El apòstol Pablo en 2ªTimoteo 2:12 se estaba refiriendo a los cristianos ungidos, a "los escogidos", como dicen los versìculos anteriores (10,11), ademàs de otros textos bìblicos (Mateo 22:14; Lucas 12:32; 22:28-30; Apocalipsis 5:9,10), que reinaràn con Jesucristo en el Cielo, y entre esos cristianos estaba la que fuè madre del Hijo de Dios en la Tierra, Marìa, quien se merece todo el respeto por el privilegio tan grande que tuvo, pero la adoraciòn o veneraciòn sòlo se debe dar a Dios, y a Èl sòlo se debe dar culto, como dijo el mismo Jesucristo, en Lucas 4:8, citando de Exodo 20:3-6, donde Dios prohibe todo tipo de imàgenes/estatuas religiosas con el fin de honrarlas y servirlas, algo que se repite a travès de toda la Biblia, hasta el ùltimo libro de la Biblia, de hecho, es el mandamiento que màs se repite en las Santas Escrituras (Deuteronomio 4:15-19; Salmos 135:15-18; Isaias 40:18-26; 42:8; 44:9-20; Jeremìas 7:17-20; 10:1-6; 51:17,18; Habacuc 2:18,19; etc...), pues Dios sabe que el ser humano suele dejarse guiar por lo que ve, por èso nos ha dejado constancia escrita contundente sobre la prohibiciòn de usar imàgenes o estatuas sagradas, que son una ofensa para Dios, ya que no hay nada material que pueda representarlo, pues, como dice el apòstol Pablo, Dios no es semejante a oro, plata, piedra, etc..., ni habita en templos construidos por manos humanas (Hechos 17:16,24-31); por tanto, los cristianos debemos andar por fè, no por vista (2ªCorintios 5:7), obedeciendo la Palabra de Dios, como tambièn dijo Jesucristo, cuando alguièn alabò a la que fuè su madre, Marìa, respondièndole que "felices son los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan" (Lucas 11:28), por èso, el Hijo de Dios tambièn dijo que no todo el que le diga señor señor entrarà en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de su Padre Celestial (Mateo 7:21-23).
En cuanto a Gèneseis 3:15 y Apocalipsis capìtulo 12, no se refiere a una mujer literal, pues no hay que olvidar que el libro de Apocalipsis està lleno de simbolismos, y ademàs, fuè escrito a finales del siglo I, cuando Marìa ya habìa muerto y Jesùs habìa nacido, muerto y resucitado. Por tanto, la "mujer" de Gènesis 3:15 y Apocalipsis 12, se refiere a la "mujer" simbòlica de Dios, a la misma que se refiriò el apòstol Pablo, en Gàlatas 4:26, cuando dice que "la Jerusalèn de arriba es libre y èlla es nuestra madre"; por tanto se refiere a toda la organizaciòn celestial angelical, en el Cielo, que sirve a Dios como si fuese su "mujer" (Hebreos 1:14), y que anteriormente era el antiguo Israel (Isaias 54:5,13), pero debido a que los judìos rechazaron a Jesucristo como Mesìas, èllos, a su vez, fueron rechazados por Dios como pueblo suyo (Mateo 21:43), escogiendo despuès a los cristianos ungidos, hijos de "la Jerusalèn Celestial", la "mujer" de Dios (Gàlatas 4:26,31; Hebreos 12:22,23); por tanto, el "hijo" que da a luz la "mujer", la organizaciòn angelical de Dios, de Apocalipsis 12, es el Reino mesiànico de Dios, formado por Jesucristo y los cristianos ungidos; pues hay que recordar tambièn que Apocalipsis fuè escrito mayormente para el tiempo del fin, para la 2ª venida de Cristo Jesùs (Apocal. 1:10).
Asì pues, no hay que sacar ningùn texto del contexto ni de la propia Biblia, pues Dios se explica e interpreta por sì mismo desde Gènesis hasta Apocalipsis, coherentemente y sin contradicciones.