Re: La Idolatría en México Exacerbada por el culto a la guadalupana
Lo que mencionè en anteriores comentarios sobre la idolatrìa, es la misma Palabra de Dios la que habla y prohibe contundentemente el uso de imàgenes o estatuas en la adoraciòn/veneraciòn a Dios (Deuteronomio 4:15-19; 5:7-10; Mateo 4:10). Por tanto, quien juzga es Dios mismo (Hechos 17:16,24-31), no los que llevamos su mensaje, pues como dijo Jesucristo, si nosotros no hablàsemos, la piedras hablarìan (Lucas 19:40); e incluso, es un deber que tiene todo siervo de Dios, pues como se dijo al profeta Ezequiel, si no advertìa al inicuo de su mal proceder, Dios podrìa pedirle responsabilidad por no advertir al que se habìa desviado de la Ley de Dios (Ezequiel 3:17-21).
En cuanto a la interpretaciòn de la Biblia, como ya dije, es Dios mismo a quien le corresponde la interpretaciòn de su Palabra, pues como dice el apòstol Pedro, en 2ªPedro 1:20,21, ninguna profecìa de las Santas Escrituras proviene de ninguna interpretaciòn privada, sino que los hombres que escribieron la Biblia, hablaron, o escribieron, de parte de Dios al ser inspirados por el Espìritu Santo. Por tanto, es Dios mismo, el autor de su Palabra, la Biblia, quien se explica e interpreta por sì mismo desde Gènesis hasta Apocalisis, coherentemente y sin contradicciones. El problema viene cuando algunos, como el clero catòlico romano, quieren imponer sus propias doctrinas y tradicciones de hombres por encima de la Palabra de Dios (Marcos 7:7,8,13), y es precisamente, la Catòlica romana, de todas la religiones llamadas cristianas, la que màs se ha desviado del cristianismo que fundò Jesucristo, y sobre todo, la que màs idolatrìa tiene; de ahì, el slogan de "todos contra la idolatrìa".
Asi que, si vds., catòlicos romanos, quieren unirse a los que condenamos uno de los mayores pecados mencionados en la Biblia, la idolatrìa, ya saben lo que tienen que hacer, den un giro de 180 grados y respeten la Ley de Dios; pues nadie està por encima de la Ley de Dios, la cual es contundente y no hay màs vuelta de hoja; ya que, si Dios prohibe cometer adulterio, quiere decir lo que Èl dice: no cometeràs adulterio, y si Dios prohibe postrarse ante una imàgen o estatua, es lo que Dios dice, "no te postraràs ante ninguna imàgen o estatua, ni las serviràs, ni las honraràs" (Exodo 20:3-6). Se puede decir màs alto, pero no màs claro.
Pero, como estaba predicho, despuès de la muerte de los apòstoles, cuando se "durmieron" (en la muerte), se sembrò la "cizaña" despuès de sembrarse el "trigo" (Mateo 13:24-30, 36-43), y la "cizaña" empezò a aumentar, a crecer, hasta "ahogar" al "trigo"; esta ilustraciòn la usò el mismo Jesucristo para ilustrar lo que ocurrirìa despuès de la muerte de los apòstoles. Y es èl mismo quien da la explicaciòn: el "trigo" representa a los verdaderos cristianos (los hijos del Reino de Dios), y la "cizaña" representa a los apòstatas (los hijos del inicuo o malvado), y el enemigo que sembrò la "cizaña" fuè el Diablo. Y tanto el "trigo" como la "cizaña" debìan de crecer juntos hasta el final de la siega, cuando se podrìa distinguir uno del otro; y asì ha sido, despuès de la muerte de los apòstoles entraron falsos maestros, apòstatas, que salieron de entre los obispos nombrados, de entre la misma Iglesia (Congregaciòn) cristiana, y se extendieron como la cizaña y la gangrena, sobre todo despuès de unirse Iglesia y Estado, en los siglos IV/V, cuando en realidad se diò forma a lo que hoy se conoce como Iglesia Catòlica romana, o el clero catòlico romano, que es lo mismo, corrompièndose, espiritual y moralmente, cada vez màs a partir de ahì, algo que, ademàs de la Biblia, pueden atestiguar las buenas enciclopedias (Hechos 20:29,30; Colosenses 2:8; 1ªTimoteo 4:1-3; 2ªTimoteo 2:16-18, 4:3,4; 1ªJuan 2:18,19, etc..), y por lo que menciona el apòstol Pablo en 2ªTimoteo 2:16-18 y el apòstol Juan en 1ªJuan 2:18,19, los apòstatas, los anticristos, ya estaban en tiempos de los apòstoles, especialmente en tiempos del apòstol Juan que fuè el ùltimo en morir, y que a su muerte, fuè cuando esos apòstatas y anticristos se extendieron como la cizaña y la gangrena.
