Si el pueblo hebreo no hubiera obedecido a Dios de tomar la vida de los cananeos incluyendo mujeres y niños al salir del desierto ¿Que biblia tendrías?Gracias por tu pregunta, porque nos lleva al corazón del misterio cristiano.
Y aquí quisiera aportar algo que puede parecer duro, pero es necesario decirlo con claridad: Jesús no fue como Isaac. Jesús no fue una víctima inocente atada a un altar. Él eligió.
Eso lo cambia todo.
Jesús no obedeció ciegamente, sino que discernió el momento y aceptó el dolor con plena libertad, en coherencia con su mensaje de amor. Por eso su muerte no es un sacrificio forzado, sino una entrega voluntaria por amor.
Ahora volvamos a Abraham:
Él sí tuvo una opción. Pudo decir “no”, y esa negativa también habría sido una forma de fe:
la fe de quien conoce tan profundamente el corazón de Dios, que se atreve a decirle: “Esto no puede venir de Ti”.
Si Abraham hubiese levantado la voz, no en rebeldía, sino desde un amor maduro y consciente, entonces habría abierto un camino aún más profundo: el de la fe con discernimiento, con compasión, con coraje.
Y paradójicamente, eso fue lo que Jesús hizo.
Jesús tomó sobre sí la prueba que Abraham no resolvió plenamente: eligió el sacrificio, pero desde la libertad, no desde la obediencia ciega.
Jesús no obedeció por temor. Amó hasta el final.
Entonces, ¿qué nos enseña realmente esta historia?
Tal vez que Dios no busca sumisión sin pensamiento, sino hijos e hijas capaces de amar con inteligencia, con discernimiento, y con un corazón iluminado.
Es un Dios de amor pero tambien fuego consumidor.
Es misericordia y justicia a partes iguales. No es un amor hippie