3:17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones Efesios 3:17.
2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20.
6:4 Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. Juan 14:23.
el Padre y el Hijo “vendremos a él, y haremos morada en él”
¿Literal o retórico?
en ella dice: Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie va al Padre sino es por mi.
¿Literal o retorico?
En ella dice:
No estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
No dice a otra verdad, no tergiverses la palabra.
Dice a toda verdad:
16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Juan 16:13.
¿porque la maña de cambiar lo que dice la palabra de Dios?
Yo vivo en la fe (fruto del Espíritu)
Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios.
Se me dio el Espíritu para entender la palabra de Dios, para que me guie a la verdad, sin el Espíritu no es posible entender la palabra de Dios.
En la biblia encuentras el precio con el que se redimió,y los libró de la ley:
7:6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra. Romanos 7:6.
libres de la ley.
Para servir bajo el nuevo régimen del Espíritu, régimen bajo el cual yo estoy.
Yo utilicé el precio para adquirir sabiduría.
Pero tú, estas sirviendo bajo el viejo régimen de la letra sin que se te haya dado tal régimen.
No hay sabiduría en desechar el nuevo régimen del Espíritu por el viejo régimen de la letra.
De nada te sirven las escrituras.
¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría,
No teniendo entendimiento? Proverbios 17:16.
3:6 en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.
3:7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
3:8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
3:9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.
Para Pablo la justicia de la ley es basura, yo tampoco quiero esa basura, quiero la justicia por la fe de Cristo como Pablo, la justicia que es de Dios por la fe.
“La ley no es de fe”, Sino que dice: “El que hiciere estas cosas vivirá por ellas”.
Desde la niñez sabía por la ley la venida del Mesías para salvar por la fe. Las escrituras te pueden hacer sabio para salvación al creer lo que está escrito de Cristo en ella.
Toda la escritura te lleva a la instrucción en la justicia de la fe que es en Cristo Jesús, mas venida la fe ya no se está más bajo la ley.
A fin de que el hombre sea perfecto y preparado para toda buena obra, pero en el cuerpo de Cristo, en la fe, no en la ley. La ley no es de fe.
4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo Efesios.