Asì pues, aunque es cierto que la Iglesia (Congregaciòn) cristiana que fundò Jesucristo no serà nunca destruida, porque ademàs las llaves de la muerte y del Hades (infierno) las tiene Jesucristo (Apocal. 1:18), la misma Biblia dice que habria un periodo de tiempo en que la oscuridad espiritual, la "cizaña", predominarìa sobre la luz espiritual, sobre el "trigo", pero que, despuès de ese tiempo, al final de la siega, al final de los dìas, se podrìa ver el "trigo", es decir, el verdadero conocimiento de la Palabra de Dios se harìa abundante, como asì està siendo (Daniel 12:3,4,9,10,13).
Y como dijo tambièn el Hijo de Dios, muchos entrarìan por el camino ancho, que es màs fàcil, pero pocos por el camino estrecho, que es màs difìcil (Mateo 7:13,14), pues como sigue diciendo, en Mateo 7:21-23, no todo el que le dice señor señor entrarà en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de su Padre Celestial (Dios). O como lo expresò el apòstol Pablo, en Gàlatas 1:8,9:
"Aùn cuando un àngel del Cielo (o quien sea), os predicase un evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema (maldito)".
Con referencia al canon de la Biblia, recuerde que los judìos tambièn recopilaron el "Antiguo Testamento", despuès de ser rechazado como pueblo de Dios, y sin embargo corresponden con los libros inspirados por Dios que hoy dìa tenemos. Asì que, independientemente de si fueron los judìos los que recopilaran el "Antiguo Testamento", o los llamados cristianos, en el siglo IV, los que recopilaran el "Nuevo Testamento", lo importante es que Dios, de una forma u otra, se ha encargado de que su Palabra, la Biblia, llegue hasta nosotros tal y como Èl se lo propuso. Por tanto, a Dios vaya la gloria, y no a simples seres humanos (1ªCorintios 10:31).
Lo que mencionè en anteriores comentarios sobre la idolatrìa, es la misma Palabra de Dios la que habla y prohibe contundentemente el uso de imàgenes o estatuas en la adoraciòn/veneraciòn a Dios (Deuteronomio 4:15-19; 5:7-10; Mateo 4:10). Por tanto, quien juzga es Dios mismo (Hechos 17:16,24-31), no los que llevamos su mensaje, pues como dijo Jesucristo, si nosotros no hablàsemos, la piedras hablarìan (Lucas 19:40); e incluso, es un deber que tiene todo siervo de Dios, pues como se dijo al profeta Ezequiel, si no advertìa al inicuo de su mal proceder, Dios podrìa pedirle responsabilidad por no advertir al que se habìa desviado de la Ley de Dios (Ezequiel 3:17-21).
En cuanto a la interpretaciòn de la Biblia, como ya dije, es Dios mismo a quien le corresponde la interpretaciòn de su Palabra, pues como dice el apòstol Pedro, en 2ªPedro 1:20,21, ninguna profecìa de las Santas Escrituras proviene de ninguna interpretaciòn privada, sino que los hombres que escribieron la Biblia, hablaron, o escribieron, de parte de Dios al ser inspirados por el Espìritu Santo. Por tanto, es Dios mismo, el autor de su Palabra, la Biblia, quien se explica e interpreta por sì mismo desde Gènesis hasta Apocalisis, coherentemente y sin contradicciones. El problema viene cuando algunos, como el clero catòlico romano, quieren imponer sus propias doctrinas y tradicciones de hombres por encima de la Palabra de Dios (Marcos 7:7,8,13), y es precisamente, la Catòlica romana, de todas la religiones llamadas cristianas, la que màs se ha desviado del cristianismo que fundò Jesucristo, y sobre todo, la que màs idolatrìa tiene; de ahì, el slogan de "todos contra la idolatrìa".
