Así pues, la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Romanos 10:17
La fe no es sólo creer en lo que nosotros queremos hasta que se haga realidad; es confiar que la realidad de Dios es verdad incluso cuando no la veamos.
La historia de Dios con el hombre está plagada de amor: el de Dios; y también de odios, disparates, crueldades, injusticias y aberraciones: las del hombre.
Las personas pueden disputar las palabras de la Biblia a su antojo, pero en el alma donde ha llegado el ansia de conocer a Dios, las palabras de la Biblia crean nueva vida en él. " Habiendo nacido... por la palabra de Dios" (1 Ped. 1:23)
Una palabra puede no aparecer en la Biblia y sin embargo el pensamiento y la enseñanza que la sustentan, estar diseminados por doquier a lo largo y ancho de este libro. Ese sería el caso con el término Trinidad, por ejemplo.
Claro que a veces ocurre lo contrario; un término aparece una y otra vez en repetidas ocasiones, pero como no nos gusta la carga que lleva implícita, lo reinterpretamos para que diga lo que nosotros queremos que diga.
"No Por obras para que nadie se gloríe" Efesios 2:9
Estas palabras son muy claras. No hay manera de malinterpretar el sentido. Somos salvados por gracia y no por nuestras propias obras. Pablo hablaba así porque entre los judaizantes la idea de añadir a la Salvación las ceremonias y obras de la ley estaba muy arraigada, y trataban de introducir en la Iglesia cristiana la idea de que las obras de los hombres contenían algún mérito, y contribuían en cierto grado a su salvación.
"No quiero mirarte desde donde otros te miran, correría el riesgo de verte como otros te ven.
Quiero descubrirte a través de las aristas más nobles de mi corazón, percibir desde los recuerdos de la niña que fui a ese Dios nacido pobre que nos regaló la oportunidad de ser ricos en Él".
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mateo 11: 28-30
Las personas en la época de Jesús sabían lo que Jesús quería decir cuando dijo estas palabras ya que un yugo "fácil" significaba que la carga que se portaba no era pesada porque Jesucristo estaría tirando con nosotros.
"No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo." Gálatas 2: 21
Nadie pudo ser más explícito que Pablo sobre la doctrina de que no somos en ningún grado justificados o salvados por las obras, sino únicamente por la gracia de Dios. "Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." La gracia, para él, quería decir gracia, y no podía soportar ninguna manipulación del tema, ni que se malinterpretara su significado.
"porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisible de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa" -Apóstol Pablo.
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Romanos 1:19-21
"Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén." -- Hebreos 13: 20-21.
La historia de Dios con el hombre está plagada de amor: el de Dios; y también de odios, disparates, crueldades, injusticias y aberraciones: las del hombre.
Feliz sábado para todos.
¡Eternidad!
Siempre me llamó la atención y me encantó este versículo: Eclesiastés 3:11
"Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin"
Porque es de esa clase de textos bíblicos que no sirven para hacer de ellos un mandato o una orden a seguir; no están ahí para hacernos obedecer nada, sino que son un hermoso regalo de Dios para explicarnos las preguntas que todos alguna vez nos hemos hecho.
Sabemos que hay un antes, de la misma manera que habrá un después: del mismo modo que conocemos el interminable baile del sol y de los días.
Cuando Jesús dice estas estas palabras, implican que el mundo necesita de su luz porque está sumido en las tinieblas morales y espirituales. No olvidemos que el mundo está bajo el poder del príncipe de las tinieblas y que sólo el Señor Jesucristo puede cambiar esta situación.
Juan ya había anunciado esto al comenzar su evangelio: "Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo" Juan 1:9.
Y con su venida comenzó a cumplirse lo que había anunciado el profeta:
Malaquias 4:2 "Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá salvación.