Mantengamos la mirada de admiración contemplando a Dios con nosotros una vez más, como una garantía de nuestra liberación."Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros." Mateo 1: 23.
Estoy segura que no tenemos la menor idea de la maravillosa condescendencia que Dios habitara de esta manera en carne humana, y que fuera "Dios con nosotros."