Asi que, si vds., catòlicos romanos, quieren unirse a los que condenamos uno de los mayores pecados mencionados en la Biblia, la idolatrìa, ya saben lo que tienen que hacer, den un giro de 180 grados y respeten la Ley de Dios; pues nadie està por encima de la Ley de Dios, la cual es contundente y no hay màs vuelta de hoja; ya que, si Dios prohibe cometer adulterio, quiere decir lo que Èl dice: no cometeràs adulterio, y si Dios prohibe postrarse ante una imàgen o estatua, es lo que Dios dice, "no te postraràs ante ninguna imàgen o estatua, ni las serviràs, ni las honraràs" (Exodo 20:3-6). Se puede decir màs alto, pero no màs claro.
Pero, como estaba predicho, despuès de la muerte de los apòstoles, cuando se "durmieron" (en la muerte), se sembrò la "cizaña" despuès de sembrarse el "trigo" (Mateo 13:24-30, 36-43), y la "cizaña" empezò a aumentar, a crecer, hasta "ahogar" al "trigo"; esta ilustraciòn la usò el mismo Jesucristo para ilustrar lo que ocurrirìa despuès de la muerte de los apòstoles. Y es èl mismo quien da la explicaciòn: el "trigo" representa a los verdaderos cristianos (los hijos del Reino de Dios), y la "cizaña" representa a los apòstatas (los hijos del inicuo o malvado), y el enemigo que sembrò la "cizaña" fuè el Diablo. Y tanto el "trigo" como la "cizaña" debìan de crecer juntos hasta el final de la siega, cuando se podrìa distinguir uno del otro; y asì ha sido, despuès de la muerte de los apòstoles entraron falsos maestros, apòstatas, que salieron de entre los obispos nombrados, de entre la misma Iglesia (Congregaciòn) cristiana, y se extendieron como la cizaña y la gangrena, sobre todo despuès de unirse Iglesia y Estado, en los siglos IV/V, cuando en realidad se diò forma a lo que hoy se conoce como Iglesia Catòlica romana, o el clero catòlico romano, que es lo mismo, corrompièndose, espiritual y moralmente, cada vez màs a partir de ahì, algo que, ademàs de la Biblia, pueden atestiguar las buenas enciclopedias (Hechos 20:29,30; Colosenses 2:8; 1ªTimoteo 4:1-3; 2ªTimoteo 2:16-18, 4:3,4; 1ªJuan 2:18,19, etc..), y por lo que menciona el apòstol Pablo en 2ªTimoteo 2:16-18 y el apòstol Juan en 1ªJuan 2:18,19, los apòstatas, los anticristos, ya estaban en tiempos de los apòstoles, especialmente en tiempos del apòstol Juan que fuè el ùltimo en morir, y que a su muerte, fuè cuando esos apòstatas y anticristos se extendieron como la cizaña y la gangrena.
Asì pues, aunque es cierto que la Iglesia (Congregaciòn) cristiana que fundò Jesucristo no serà nunca destruida, porque ademàs las llaves de la muerte y del Hades (infierno) las tiene Jesucristo (Apocal. 1:18), la misma Biblia dice que habria un periodo de tiempo en que la oscuridad espiritual, la "cizaña", predominarìa sobre la luz espiritual, sobre el "trigo", pero que, despuès de ese tiempo, al final de la siega, al final de los dìas, se podrìa ver el "trigo", es decir, el verdadero conocimiento de la Palabra de Dios se harìa abundante, como asì està siendo (Daniel 12:3,4,9,10,13).
