunca; una promesa que Dios le hizo a Abraham.
La fe ciega en iglesias u hombres si puede generar esclavitud (la historia lo comprueba).
¿La conciencia moral libre nos conecta con lo divino?; no necesariamente, como creyentes cristianos lo podemos creer, pero en los mismos ateos la conciencia moral libre es lo que los aleja de la divinidad.
¿Eres tú el escritor de esta reflexión o es el texto de alguien más?
Respuesta formal a la objeción sobre la reinterpretación de Abraham e Isaac:
Gracias por tu respuesta y por tomarte el tiempo de comentar con tanta amplitud. Te confirmo que
la reflexión fue escrita por mí, Neftalí Espinoza, como resultado de muchos años de estudio bíblico, introspección espiritual y discernimiento ético. No es una copia de ningún autor ni una idea tomada de otro lado; es una interpretación que, hasta donde he podido investigar,
no ha sido formulada de esta manera ni por teólogos evangélicos, ni católicos, ni mormones, ni de otras corrientes cristianas.
Sí existen voces que, en otras épocas, han insinuado que Abraham pudo haber fallado (como Elie Wiesel o incluso algunos existencialistas), pero no con esta base doctrinal, ni con este
deseo de preservar la integridad ética de Dios, ni en relación directa con
la encarnación del Verbo como Jesucristo.
Y aquí está el punto central:
El verdadero objetivo de esta reinterpretación no es “juzgar” a Abraham, ni decir livianamente que falló o no falló.
El objetivo es mucho más profundo: es discernir con honestidad el carácter de Dios, a la luz de Jesucristo. Es reivindicar la esencia divina como absolutamente justa, bondadosa e incapaz de pedir un acto inmoral.
1. Dios no puede contradecir su propia justicia
En Génesis 22, Dios le pide a Abraham sacrificar a su hijo. Pero esto entra en tensión con lo que Dios revelará más adelante sobre sí mismo:
“No darás tu hijo para hacerlo pasar por el fuego.”
(Deuteronomio 18:10)
“¿Se complace Jehová tanto en holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente, el obedecer es mejor que los sacrificios.”
(1 Samuel 15:22)
Entonces, si Dios condena el sacrificio humano en su Ley, ¿por qué lo habría solicitado antes? ¿Era eso coherente con su carácter? Mi propuesta es que
Dios nunca quiso el sacrificio, sino que puso a prueba el discernimiento ético de Abraham.
2. Jesucristo es la clave para entender a Dios
El Evangelio de Juan lo dice con claridad:
“En el principio era el Verbo… y el Verbo era Dios… y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros.”
(Juan 1:1, 14)
Jesucristo
es Dios encarnado. Por tanto, si queremos saber cómo es Dios, no debemos mirar solamente al Antiguo Testamento, sino interpretarlo
a la luz de Cristo.
Y Jesucristo
nunca pidió actos inmorales, ni enseñó que obedecer sin discernir era virtud. Al contrario,
Jesús elogia la conciencia moral, defiende al inocente, y denuncia la religiosidad sin compasión (Lucas 6:9, Mateo 23:23).
Por eso, digo con convicción:
Jesús jamás habría pedido el sacrificio de Isaac. No corresponde a su carácter. Y si Jesús es la revelación perfecta del Padre (Juan 14:9), entonces
tampoco Dios lo habría pedido realmente.
3. La prueba de Abraham no era de fe, sino de conciencia moral
La fe de Abraham
ya había sido probada en Génesis 15, cuando creyó en la promesa de Dios y eso le fue contado por justicia (Génesis 15:6).
Entonces, ¿por qué otra prueba?
Mi hipótesis es esta: Dios ya conocía su fe. Lo que faltaba era probar su
capacidad de discernir, su valentía moral. Si estaba dispuesto a defender a su hijo, como más tarde lo haría Moisés al interceder por Israel (Éxodo 32:11-14).
Y aquí hay un dato clave:
Después de este episodio, Dios nunca vuelve a hablarle directamente a Abraham. Las promesas se repiten, pero ya no hay diálogo íntimo. Ese silencio, interpreto,
es un juicio ético, no una aprobación.
4. La obediencia ciega no es virtud, sino peligro
Jesús mismo lo enseñó cuando dijo:
“Cuando veáis que una nube se levanta en el occidente, luego decís: ‘Va a llover’, y así sucede. ¡Hipócritas! Sabéis discernir el aspecto del cielo y de la tierra, ¿y cómo no discernís este tiempo?”
(Lucas 12:54-56)
El Evangelio no busca esclavos obedientes, sino hijos que razonan con justicia. Pablo mismo dice:
“Examinadlo todo; retened lo bueno.”
(1 Tesalonicenses 5:21)
Y no temamos pensar:
¿Qué habría pasado si Abraham hubiera dicho: “No puedo hacer eso, Señor, es injusto”? ¿Acaso Dios no habría respondido con amor, como lo hizo con Moisés?
5. Una reinterpretación necesaria y fiel
Esta reflexión no niega a Dios. Al contrario:
lo defiende del retrato cruel de un ser que exige sacrificios humanos. Eso fue lo que me llevó a escribirla. Cuando leemos ese episodio como algo que “hay que obedecer ciegamente”, estamos
aceptando la imagen de un Dios que contradice su propia justicia. Y eso no se sostiene ni ética ni teológicamente.
Dios no prueba al hombre con mandatos inmorales. El que prueba así no es Dios. Porque “Dios no tienta a nadie al mal” (Santiago 1:13).
Conclusión
No se trata de atacar a Abraham, ni de inventar una doctrina. Se trata de leer la Biblia
con ojos espirituales, como lo enseñó el mismo Jesús (Lucas 24:27). Y de
distinguir entre lo que Dios permite y lo que realmente desea.
Por eso reafirmo: esta reinterpretación
es legítima, coherente, bíblica y profundamente cristológica. Y sí, ha sido escrita desde mi interior, con temor de Dios, con reverencia y con deseo de aportar luz, no confusión.
Agradezco que se generen estos espacios para dialogar, y estoy siempre dispuesto a seguir compartiendo desde el respeto mutuo.
Atentamente,
Neftalí Espinoza