Y como dijo tambièn el Hijo de Dios, muchos entrarìan por el camino ancho, que es màs fàcil, pero pocos por el camino estrecho, que es màs difìcil (Mateo 7:13,14), pues como sigue diciendo, en Mateo 7:21-23, no todo el que le dice señor señor entrarà en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de su Padre Celestial (Dios). O como lo expresò el apòstol Pablo, en Gàlatas 1:8,9:
"Aùn cuando un àngel del Cielo (o quien sea), os predicase un evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema (maldito)".
Con referencia al canon de la Biblia, recuerde que los judìos tambièn recopilaron el "Antiguo Testamento", despuès de ser rechazado como pueblo de Dios, y sin embargo corresponden con los libros inspirados por Dios que hoy dìa tenemos. Asì que, independientemente de si fueron los judìos los que recopilaran el "Antiguo Testamento", o los llamados cristianos, en el siglo IV, los que recopilaran el "Nuevo Testamento", lo importante es que Dios, de una forma u otra, se ha encargado de que su Palabra, la Biblia, llegue hasta nosotros tal y como Èl se lo propuso. Por tanto, a Dios vaya la gloria, y no a simples seres humanos (1ªCorintios 10:31).
Lo que se dice hay que demostrarlo. Vd. no puede demostrar que yo saque nada del contexto porque no es cierto, pero vd. sì que està acostumbrado, como sus maestros el clero catòlico romano, a sacar del contexto y tergiversar tanto la Biblia como lo que otros dicen o escriben. Por ej., nunca he dicho que la "virgen Marìa" sea una mentira, pues hace 2000 años aprox. sì existiò una mujer judìa virgen que llegò a ser madre del Hijo de Dios en la Tierra, que se llamaba Marìa, quien se casò con Josè, con quien tuvo varios hijos, despuès de dar a luz a Jesùs, como matrimonio judìo que eran, quienes solian tener varios hijos, pues cuantos màs hijos tuviesen, màs pensaban èllos que tenìan la bendiciòn de Dios (Mateo 1:18,25; 13:55,56).
Otra cosa diferente fuè el invento de los siglos IV/V, cuando se unieron Iglesia y Estado, que fuè cuando la apostasìa se extendiò como la cizaña y la gangrena,despuès de la muerte de los apòstoles, como estaba predicho (Hechos 20:29,30; Colosenses 2:8; 2ªTimoteo 2:16-18; 4:3,4, etc...), y entre esas apostasìas fuè la de subir a Marìa a los altares (Hechos 17:16; 23-31), proclamàndola como la "madre de Dios", o la diosa madre, siguiendo las tradicciones paganas del antiguo imperio romano de venerar a la diosa madre, como la diosa Artemisa (Diana) en Èfeso, a quien tenìan mucha devociòn, y donde el apòstol Pablo y otros cristianos se vieron en graves aprietos al ir a predicar allì y decir que los que estàn fabricados por manos humanas no son dioses y que no sirven para nada (Hechos 19:23-40); y fuè precisamente en Èfeso, donde surgiò la veneraciòn a Marìa (siglo V).
Por tanto, lo que vd. apoya va en contra de las principales enseñanzas de la Biblia; asì que, lo que vd. menciona sobre un cuadro pintado hace varios siglos y sobre sus supuestos milagros, es un timo, un engaño màs, que de ser cierto esos "milagros", no provienen de Dios, ya que Dios no se puede contradecir. Por otro lado, no olvide que quien tambièn puede hacer obras poderosas o "milagros", es el Diablo, el padre de la mentira (Juan 8:44), en cuyo poder està este mundo (1ªJuan 5:19), que està extraviando (o seduciendo, como dicen algunas traduciones catòlicas), a toda la Tierra habitada, con su astucia y artimañas, transformado o disfrazado como àngel de luz (2ªCorintios 6:14-18; 11:14; Efesios 6:11-13; Colosenses 2:8; Apocalipsis 12:9-12). Por èso, Jesucristo dijo, en Mateo 7:21-23, que algunos que afirman ser cristianos les dirìa a èl que en su nombre hicieron, entre otras cosas, muchas obras poderosas o "milagros", pero que Jesucristo, en el dìa del Juicio de Dios, les responderìa que nunca los conociò, porque no estarìan haciendo la volundad de su Padre Celestial, de Dios.
Todos contra la idolatrìa (Exodo 20:3-6).